Luego de que un juez federal de Estados Unidos se negó a ordenar de inmediato a la Casa Blanca que restaurara el acceso de la agencia de noticias AP a muchos eventos presidenciales, el gobierno de Donald Trump emitió una declaración en la que sostuvo que hacer preguntas al presidente de Estados Unidos en la Oficina Oval y a bordo del avión Air Force One “es un privilegio concedido a los periodistas, no un derecho legal”.