Yengny Marisol Silva Laya, nuevo miembro de la junta directiva de la UAM
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Yengny Marisol Silva Laya, nuevo miembro de la junta directiva de la UAM

La falta de innovación pedagógica “es un lastre que hemos cargado por décadas en la enseñanza superior y la pandemia vuelve a poner el tema en el centro” haciendo surgir nuevos desafíos para alcanzar una educación inclusiva y de calidad, señaló la doctora Yengny Marisol Silva Laya, designada hoy como miembro de la Junta Directiva de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en la sesión 482 del Colegio Académico de la Casa abierta al tiempo.

En su presentación ante los miembros colegiados –el pasado 23 de septiembre– afirmó que la contingencia por el coronavirus COVID-19 ha impactado de manera significativa “todas las dimensiones de nuestra vida y la dinámica escolar no es la excepción, pues ha visibilizado y profundizado las desigualdades sociales”, en particular las brechas tecnológicas, que han imposibilitado la atención a distancia de voluminosos sectores formativos.

Producto de las crisis sanitaria y económica desatadas por la enfermedad, se prevé un abandono escolar de 800 mil alumnos del nivel medio superior –que de suyo atravesaba problemas de retención y acceso– así como de 593 mil del superior, lo cual “nos pone en alerta frente al reto de llegar a 50 por ciento de cobertura”, que se ha mantenido en este sexenio.

Si bien todas las universidades tuvieron que reaccionar rápido para pasar de clases presenciales a virtuales o remotas para la UAM el esfuerzo ha sido mayúsculo, pero la respuesta eficaz en el apoyo a los jóvenes más desfavorecidos mediante la distribución de computadoras, lo que permitió vencer la barrera de conectividad que siguen enfrentando grandes segmentos de la población. El Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER) dotó de certeza sobre la manera de enfrentar las condiciones impuestas por la crisis de salud.

En este contexto emerge con claridad la necesidad de la habilitación pedagógica para potenciar, tanto el papel del profesorado como del estudiantado en el mejoramiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje y, en ese sentido, una apuesta fundamental es aprovechar lo mejor de la presencialidad y las posibilidades de la virtualidad.   

En el primer caso es fundamental recuperar y transitar hacia escenarios de colaborativos y dialógicos; propiciar el desarrollo del pensamiento crítico, la atención a lo emocional y lo socioafectivo, así como la relación entre lo aprendido y la realidad vivida, puntualizó Silva Laya, quien sustituirá en la Junta Directiva de la UAM a la doctora Ana Rosa Pérez Ransanz, quien termina su periodo por ministerio de ley.

En cuanto a la modalidad virtual es preciso evaluar qué posibilidades ofrece; reforzar la autorregulación del aprendizaje y la interconexión con diferentes grupos y regiones; el acceso a una diversidad de recursos; el desarrollo de competencias para buscar y seleccionar información, así como para la creación y la imaginación, entre otras.

Para ello “requerimos innovación pedagógica y acciones intersectoriales para la mejora de la infraestructura de las instituciones públicas en equipamiento y conectividad, pero también en la capacitación del profesorado, así como impulsar el compromiso con la sustentabilidad como un principio fundamental para enfrentar la crisis socioambiental”.

Ante la necesidad de combinar presencia y distancia, la innovación no consiste en el uso de la tecnología, sino en “la construcción de escenarios donde aprovechemos lo mejor de ambas. Es preciso evitar el riesgo de convertir el medio en el fin y, más aun, que el acceso a medios digitales se transforme en una causa adicional de desigualdad pedagógica”. 

Silva Laya es pedagoga con Doctorado en Educación y directora de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, donde es profesora investigadora. De 2013 a 2018 dirigió el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la misma escuela. Su investigación se enfoca en las líneas de equidad y justicia en la formación, primer año universitario, calidad y evaluación de la enseñanza y políticas de instrucción superior.

Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II; forma parte de diversos consejos académicos internacionales, así como de distintos comités de evaluación académica, entre ellos los premios Pablo Latapí Sarre –convocado por la Universidad Nacional Autónoma de México– y a la mejor tesis de la ANUIES.

Además cuenta con editoriales en la publicación Archivos analíticos de políticas educativas y fue integrante del comité directivo del Consejo Mexicano de Investigación Educativa para las comisiones de las revistas Perfiles educativos, Mexicana de investigación educativa y Mexicana de educación superior.

En 2018 fue Visiting Research Fellow en la Universidad de Bath, de Gran Bretaña. Ha participado de manera activa en la consolidación y el fortalecimiento de la deliberación sobre la política pública pedagógica.

Ha colaborado con organizaciones orientadas al mejoramiento del desempeño del sector, incluido el Observatorio de la Educación, el Consejo Técnico de Difusión y Uso de Resultados de la Evaluación Educativa y la comisión conformada por la ANUIES, en 2016, para la elaboración de una iniciativa de ley de instrucción superior.

También ha publicado numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, entre los que destaca La dimensión pedagógica de la equidad en educación superior. Es autora del libro Dilemas y desafíos de la equidad en la educación superior, el caso de la UACM, que está en prensa, entre otros.

8 de octubre de 2020