Lawfare, golpe de Estado en nombre de la ley
Principales

Lawfare, golpe de Estado en nombre de la ley

1. El anglicismo lawfare se utiliza para definir el proceso que se realiza contra los gobiernos populares desde el poder económico de cada nación con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, de un golpe de Estado en nombre de la ley.

2. Como el asesinato de líderes políticos o el golpe de Estado son muy impopulares, desde el gobierno de Estados Unidos se ha creado un camino utilizando al Poder Judicial para tirar a gobiernos legítimamente constituidos.

3. El Poder Judicial es muy conservador y corrompido. Éste, de la mano de los medios masivos de comunicación que siempre están con el poder y con los fuertes intereses del gran capital, generan una campaña de desprestigio en contra de gobernantes comprometidos con su pueblo.

4. Se les acusa de corrupción o de vínculos con el crimen organizado, se les abre un proceso judicial o un proceso político desde el Poder Legislativo para lograr su remoción.

5. La justificación de la remoción se construye durante semanas de golpeteo mediático con las acusaciones antes mencionadas. Se combina con presiones económicas a la población que van desde el alza de precios hasta la utilización de demandas populares sentidas donde la derecha se monta, como el feminismo o el repudio a la inseguridad; y se desata el proceso que busca el denuesto y la caída del gobierno, objeto de esta ofensiva.

6. El camino lo han desarrollado en diversos países de Latinoamérica, con variantes en cada caso. Luiz Inácio Lula da Silva, por citar un ejemplo, fue acusado de corrupción y encarcelado injustamente para cerrarle el camino a la presidencia hace cuatro años en Brasil. La campaña de medios fue brutal. Lula había sido declarado culpable antes de que el Poder Judicial emitiera la sentencia.

7. En el caso del presidente Evo Morales, se armó una campaña terrible denunciando un falso fraude electoral con el que se acabó justificando el golpe de Estado contra su gobierno. Vale añadir que las campañas de medios no sólo son nacionales sino que se llevan a cabo en todo el Occidente.

8. En Perú se utilizó al Congreso para materializar un golpe de Estado en el nombre de la ley. El presidente electo por el pueblo, Pedro Castillo, se encuentra en prisión y su pueblo vive una brutal represión que los medios de comunicación nacionales y extranjeros callan; de la misma manera que en su momento promovieron con toda su fuerza la justificación de la caída del depuesto presidente peruano. Lo mismo hicieron con Dilma Rousseff en Brasil y con el presidente Fernando Lugo en Paraguay. Aunque en estos dos últimos casos los exmandatarios se hayan librado de ir a la cárcel. Pero sus carreras políticas y sus prestigios fueron destruidos en sus respectivos países.

9. En Venezuela lo han intentado de todas las formas posibles y no han podido. Desde el golpe militar burdo y llano, hasta el lawfare en todas sus variantes. De hecho, ese país ha experimentado todos los procedimientos en su contra. Únicamente Cuba ha sido más golpeada por el gobierno de Estados Unidos.

10. México, nuestra patria, no es para nada la excepción. Desde la embajada de Estados Unidos se complota permanentemente y desde ahí, desde el primer segundo del mandato del compañero presidente Andrés Manuel López Obrador, se impulsa el lawfare. Es más, Arantxa Tirado plantea en su libro del mismo título, que Rosario Robles. Quizás el primer caso de lawfare en México fue el desafuero realizado contra el entonces jefe de gobierno López Obrador en 2004-2005.

11. Sin duda, las campañas de linchamiento permanente de que fue objeto López Obrador como líder opositor son variaciones del mismo tema y ahora, ya en la Presidencia, todos los días enfrenta campañas de desinformación, denuesto, intriga, descalificación y golpeteo sistemático y constante.

12. Si bien una de las fuerzas de López Obrador es su probidad, no han dejado de intentar el camino de acusarlo de corrupto, ya sea a él o a sus familiares. No han cesado en ello, y han insistido en querer vincularlo al narco.

13. Sumado a lo anterior, se presiona con aumentos de precios en productos de consumo básico para generar irritación en la población; se montan campañas de intriga permanente, planteando incumplimiento de compromisos de campaña información totalmente falsa-. En el caso mexicanose ha sumado la intriga del ataque de nuestro gobierno a la democracia, a la libertad de expresión y de que se vive una dictadura disfrazada. Aunque pensándolo bien, se usa en todos los casos y no sólo en México. Se insiste en meterle miedo a la población diciendo que el país va a camino al desastre. Mentiras monumentales que a fuerza de ser repetidas, algún sector de la población hace suyas y que son la base para justificar un golpe de Estado «en nombre de la ley».

