El próximo 25 de junio se cumple un año del inopinado fallecimiento del caricaturista político Antonio Helguera, varios de sus colegas y amigos con los que emprendió numerosas aventuras editoriales, hablan de su legado.
Acerca de Helguera, el maestro de la caricatura política e inspiración creativa para varias generaciones de cartonistas, Eduardo del Río, Rius, calificó a Antonio como “un dibujante bárbaro”.
Carlos Padilla Ríos
Toño era uno de los mejores caricaturistas de México: Helio Flores
-Eduardo del Río consideró que Helguera era un “dibujante bárbaro”, y de ti Helio Flores, en su libro Rius, Mis confusiones, escribió que estabas entre los diez mejores cartonistas del mundo. Te pregunto, Helio, tu opinión acerca del trabajo de Antonio Helguera.
-Esa opinión de Rius la agradezco muchísimo, se me hace una exageración, y además una gran muestra de amistad. Pero Helguera fue uno de los mejores caricaturistas que ha habido en México, de caricatura política, por supuesto. Algo desafortunado y de muy mal gusto que nos haya dejado a tan temprana edad (55 años) y de manera tan repentina. Con lo que estaba haciendo en su caricatura, creo que le faltaban todavía muchas cosas por hacer en la caricatura mexicana. Un caricaturista siempre está evolucionando, mejorando, sin que necesariamente eso signifique ser más detallista o realista, no necesariamente.
Helguera daba señales de que evolucionaba, considerando su dibujo y estilo para decir las cosas. Siempre buscando la manera de cambiar, desde luego con la misma línea de opinión. Ese es otro detalle de Toño, que siempre mantuvo una línea muy clara de lo que él pensaba que debería ser la política en general y el estado de las cosas en nuestro país.
Ahora es muy común entre algunos caricaturistas decir que critican al poder, pensando que el poder es lo mismo que el Poder Ejecutivo, y todos los días lo hacen, incluso con argumentos mentirosos y exagerando las cosas. Porque hay otros poderes: Legislativo, Judicial, los medios, el de la prensa, los militares, los grupos económicos, el poder económico. Ese es otro de los valores que tenía la caricatura de Toño, él tenía muy clara su posición y la situación del país, era muy directo con su mensaje.
-¿A la izquierda?
-Sí, se supone que sí. A la caricatura yo la situó al lado de las causas que defienden a trabajadores, clases oprimidas, a los explotados de siempre. El caricaturista debe estar del lado de eso, casi como condición indispensable porque si la caricatura está al servicio o defendiendo las causas de los empresarios, pues yo digo que alguien está mal porque la caricatura no se hizo para eso, o la buena caricatura, no es para defender empresarios. Un caricaturista que esté a la derecha defendiendo empresarios o gobiernos opresores como sucedía antes, cuando gobernaba el PRI o el PAN, para empezar está ejerciendo su función, equivocadamente.
Toño siguió la tradición de Rius, Naranjo y Helio Flores: José Hernández
Durante 26 años fueron amigos, compañeros, cómplices de aventuras profesionales. Antonio Helguera y José Hernández, “éramos como un dueto cómico”, dijo Hernández, días después del inopinado y sorprendente fallecimiento de Antonio. Juntos trabajaron en Milenio, La Jornada, Proceso, El Chamuco, El Chamuco TV, y en libros como “El Sexenio me da Pena”.
-Lo importante del trabajo periodístico de Helguera fueron tres cosas: su congruencia absoluta entre su trabajo y sus convicciones en las que creía, que eran lo mejor para el país.
