Mientras Canadá y China respondieron airadamente a la imposición unilateral de aranceles por parte de Estados Unidos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantuvo la “cabeza fría” para que las negociaciones entre ambos países y la colaboración conjunta en materia de seguridad y narcotráfico produjeran los resultados esperados: Donald Trump se desistió -al menos por un mes más- de su amenaza.