La utilización de lombrices rojas californianas en áreas contaminadas con turbosina logró disminuir, remover y recuperar el suelo afectado con ese hidrocarburo empleado por los aviones, de acuerdo con un proyecto realizado por el egresado de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Zacatenco, Néstor Cruz Torres.