Alberto Betancourt Posada
El 7 de octubre, poco después del amanecer en Medio Oriente, comenzó a esparcirse por el mundo una noticia impactante: Hamas y otras organizaciones paramilitares palestinas atacaron por sorpresa a las Fuerzas Armadas de Israel, asesinaron intencionalmente a mil 400 civiles desarmados y tomaron como rehenes alrededor de 200 personas. A las 10 de la mañana –hora de Israel- el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyaju declaró el estado de guerra, impuso un sitio total a Gaza y ordenó intensos bombardeos ininterrumpidos por más de más de diecisiete días, al cierre de esta nota, en uno de los enclaves más densamente poblados del mundo.
Hasta el viernes 20 de octubre los indiscriminados bombardeos israelíes habían provocado el asesinato de tres mil 785 personas palestinas de las cuales mil 524 eran niños. El presente texto recoge reconstrucciones de los hechos realizadas por medios de comunicación israelíes, palestinos, qataríes, estadounidenses y británicos, entre otros, sobre este dramático problema existencial colectivo que nos acongoja a todos. La gravedad de los hechos reclama una reconstrucción puntual de lo ocurrido, que de cuenta de lo ocurrido y condene enérgicamente los crímenes cometidos por Hamas contra civiles israelíes, pero que simultáneamente, penetre la densa nube de humo de la propaganda militar israelí-estadounidense que intenta “normalizar” el asesinato de miles de palestinos y “relativizar” el sufrimiento infringido a la población civil de la franja de Gaza.
Requerimos descripciones de los hechos desde la perspectiva de la dignidad humana, de suyo universal, y merecida por cada ser humano para frenar el discurso de la “venganza justificada” y en contrapunto concitar una movilización masiva y mundial empeñada en detener los crímenes de guerra, parar la conflagración y evitar una escalada inimaginable del conflicto.
La irrupción en la mezquita Al Aqsa
Según la televisora Al Jazeera, el Departamento Islámico de Waqf, instancia encargada de custodiar los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén, informó el pasado 4 de octubre que decenas de colonos israelíes entraron a la fuerza al Monte del templo, la mezquita Al Aqsa; desalojaron violentamente a varios creyentes musulmanes; obligaron a los comerciantes musulmanes a cerrar sus tiendas; y adoptaron una actitud provocadora. Haram Al Sharif, el Noble Santuario tiene una larga y significativa historia: ha sido visitado por los profetas islámicos Ibrahim (Abraham), Dawud (David), Sulaiman (Salomón), Ilyas (Elías) e Isa (Jesús). Durante la irrupción de los colonos a la mezquita, la policía israelí desalojó a numerosos palestinos que protestaron por la incursión.
El ataque comenzó al amanecer
El ataque comenzó el sábado 7 de octubre a las 6:30 am, hora local; es decir a las 9:30 pm del viernes, en México. Hamas dice haber disparado 5,000 cohetes, Israel dice que fueron 2,000. Según Dora Talnopovski, Shira Rubin y Miriam Berger, “Humiliated and defeated’: Fear, shock grip Israel after Hamas assault” (The Washington Post, 7oct23) cuando casi todo el país dormía, miles de cohetes comenzaron a caer tan al norte como Tel Aviv y tan al oriente como Jerusalén. Hamas disparó aproximadamente 3,000 cohetes contra al menos doce ciudades. Posteriormente, penetraron a los alrededores de Gaza varias decenas de comandos paramilitares, que se enfrentaron con las Fuerzas Armadas de Israel, asesinaron civiles y tomaron rehenes en 22 comunidades. A las 10 de la mañana el ejército israelí comenzó a bombardear Gaza. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó con convertir a Gaza en una isla desierta y dijo a sus habitantes: váyanse ahora.
El inesperado final del Festival Supernova
Harriet Sherwood, en “How the Hamas attack on the Supernova festival in Israel unfolded” como fuente a Haaretz, afirmó: el festival Supernova Trance, acabó de manera trágica e inesperada (The Independent, 9/octubre/23). En el kibbutz Re’im, cerca del kibbutz Be’eri 260 personas fueron asesinadas. El festival empezó el viernes, hasta el amanecer del sábado, a solo 3 millas de Gaza. Según el testimonio de Ortel, la fiesta seguía a todo vapor. De pronto aparecieron en el cielo pequeños puntitos negros que comenzaron a hacerse grandes. Los jóvenes comenzaron a filmarlos con sus celulares. Pronto quedó claro que eran parapentes motorizados. Hombres armados con uniformes militares abrieron fuego desde el aire. La música se mezcló con los disparos y pronto comenzó a sonar la alarma antiaérea y empezaron a escucharse explosiones.
Al principio creyeron que las detonaciones eran parte de la música, pero pronto comenzaron a sentir los disparos. Mucho corrieron a sus autos a través de las dunas del desierto, pero se encontraron con milicianos en uniforme militar que les disparaban antes de que pudieran llegar. Gili Yoskovivh se escondió en un árbol frutal y se hizo la muerta. Estuvo ahí 3 horas: “sin moverse, sin llorar, sin respirar fuerte”. Según su testimonio, se decía: “ok, voy a morir, tranquila, respira, solo cierra los ojos”. El Servicio Israelí de Rescate dijo haber recuperado 260 cuerpos en el lugar. Algunos familiares comenzaron a llevar cepillos de dientes o peines a la estación de policía cercana a Ben Gurion, para la eventual identificación de sus familiares con muestras de DNA.
