¿Es exagerado afirmar que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 no sólo sacudió a la derecha mexicana, también a organizaciones todopoderosas en el mundo como el Grupo Bilderberg o el Foro Económico Mundial? Y, desde luego a Washington, es decir, a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC).