La corrupción es una grave “enfermedad”, algo así como una pandemia. No hay “vacuna” que evite el “contagio”, salvo la ética y la conciencia social personal. La corrupción “se da aquí y en China”, reza el refrán. Según la ONU, “la corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todos los países”.





