Paradoja del cine nacional, mucha producción, pero escasa distribución: Julio López
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Paradoja del cine nacional, mucha producción, pero escasa distribución: Julio López

El reportero Julio López pertenece a la nueva generación de periodistas, interesados en analizar a la industria cinematográfica, desde el ángulo profesional más allá de intereses comerciales o de cualquier tipo.

Para Canal 22.1, el analista cubre la fuente de cine, también conduce el programa “Marquesina”, en la misma emisora. Asegura que la pandemia alejó al público de las salas, a donde muchos ya no regresaron. Las plataformas de streaming, también desalientan la asistencia a observar el séptimo arte, advierte.

Carlos Padilla Ríos

¿Cómo ves el panorama del cine en la actualidad, se produce más y mejores películas? ¿La percepción es que se registra un auge en la industria, así es?

-Evidentemente, el cine mexicano está ganando terreno sobre todo en exposición internacional. Cada día los cineastas nacionales, a través de sus trabajos conquistan los grandes festivales internacionales. Tenemos grandes ejemplos: Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñarritu que, con sus producciones realizadas en grandes estudios de Hollywood, exponen el talento nacional, lo que no ocurría hace muchos años. También jóvenes cineastas con una o dos   producciones, están sacando “la casta”, ganando reconocimientos en festivales importantes en Cannes, Berlín o Venecia. El gran conflicto y la paradoja de lo que está sucediendo ahora, es que muchas de estas películas, el público mexicano no tiene la posibilidad de verlas por la escasa distribución y exhibición de películas.

 Películas mexicanas ganan reconocimiento internacional y llegan directamente a las plataformas digitales, pero sí no tienes una plataforma digital, no podrás ver esas películas. Lo vemos con las películas nominadas a los premios Ariel, que reconocen lo más importante del cine mexicano.

Bardo de Alejandro González Iñarritu, tiene más de diez nominaciones a los premios Ariel, pero tuvo una exhibición muy breve en cines y luego llegó a la plataforma de Netflix, lo mismo sucede con El Norte Sobre el Vacío de Alejandra Márquez Abella que participó en el Festival Internacional del Cine de Morelia, y dos días después llegó a la plataforma de Amazon Prime.

Hace poco, presentaron el anuario estadístico del cine mexicano, donde se advierte que la COVID-19, afectó mucho la venta de boletos de películas mexicanas. Digamos que del cien por ciento de la venta de boletos en taquillas comerciales, sólo el tres por ciento correspondió al cine mexicano. Prácticamente, las películas nacionales han desaparecido de la cartelera comercial, si bien les va, llegan a circuitos alternativos como la Cineteca Nacional y otros espacios culturales.

El cine mexicano sólo se está viendo a través de esos sitios, pero prácticamente ha desaparecido de la cartelera comercial. A final de cuentas, hay que decirlo, el cine sobre todo es industria.

-Como analista de la industria qué soluciones encuentras, la distribución, no es masiva a pesar de la calidad de las producciones.

-Creo que falta voluntad política y comercial. Los dueños de las grandes cadenas exhibidoras buscan que el público regrese a las salas, después de la pandemia. Mucho de ese público que se fue, ya no ha vuelto. Leí que del público que asistía a las salas antes de la pandemia, solo ha regresado el 60%. Todavía 40% ya no volvió, y es muy probable que no lo haga. Las cadenas de cine, apuestan a exhibir productos muy atractivos para el público y por eso prefieren las producciones de Hollywood, dejando fuera el cine nacional que no generan tanta taquilla. Las cadenas defienden sus intereses comerciales y es muy entendible.

María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía, considera que para que realmente ocurra un cambio, se necesita que el cine se vuelva a considerar como producto cultural, algo básico, no comercial. Con la firma del Tratado de Libre Comercio de los países de América del Norte, el cine dejó de formar parte de la canasta básica, y entonces se dejó desprotegido. Mientras no se haga un cambio a la ley, que respalde a las producciones nacionales, las cosas no cambiarán, esa es la realidad.

Por sí sólo, el cine mexicano no puede competir contra el cine de Hollywood, porque aquí se producen muchas películas, pero con presupuestos muy bajos. Antes una película mexicana costaba alrededor de 20 millones de pesos y ahora los apoyos que otorga el Instituto Mexicano de Cinematografía son menores. Entonces, sí se está produciendo menos cine, con menos presupuesto y obviamente con menos posibilidades de competir contra grandes producciones.

-Los distribuidores no tienen voluntad de difundir cine nacional, a pesar de que le convendría a la misma industria, programadores, público, actores, directores. Será necesario adecuar la ley de cinematografía, que destina un porcentaje a la exhibición de películas nacionales para que lo cumplan las distribuidoras.

