s una gran ironía presentar el libro Necropolítica y narcogobierno, de José Reveles, en el sótano de la extinta Dirección Federal de Seguridad. Este edificio fue el cuartel general de la necropolítica durante la “Guerra Sucia”. Aquí reinaron la infamia y la tortura; donde, parafraseando a José Alfredo Jiménez, “la vida no vale nada”, y que a su vez es un principio filosófico de la necropolítica: “Si no me sirves: te mato”.