Su crítica en contra de las políticas económicas de los últimos 30 años. Incluso en los últimos dos años y fracción del nuevo gobierno con el que coincidía totalmente, y a pesar de eso, él criticaba lo que creía era necesario criticar. Una vez dijo una frase que se volvió famosa en las redes sociales, cuando le preguntaron sobre su visión crítica hacia Andrés Manuel López Obrador. Respondió que criticaba lo que le parecía era necesario criticar, pero después agregó: “… No me voy a poner a criticar a lo pendejo a un gobierno que esperé toda la vida. Yo no me voy a explicar a lo pendejo porque esa es una de las cosas importantes en la caricatura, hacer una crítica bien fundamentada, y no nada más a lo tonto y sin un análisis previo”. Otra cosa muy importante fue su profesionalismo, que tiene mucho que ver con lo primero. Era un caricaturista con un valor cultural muy amplio y con un pensamiento político muy claro. Y lo tercero, muy importante, la calidad de su dibujo, muy fino en el trazo, en el manejo de las proporciones y de la línea, impresionante. Yo no dudaría en decir que por su estilo era de los mejores dibujantes en la historia de México como “El Chango Cabral”, pero también de otro caricaturista extraordinario como Rogelio Naranjo. Heredero de estos dos estilos, el de Helguera era realmente fantástico. Entonces, yo creo que estos tres elementos juntos, pues imagínate, hacen uno de los mejores caricaturistas de este siglo.
–¿Extrañas a tu amigo Helguera?
-Sí, totalmente, no hay días que no lo extrañe, y ahora que se cumplirá un año, pues más. Poco después de la muerte de Kurt Cobain, el cantante de Nirvana, leí una entrevista que le hicieron a un amigo de él, quien decía que superaría aquella muerte al paso de los días, semanas o años, pero al final entendió que no, que no lo iba a superar nunca porque simplemente se había convertido en otra persona. Eso también me estaría pasando a mí. Seguiremos todos los días recordando su trabajo y honrando su compromiso con el periodismo y la honestidad intelectual con que él lo hacía.
Helguera, uno de los creadores de la iconografía antineoliberal: Rafael Barajas, El Fisgón
El caricaturista, autor de libros sobre la historia de la caricatura y activista político Rafael Barajas, conocido en el periodismo como El Fisgón, fue amigo personal y compañero de trabajo en medios y en proyectos editoriales con Helguera. Cuál es el legado como caricaturista político de Antonio, en esta época neoliberal, de contrastes y desigualdades sociales en México, se le pregunta.
-Estoy convencido que Antonio Helguera es uno de los grandes caricaturistas, no voy a exagerar, de la historia de México. Dibujante extraordinario, muy buen periodista y analista político de primera, con sentido del humor. Era realmente un caricaturista muy completo. A él le tocó vivir uno de los periodos más duros de la historia moderna del país, que es toda la era neoliberal. El trabajo de Helguera en este periodo fue muy importante. Es uno de los grandes caricaturistas antineoliberales que ha tenido el país, y fue uno de los caricaturistas que articuló el discurso y la iconografía antineoliberal, que fueron condiciones que hicieron posible el cambio de proyecto de nación.
Él empieza a trabajar en el periódico El Día desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado y luego a La Jornada, donde siendo un chamaco con apenas 20 años empieza a publicar. A él le toca atravesar todos los sexenios neoliberales: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Además, quiero destacar su congruencia, porque entendía lo que fue la barbarie del modelo neoliberal y la crueldad de éste, en contra de la sociedad. Y no podemos decir eso de muchos caricaturistas, son cosas que francamente se agradecen. Lo he dicho siempre, empecé siendo su maestro y pues terminé siendo su alumno, era realmente extraordinario como dibujante y muy buen crítico. Pocos caricaturistas tan completos hemos tenido en la historia de la nación, y no creo exagerar. Es uno de los grandes críticos, caricaturistas del modelo neoliberal. No es poca cosa.
-Como experto de la caricatura en México y autor de varios libros acerca del tema, ¿cuál es la herencia que deja Antonio Helguera para las nuevas generaciones de cartonistas, qué deben aprender de él?
-Antonio estableció los estándares del gremio, lo que debe ser una caricatura cotidiana. Es difícil encontrar en cualquier otra latitud el nivel de dibujo y de sátira que tenían los cartones de Helguera, de Hernández. Es muy común encontrar en otras latitudes caricaturistas de este nivel. No hay un solo día que no recuerde y que no cause dolor su partida. Éramos muy amigos, lo quería mucho. Es de las personas con las que más he platicado a lo largo de la vida.