14 Hablar de golpe de estado en nombre de la ley es un eufemismo, es una mascarada que se usa dándole un barniz de le, antidemo golpismo, a un proceso ilegal, autorización, datidemocrático insidioso y perverso al que busca dársele una legitimidad y legalidad de las cuales carece de manera absoluta. Las mentiras son muy burdas, pero se repiten en todos los medios de comunicación de manera homogénea y machacona. A tal grado que un sector cautivo de la audiencia las hace suyas.

15. No se puede explicar de otra manera la asistencia al Zócalo de la Ciudad de México de un sector de la población apoyando a fuerzas opositoras profundamente corruptas, que empobrecieron al país de manera brutal durante las últimas tres décadas y que malbarataron el patrimonio nacional hace apenas algunas días e irónicamente, durante la misma semana en que un tribunal de Nueva York declaraba culpable a Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno usurpador de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, en el periodo del año 2006 a 2012.

16. A pesar de que existen estudios académicos serios sobre el lawfare como el de Arantxa Tirado y otros especialistas que acreditan el camino seguido por las fuerzas políticas de derecha, aliadas a poderosos intereses económicos nacionales y extranjeros, subordinados todos ellos al gobierno de Estados Unidos, los gobiernos populares no retoman la experiencia ni presentan un esquema para enfrentar estas ofensivas.

17. Cada gobierno popular se defiende de la mejor manera que puede y considera conveniente. En el caso mexicano, si bien han sido eficaces las cotidianas carencias de prensa realizadas a primera hora del dia, conocidas como «mañaneras» y encabezadas por el compañero presidente López Obrador, la ofensiva es tan consistente y generalizada en todos los medios de comunicación que las famosas «mañaneras» acaban siendo una herramienta aislada e insuficiente.

18. Considero que toda comunicación desde un gobierno que sirve a los intereses del pueblo debe acompañarse de la organización popular democrática de los más amplios sectores de la población. Para decirlo claro, considero que en nuestra patria hace falta la organización de trabajadores, campesinos, mujeres, jóvenes, profesionistas, pueblos originarios, empresarios, artistas, más un largo etcétera, una organización para la politización y para la lucha. No se trata de una organización en abstracto, se trata de impulsar el cambio, defender al gobierno del pueblo y profundizar los procesos de transformación que se encabezan desde el gobierno mismo.

19. Quizá debí empezar señalando que lejos estoy de ser un especialista del tema, pero que es evidente que el proceso golpista en el caso mexicano no ha cejado en su empeño y se agudizará conforme nos acerquemos al proceso de elección del nuevo periodo presidencial en 2024.

20. Tampoco tengo duda que la derecha se empeñará en fortalecer su proceso de golpe de Estado en nombre de la ley con el nuevo gobierno que, no tengo duda, encabezará nuestro movimiento conformado por la Coalición «Juntos Hacemos Historia» integrada por los partidos Morena, PT y Verde. Por ello es fundamental la unidad del pueblo, la unidad del movimiento y la unidad de los partidos del movimiento, y que la persona que asuma la candidatura de nuestro movimiento tenga un enorme respaldo popular. También es básico que nuestro gobierno insista desde todos los espacios en desnudar la campaña golpista de la derecha.

21. En el caso mexicano, el Poder Judicial mantiene provocaciones permanentes de desestabilización y descrédito a nuestro gobierno. Las recientes sentencias que declararon inocente a Rosario Robles de actos de corrupción gravísimos que despojaron al país de cinco mil millones de pesos destinados a los más pobres; el amparo otorgado al exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca de Tamaulipas o la liberación de las cuentas bancarias de la señora Linda Cristina Pereyra, esposa de García Luna, el mismo día y a unas horas de que el jurado neoyorquino lo declarara culpable de delitos de crimen organizado y venta de cocaína, son algunos claros ejemplos de lo que señalo.

22. Volviendo al tema general, el gobierno de Estados Unidos, las oligarquías nacionales y extranjeras con el manejo de los medios de comunicación y el Poder Judicial, han logrado un entramado que usan para buscar que un sector de la población apoye esta nueva forma de golpe de Estado contra gobiernos elegidos democráticamente y que sirven, más allá de las críticas legítimas que pueda hacérseles, a los intereses de sus pueblos.

23. Los peligros que acechan a nuestro movimiento están a la vista. Las maneras de superarlos son: la unidad, una mayor politización del pueblo y un nivel de participación y compromiso muy fuerte de éste. Los enemigos son poderosos, pero en el caso mexicano la indignación producto del hartazgo de la población por los niveles monstruosos de corrupción y de impunidad se han convertido en un motor de conciencia y de lucha del pueblo que difícilmente podrá ser detenido. En México, el último golpe de Estado crudo y duro fue realizado en 1913 en contra del presidente Francisco I. Madero. Le costó no solamente el cargo y la libertad sino también la vida, junto al vicepresidente José María Pino Suárez. El ejército que dio ese golpe de Estado, fue barrido por una revolución popular que creó su propio ejército. