La presidenta Claudia Sheinbaum criticó la contradicción del gobierno de Estados Unidos al denominar a los cárteles mexicanos de la droga como “terroristas”, y al mismo tiempo negociar con ellos para permitir el ingreso de 17 familiares de Ovidio Guzmán —hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán— al país vecino.