Los cartones de Helguera eran perfectos: Rafael Pineda, Rapé
Para Rafael Pineda, Rapé, la lectura que Helguera hacía de los asuntos políticos del país denotaba pulcritud mental, sus cartones eran perfectos, lo que se puede verificar viendo todos sus trabajos durante casi 35 años. Es para hacer una enciclopedia de la historia de México a través de sus caricaturas, considera.
Helguera realizaba dibujo con calidad anatómica, la vestimenta de sus personajes, el uso de la luz, las sombras, de manera envidiable. No era nada más un gran artista, sino un puntual intelectual de este país. Era capaz de sentarse frente a un representante de la oposición como Paco Calderón, Calderón, y sabía perfectamente cómo discernir los argumentos de forma clara.
Extrañamos tremendamente sus cartones, todos los días que reviso la agenda informativa en la sección de cartones. Era imprescindible, te daba la lectura correcta de los asuntos más importantes. Era un ferviente observador de la geopolítica en América y Europa. La herencia de Antonio es muy importante por su trabajo durante décadas.
-Las nuevas generaciones de caricaturistas políticos, ¿qué tendrían que aprender de Antonio Helguera?
-La necesidad de estudiar mucho, saber de la historia de México; las relaciones con Estados Unidos y América Latina, reflexionar de manera profunda cada tema por ilustrar para entregar un cartón “a prueba de balas”, todos los días. Era de una sola pieza y no le tenía miedo a ser brutalmente honesto, y eso incomodaba muchísimo. Así era en público, decía lo que pensaba de una manera muy elegante, por eso se ganó la antipatía de mucha gente, pero te puedo decir que no tenía la menor disposición de mentir a nadie, me parecía una personalidad tremenda, amable, era un caballero.
Dibujante extraordinario que apoyaba a AMLO, pero al que también criticó: Acelo Ruiz, Chelo
El caricaturista y documentalista Acelo Ruiz, cartonista editorial de Zócalo, reconoce el legado artístico de Helguera:
-Era un artista extraordinario. Quien haya conocido su trabajo y lo haya sabido apreciar, se dará cuenta que era un gran ejecutor de caricatura, gran humorista, quien sabía sintetizar muy bien una idea, por eso dejó un legado muy grande, era un gran dibujante, realmente de los mejores del país, reunía calidad y mucha técnica. Pero no sólo eso, también era un gran crítico muy puntual en contra del sistema político. Y lo manifestó durante toda su vida artística.
Lo recuerdo mucho por sus cartones de apoyo al zapatismo, a la CNTE, la APPO, Atenco. Era muy claro, en esas ideas que mantuvo hasta el final de su vida, finalmente murió siendo un dibujante activo, además en sus mejores momentos, fue una muerte muy repentina. Creo él nos dejó su legado artístico, la crítica y su consecuencia.
Antonio era profundamente de izquierda. Fue consecuente con eso toda su vida. Él apoyó la causa en la que siempre creyó, hablando del presidente Andrés Manuel López Obrador sin que dejara de ser crítico. Porque también hay mucha injusticia cuando se dice que ciertos moneros son incondicionales. Recuerdo que al principio del sexenio criticó al Peje algunos despidos que se hicieron en el gobierno en nombre de la austeridad.
-Los jóvenes caricaturistas, ¿que pueden aprender de Helguera?
–Primero la consecuencia en sus puntos de vista, su espíritu crítico, sus ideas rebeldes, revolucionarias respecto a la sociedad. Revisar el cartón político de Antonio les va a hacer entender cómo funcionaba la sociedad del neoliberalismo, de cuando el PRI reinaba a sus anchas. Porque pareciera que con los años que lleva el gobierno de López Obrador, ya se nos olvidó cómo era la represión, los fraudes electorales, lo que sí era autoritarismo, la cooptación de congresos que votaban masivamente a favor de proyectos entreguistas.