México, país democrático; la derecha también marcha
Periodismo

México, país democrático; la derecha también marcha

Al Zócalo de la Ciudad de México arriban con habitual frecuencia todo tipo de manifestaciones reivindicando derechos. Ha sido como la meca o destino de expresiones políticas y sociales de variopinta gama inconformes con la realidad enfrentada en un país de desigualdades e injusticias ancestrales.

Ya es común que colectivos de mujeres, estudiantes, partidos políticos de izquierda, trabajadores o la comunidad gay ocupen la Plaza de Constitución, aunque también ya es escenario de ferias, exposiciones o conciertos.

No es común que sectores conservadores o de la derecha se propongan llegar al Zócalo con demandas políticas, pero cuando lo hacen la democracia mexicana se fortalece. Así ocurrió el 26 de febrero, cuando partidos políticos, grupos civiles, académicos y algunos trabajadores llevados bajo presión, pintaron de rosa la explanada.

Acerca de sus demandas, no fueron lo más significativo: “defensa del INE”; rechazo al “Plan B” electoral aprobado en el Congreso y exigencia a la Suprema Corte para que lo anule. Porque de acuerdo con expertos del tema, aquellas reformas electorales ni quitan atribuciones al Instituto Nacional Electoral ni el gobierno federal pretende apoderarse del árbitro, y un recorte presupuestal no afecta sus funciones sustanciales.

Sin embargo, habría que discutir por qué el INE necesita cada año 20 mil millones de pesos de presupuesto y por qué mantiene a una planta laboral de 30 mil empleados de base y de confianza. Igual que una secretaría de Estado, cuando sólo es el árbitro electoral.

Con relación al número de asistentes en el Zócalo capitalino como en otras ciudades, siempre los protagonistas elevan las cifras de asistencia. En esta marcha habrán asistido no más de 80 mil personas, y aunque en otras ciudades la participación fue numerosa, en la mayoría la asistencia dejó mucho que desear.

En otras épocas la oposición fue reprimida, en ocasiones con brutalidad, o desalojada de la explanada cuando realizaba plantones. Los gobiernos federal y capitalino han respetado el derecho constitucional a manifestarse y son tolerantes, a veces hasta el extremo, frente a quienes cometen actos vandálicos en sus marchas.

Por eso es de celebrarse que todas las expresiones políticas puedan ejercer sus derechos, aunque no se coincida en sus posturas ideológicas. Felicitémonos porque México es un país libre, democrático y plural.

2 de marzo de 2023