El presidente Andrés Manuel López Obrador, llamó a los jueces para que resolvieran los adeudos que Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, que tiene con el Estado mexicano.
López Obrador recordó a los periodistas que el ministro Luis María Aguilar Morales archivó durante nueve meses los expedientes de Ricardo Salinas con los adeudos con el SAT, que ascienden a más de 60 mil millones de pesos.
Para burla el pago, el empresario quien ocupa el tercer lugar en riqueza de México, llevó el caso hasta la Suprema Corte. En resoluciones similares, los tribunales le han dado la razón al SAT.
Desde que el gobierno de la República decidió cobrarle todos los impuestos al magnate, muchas son las críticas que éste ha emprendido contra el mandatario, por lo que el titular del Ejecutivo Federal dijo: “ha habido una campaña muy vulgar, grosera, injusta y aprovechando un medio de comunicación concesionado que se utiliza para defender intereses particulares”.
López Obrador también señaló que “a partir de que se dan estas diferencias empiezan las campañas en la televisora y de los periodistas cercanos a Salinas Pliego: Sarmiento; el que participó en el debate; San Martin, esta buena persona Alatorre; hasta la señora Lilly Téllez, todo un grupo lanzados en una campaña contra nosotros. Nosotros no nos vamos a estar peleando con nadie, no tenemos enemigos ni queremos tenerlos. Hay adversarios y siempre he dicho que se tiene que pensar de manera distinta”.
El mandatario aseguró que no le quitará la concesión pública que tiene Televisión Azteca, ya que ellos no son reaccionarios ni autoritarios: “somos libres y él puede seguir ejerciendo a plenitud su libertad, nosotros no somos autoritarios ni somos represores. También en eso somos distintos a los conservadores y nos da mucho gusto. El conservador por lo general es muy autoritario, es facho, es de los que quieren resolverlo todo con la fuerza y albergan muchos rencores, odio”.
El presidente de la República señaló que, a diferencia de Salinas Pliego, él es feliz con cosas sencillas, no tiene intereses materiales: “Soy feliz recorriendo los pueblos, abrazando a la gente, me da muchísima felicidad, se me quita hasta el cansancio. Eso no me lo da ni todo el oro del mundo que sea presidente”.
A su vez, López Obrador dijo que le daría pena tener lujos en un país con mucha pobreza: “A mí me daría pena, lo digo sinceramente, sin ofender, me daría vergüenza subirme a un yate de esos en un país con tanta pobreza”.
