En el marco de la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión con la intención de inscribir la rectoría del Estado en el dominio sobre los espacios radioeléctricos y su uso público y social, el dilema sobre el porvenir inmediato de los medios públicos mexicanos es si permanecen bajo la influyente sombra de lo gubernamental o se alumbran a la luz de la diversificada sociedad mexicana del siglo XXI.