-Fíjate que no lo tengo tan claro. Hace un par de años se habló que las cadenas exhibidoras tenían que exhibir por ley diez por ciento de su cartelera con cine mexicano. La verdad es que nunca se cumplió porque sí se exhibían las películas y las exhibidoras cumplieron con los tiempos de pantalla, pero siempre las películas mexicanas, eran relegadas a cines muy pequeños o en complejos con poco flujo de gente; programaron en horarios muy temprano o muy noche.

Los programadores de las grandes cadenas exhibidoras tienen identificado qué público va a ver qué cosas. En el corredor cultural, que va imaginariamente de Perisur, Insurgentes, Universidad hasta Plaza Carso, los complejos de cine exhiben películas mexicanas. Sí, seguramente haría falta una acción conjunta, más concreta y dirigida sobre ese tema. La autoridad tal vez ha sido omisa en hacer cumplir esa legislación.

-El Canal 22.2 fue convertido en una emisora exclusiva de cine mexicano. TVUNAM tiene dos programas donde se analiza cine: “Tiempo de Filmoteca” y “Encuadre Iberoamericano”, en coproducción con Canal 22. Capital 21, Canal 11, Canal 14, transmiten películas mexicanas.  Los medios públicos han tenido digamos mayor atención, interés en apoyar a la industria, ¿tú lo ves así?

-Sí, por supuesto, la verdad es que los medios públicos, se han convertido en grandes promotores para el cine mexicano. Tenemos la posibilidad de ver películas que llevaban muchos años sin exhibirse o las que han sido restauradas por la Filmoteca de la UNAM.

-A qué atribuyes que la gente ya no regresé a las salas de cine.  ¿Por las plataformas de streaming, por la calidad de las películas, las temáticas?

-En mi caso he dejado de ir al cine por comodidad. Las plataformas tienen una oferta muy grande de películas, ya no es necesario salir a buscar una película. Otra cuestión, es que ir al cine cuesta caro, mejor buscas una película en casa. Otra razón, las ventanas de exhibición se han ido acortando. Una película antes llegaba al cine, luego pasaba por su renta en DVD, y luego mucho tiempo después ya la podías ver en tu pantalla. Ahora no, las películas son exhibidas en festivales y días después ya están en las plataformas. Eso sucede con las películas de los grandes estudios. Incluso han lanzado estrenos simultáneos, en el cine, pero también puedes verla en la comodidad de tu casa.

– ¿Cómo ves a la crítica cinematográfica actualmente? Hay reconocidos maestros como García Tsao, Rafael Aviña, ¿Cómo ves a tus colegas?

-Siento que no hay un relevo generacional. Como que se quedó estancado. No hay tantas plumas que sigan a estos grandes profesionales de la crítica cinematográfica, que no solamente hacían crítica, algunos escribían libros, daban clases. Poco a poco se ha ido perdiendo. En mi generación aparecen los youtubers y los tiktokers que han convertido la crítica cinematográfica en una mercancía, que no son aliados del público sino de los grandes estudios. De pronto generan todo tipo de contenidos no para dar un panorama completo a las audiencias sino para ganar seguidores.

No generalizo, pero en la mayoría de ellos, hacen cualquier tipo de cosas, y los estudios de Hollywood prefieren darles entrevista a estos personajes, y no a los profesionales que tienen una carrera detrás. Quienes estudiamos periodismo y nos especializamos en crítica cinematográfica, no tenemos la oportunidad de llegar a cierto tipo de contenidos. Entonces, la crítica cinematográfica se está volcando a una experiencia que vive alguien, y no cuenta experiencias muy subjetivas. Ahora vemos a un personaje en nuestro teléfono móvil que no sólo habla sobre la película, sino habla de lo que le dieron de comer, a donde lo llevaron a ver a esa película, a quién tuvo la oportunidad de entrevistar, y eso es lo que termina consumiendo el público.

– ¿Por qué regresar a las salas de cine?

 -Sonará a cliché pero el cine se ve mejor en el cine. A mí me sigue causando emoción llegar a la sala, sentarte, tal vez con un bote de palmitas o no, que apaguen las luces y empiecen a contarte la historia por dos horas. Todo lo demás que puede estar alrededor tuyo: problemas, estrés, conflictos labores, de pareja, se terminan. Lo único que tienes que hacer es ver lo que están mostrando en la pantalla y dejarte llevar por esa historia por un par de horas, me parece fantástico. A lo mejor en tu pantalla no vas a tener la oportunidad de escuchar la música de la película en sonido 7.1, como si lo ves en el cine. Ese tipo de cuestiones que vas apreciando con los años, no se comparan con ver una cinta en tu casa, donde de pronto puede sonar el teléfono, te distraes. En el cine, la gente está en comunión para ver una película y disfrutarla.

24 de agosto de 2023