El Laboratorio de Medios Audiovisuales organiza su tercer seminario titulado Epistemologías, Estéticas y Poéticas del Cine III, en donde se analizan producciones y trayectorias cinematográficas, “más allá de lo industrial; exploramos otras formas expresivas del cine que a menudo pasan desapercibidas, y en donde exploramos enfoques distintos sobre cuestiones políticas, estéticas e ideológicas”, comenta Viveros en esta conversación, en la cual sentencia: “las películas de Hollywood pueden estar más orientadas a entretener, pero no a provocar una reflexión profunda”.
-¿Cómo percibe lo que parece ser un auge en el cine mexicano? Realizadores ganando premios Oscar; creciente exposición internacional de producciones mexicanas; festivales internacionales realizados en capitales del país; periodistas dedicados a la crítica cinematográfica coinciden que existe proliferación de producción nacionales, pero muy escasa exhibición por parte de las cadenas distribuidoras; el Canal 22.2 dedicados exclusivamente a exhibir al cine mexicano y más programas de crítica cinematográfica parece que en estos años se está prestando más atención al cine.
-Sin duda, estamos siendo testigos de un crecimiento significativo en varios aspectos, y no se limita únicamente al ámbito industrial. Es importante destacar que la industria cinematográfica siempre estará sujeta a las leyes del mercado, que son implacables y siguen una visión neoliberal. Esto se traduce en la búsqueda de beneficios económicos, a menudo a través de la venta de boletos y mercancía relacionada, lo que impulsa la noción del star system y otros enfoques comerciales. El cine mexicano a menudo aspira a reflejar el modelo de Hollywood, lo cual ha sido evidente incluso en la época de oro del cine mexicano.
Sin embargo, nos interesa va más allá de lo industrial. Nos centramos en explorar otras formas expresivas del cine que a menudo pasan desapercibidas. Reconocemos que los espacios para estas formas de cine pueden ser limitados y que no necesariamente se abrirán fácilmente. Pero creemos que los seminarios como los nuestros (UACM) pueden contribuir a la reeducación de los espectadores. Este tipo de cine, a menudo atrae a un público que busca una experiencia cinematográfica más profunda, una audiencia que está dispuesta a reflexionar y cuestionar. No digo que la gente que ve cine industrial no piense, pero a veces las películas de Hollywood pueden estar más orientadas a entretener que a provocar una reflexión profunda.
En contraste, el cine que exploramos en nuestros seminarios suele ofrecer puntos de vista distintos sobre cuestiones políticas, estéticas e ideológicas. Estos discursos pueden desencadenar un cambio en la forma cómo las personas ven el mundo. Entendemos que nuestro trabajo es como el de hormigas: no va a tener un impacto inmediato en las masas. Sin embargo, es parte de un esfuerzo continuo para fomentar un entendimiento más profundo del cine y su historia, para revivir propuestas valiosas que a menudo quedan en el olvido. Creemos que es importante que más personas conozcan estas perspectivas y se involucren en estas discusiones.
Por ejemplo, es fascinante recordar un momento inédito en la historia del cine cuando, en 1936, todo el proceso cinematográfico, desde la concepción hasta la distribución y exhibición, quedó en manos de los obreros (Guerra Civil española) durante un breve período. Esta es una hazaña que es poco probable que se repita en la vida actual debido a la influencia de las grandes empresas y las plataformas que uniforman el discurso. Esta uniformidad no nos parece saludable. Los discursos cinematográficos deben ser diversos y multifacéticos.
Viveros Barragán, responsable del Laboratorio de Medios Audiovisuales, se refiere a los seminarios que desde la Universidad Autónoma de la Ciudad de México organiza junto con otros especialistas en cine como Armando López, Rodrigo Martínez, Bianca Sales, Graciela Gayón y Gabriel Herrera, en donde analizan con profundidad el neorrealismo italiano, la influencia del realismo italiano en el Nuevo Cine Americano, el formalismo soviético desde la perspectiva de los maestros del documental y la discusión sobre el cine como arte a principios del siglo XX. “Además, lo vinculamos con el nacimiento del cine desde la cámara objetiva y el cine científico. Estos son temas que rara vez se abordan, especialmente en las escuelas de cine”, agrega.
El seminario, cumple ya su tercera edición y se denomina Epistemologías, Estéticas y Poéticas del Cine III, que inició el 4 de octubre, pero que se prolongará hasta diciembre.
-En esta edición hay una clara influencia filosófica. Varios de los profesores son filósofos, guionistas y cineastas. La pertinencia radica en la necesidad de seguir reflexionando sobre el cine, no solo como lenguaje, sino como discurso y forma de expresión. Exploramos sus posibilidades y las diferentes corrientes cinematográficas, cineastas y posturas que han aportado distintas formas de entender el mundo y el lenguaje. Esto es fundamental, ya que, en el ámbito académico, la tendencia suele enfocarse en la práctica y lo tecnológico, dejando de lado aspectos teóricos cruciales.
Por ejemplo, el formalismo soviético y su concepto de montaje pueden enriquecer la forma de editar y montar, transformando incluso la forma de utilizar el lenguaje. La universidad debe ser un espacio donde se construye conocimiento en todas las áreas, y en México y América Latina, estos espacios son escasos. Creemos que estas discusiones deben llegar a quienes deseen aprender y reflexionar sobre ellas.
Es un espacio de diálogo donde hemos tenido experiencias muy enriquecedoras con invitados especiales. Por ejemplo, Iván Trujillo, quien además de ser el director de TV UNAM, tiene una larga trayectoria como cineasta y biólogo. Recuerdo que Iván, debido a su experiencia en materias que estudié durante mi maestría, se destacaba como uno de los pocos con un conocimiento sólido sobre cine científico en nuestro país. Había traducido un fascinante libro de Virginia Tosi sobre los inicios del cine científico, acompañado de un documental homónimo. Lo invitamos y le pedimos que preparara una clase sobre cine científico. Nos brindó material inédito de finales del siglo XIX y principios del XX relacionado con el cine científico, una experiencia verdaderamente impactante. Estos conocimientos son bastante complejos y difíciles de encontrar en otros lugares, ya que no suelen formar parte de los programas en instituciones como el CUEC o el CCC. Desde mi perspectiva, esto subraya la importancia del seminario.
– ¿Cuáles son sus expectativas como ponentes respecto a lo que los participantes obtendrán?
-Revisitar obras de gente que podría estar medio perdida en términos fílmicos, cosa que nos preocupa mucho, siempre frente a esa dieta cinematográfica que nos ofrecen las cadenas exhibidoras que nos obligan a ver diez películas gringas, ahorita hay que ver Barbie y luego Oppenheimer, lo que está de moda. Esto que digo está bien y están buenas las películas, pero el asunto es que hay muchísimo más fílmicamente.
-El seminario es abierto o va dirigido a gente especializada.
-Está abierto a cualquiera, pero por la naturaleza de las discusiones y los temas, suele atraer a un público más interesado. Durante el seminario, se volverá a presentar el libro Cine, discurso y estética, reflexiones desde la multidisciplina, que coeditamos con el Fideicomiso para la Promoción y el Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México, que dirige Cristian Calónico, cineasta, profesor y organizador de festivales, como Contra el Silencio, Todas las Voces, el más antiguo de la capital, antes que se crearán otros como “los ambulantes” y DOCS, y toda esa cosa.
(Carlos Padilla Ríos)