El gobierno estaba tomado por la delincuencia. Funcionarios que debían perseguir al crimen servían a los capos de la droga y eran sus cómplices. México era pues, en años recientes, un narco-Estado. Primera vez que un presidente de la República lo dice diáfanamente, sin tapujos.
Comunicación Política, Hemeroteca
Protegido: Periodistas que perdieron dádivas, ahora difunden versión de gobierno autoritario: Eduardo R. Huchim
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