La postura del gobierno mexicano
Al día siguiente, en una rápida y desde mi punto de vista acertada reacción, el 8 de octubre el gobierno mexicano, en la página de la SRE dirigida por Alicia Bárcena, condenó inequívocamente los actos terroristas realizados por Hamas y otras organizaciones palestinas. El lunes 10 de octubre el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó los hechos e hizo votos por un arreglo que disminuyera el número de muertos “por venir”, y dijo que México no quiere participar en una guerra, quiere ser un país que contribuya a construir la paz, para evitar que más personas pierdan la vida porque podría haber muchas pérdidas más.
La vida como valor sagrado
Ese mismo lunes durante la mesa redonda virtual “Defender Palestina del Apartheid” organizada por el Centro de Estudios de Eurasia, Silvana Rabinovich, maestra en filosofía por la Facultad de Humanidades, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, doctora en filosofía por la UNAM, y autora de La biblia y el dron dijo que el conflicto no es un tema, es un problema existencial, un dolor enorme. Dijo situarse en un lugar de enunciación marcado por el dolor del ataque contra civiles en Israel y como estudiosa del texto bíblico recordaba, un principio básico emanado de su lectura profética opuesta a su lectura aristocrática: la vida de cada ser humano es sagrada, es lo más sagrado del mundo y todos tenemos la obligación de respetarla.
Me sitúo, agregó, en una ética heterónima, en busca de una justicia que reconoce mis derechos, pero también los derechos de los de aquellos que piensan diferente a mi. Nada justifica poner en peligro o acabar con la vida de un ser humano. No hay bandos, no hay fronteras, todos los seres humanos merecen que se respeten sus derechos. Acto seguido, recordó la enorme importancia de respetar los derechos del pueblo palestino, la relevancia de la legalidad internacional y la devolución de los territorios ocupados y la necesidad de detener la agresión del gobierno israelí contra el pueblo palestino en Gaza.
El bombardeo israelí a Gaza
Según el medio palestino Al Ayyam, a partir del ataque la ocupación militar israelí endureció acremente sus medidas contra la población gazatí.
Las fuerzas de ocupación israelíes colocaban retenes en las carreteras, bloques de cemento, cámaras de vigilancia y puertas de hierro, todo esto el 14 de octubre en las entradas de las ciudades de Cisjordania, en Jericó, Ras al joura y Qarawat Bani Hassan. En Gaza, Israel cortó el agua y la electricidad, desde el 7 de octubre. El domingo 14 de octubre la ONU declaró que 2.5 millones de palestinos, la mitad de ellos niños están al borde de la muerte, si no se suministra agua y se reinstala la electricidad que permite el funcionamiento de sus plantas potabilizadoras.
Según la Agencia para Atención a Refugiados Palestinos, el comisionado general Philippe Lazzarini, dijo que sin combustible comenzarán a morir ancianos y niños. Israel ha lanzado 6,000 bombas contra 3,500 objetivos, en el enclave más densamente poblado del mundo. Además, atacó 23 ambulancias y 15 hospitales, entre ellos el hospital Al Shifa, cerca del campo de refugiados de Al Shati, así como el hospital Al Jabal, cercano al campo de refugiados que alberga a 160 mil personas. La dirección de los hospitales Al Awda y Kamal Adwan dijeron que desoirán la orden de evacuación para continuar, atendiendo a los heridos del bombardeo Israelí.
Ese mismo domingo, la televisora Al Jazeera mostró imágenes tomadas con el celular de una niña que era atendida en una ambulancia que fue atacada por el ejército israelí. Ayuna la reportera de Al Jaazera dijo: nadie puede estar tranquilo en Gaza, aunque los bombardeos son más intensos en el norte, también hay bombardeos en el sur. El ejército israelí, agregó, ha pedido que 1 millón de personas se vaya al sur, pero la evacuación no es fácil, porque no se sabe qué avenidas no han sido bombardeadas, hay mucha gente que ha seguido las instrucciones de evacuación, provocando enormes congestionamientos. Además, señaló también hay bombardeos en la parte central y en el sur, por lo que el avance es muy lento, al no haber electricidad, los celulares están apagados y no puedes consultar internet para buscar rutas, ni preguntar cómo están tus familiares. Hay colas y tensión en torno a las llaves de agua, no se sabe qué decirle a los niños, pero sobre todo hay poca comida para darles, la gente está compartiendo su comida, pero hay poco pan y al no haber refrigeradores, la comida se echa a perder rápidamente.
Según la nota antes citada de The Washington Post, el gobierno de Benjamin Netanyahu mostró la peor falla de inteligencia en la historia de las Fuerzas Armadas de Israel. El primer ministro debilitó a Israel; respondió ordenando “limpiar” las comunidades donde había terroristas de Hamas; y llamó a filas a 350 mil reservistas. Según Uzi Dayan, ex asesor de seguridad del gobierno israelí, el ataque reveló fallas en el liderazgo israelí en todos los niveles; no advirtió el peligro; no defendió las fronteras; no pudo garantizar la seguridad de las comunidades; no manejó bien la crisis de los rehenes.
El gobierno israelí decidió seguir el camino de la venganza ciega y supuestamente “ejemplar” para ocultar su propia ineficiencia. Durante la mesa redonda “Defender Palestina del Apartheid” el doctor Gilberto Conde, de El Colegio de México, dijo que si el gobierno Israelí se propone para mostrar su venganza, debe mantener la proporción de civiles muertos por cada soldado israelí, que es 1 por cada 70 y se preguntó si estamos ante un holocausto anunciado. Creo que existe un solo actor capaz de detener la guerra: la sociedad civil global.
*Analista internacional y catedrático
