Reveles, referencia del periodismo de investigación
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Reveles, referencia del periodismo de investigación

Marta Durán de Huerta

Pepe tomó su rasuradora y como todos los días la pasó por su barbilla, sus mejillas y la cabeza. El “aparatito” de pilas ronroneaba cuando interrumpí el ritual que combina higiene personal y “masajito”. 

– “¡Mira a tu público!”, le dije. Al darse la vuelta, Pepe vio el enjambre de chamaquitos tojolabales, hipnotizados por ese cuadro tan bizarro ante sus ojos. Nunca habían visto una rasuradora, ni mucho menos a una persona sin cabello. 

El mejor periodista de México, el maestro de todos nosotros, apenas llegó a la Selva Lacandona fue merecedor de un nutrido grupo admiradores de su cabeza. 

Los niños y niñas querían tocar su cráneo, acariciarlo para “ver como se siente”. 

Jan Albert Hootsen, Pepe Reveles y yo habíamos llegado a La Realidad para la celebración del 20 aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Arribamos con enormes maletas llenas de medicamentos para la clínica zapatista. Era irónico que Pepe, que toda su vida ha reporteado y escrito sobre, corrupción, crimen organizado y desaparecidos, de pronto estaba enun territorio donde, en ese entonces, no había narcos, jueces vendidos, racismo, clasismo o violencia. Estábamos en un lugar donde la ley de la selva significa una democracia participativa, horizontal y transparente. Desafortunadamente, hoy día los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, pelean a muerte por el control de la frontera sur y de todo lo que les pueda dejar dinero. Los zapatistas están en medio de ese fuego cruzado. 

La generosidad 

Pepe es muy generoso. Ayuda a todo el que lo necesita. Comparte su sabiduría y sus contactos. Yo quería corresponderle, agradecerle de alguna manera y se me ocurrió que un viaje al corazón del zapatismo le interesaría. Así fue. También hice las gestiones para dar conferencias y entrevistas en Alemania y Holanda. 

Pepe y Edith, a pesar de vivir juntos por mucho tiempo y de tener una hija de ocho años, decidieroncontraer nupcias para simplificar trámites; se casaron e hicieron un fiestón. La novia lanzó el ramo y Pepe tomó la palabra. Para nuestra sorpresa no habló del amor o la familia, sino del crimen organizado, su mero mole. Nos mostró con mucha alegría y satisfacción su más reciente libro que acababa de salir de la imprenta: Levantones, narcofosas y falsos positivos, editorial Grijalbo, con un prólogo de Edgardo Buscaglia. 

Algunas horas después de la fiesta, todos crudos, fuimos a la presentación del libro en la Feria del Libro del Zócalo y 24 horas después, volamos a Berlín. Günter Meyer, mi esposo, ya nos esperaba en Alemania y bromeaba con que Pepe pasaría su luna de miel con nosotros y no con Edith. Empezó la gira y Pepe en cada ciudad tenía admiradores que no querían acariciar su cabeza sino estrechar su mano y conseguir alguno de sus doce libros. 

Incredulidad 

En ese entonces yo era corresponsal de Radio Nederland en México. Proponía temas y en la redacción decidían qué reportaje desarrollar. Mi problema es que mi jefe no me creía. Wim es un hombre de buen corazón al que le falta la maliciade cualquier jefe de redacción mexicano. No podía creer que un gobernador había vendido la plaza a dos cárteles al mismo tiempo o había querido deshacerse de papeles comprometedores, pero el incendio intencional había alcanzado una bodega que funcionaba como guardería, propiedad de los parientes del Presidente. No me creía que un casino fue incendiado con clientes adentro por no haber pagado la extorsión, y un largo etcétera. Las explicaciones y argumentos de Pepe hipnotizaron a la redacción de Radio Nederland. Mi incrédulo jefe hacía pregunta tras pregunta hasta que por poco perdemos el avión a México. Wim nos tuvo que llevar en su coche al aeropuerto. 

Memoria 

Pepe tiene una memoria asombrosa; recuerda al detalle sucesos, nombres, fechas, caras. Sabe qué es lo que hay que buscar en un expediente policiaco; encuentra al instante contradicciones en las declaraciones o inconsistencias en los datos; con su fabulosa red de contactos resuelve muchos casos antes que la policía. Egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, desarrolló un olfato periodístico impresionante; ve temas donde los demás no; honesto, incorruptible y muy inteligente, es la némesis de políticos corruptos, mañosos y delincuentes de cuello blanco. 

Pepe es de los primeros periodistas que acompañaron a las familias buscadoras de los desaparecidos políticos y de los encarcelados injustamente. Antaño, esos temas no interesaban a la prensa convencional; hoy día, son ineludibles. 

Como defensor de los derechos humanos, Reveles es una referencia obligada para otros periodistas e investigadores. Todo mundo lo busca para entrevistarlo porque él puede arrojar luz a cualquier asunto por más enredado que sea. 

El pasado 8 de enero, Pepe Reveles cumplió 80 años de edad. Le dio 80 vueltas al sol. Celebremos 80 años de aventuras, vivencias, enseñanzas, aprendizaje, experiencias, de chistes a la mano y fascinantes investigaciones. Feliz cumpleaños querido Pepe.

 *Periodista y doctora en Sociología

22 de marzo de 2024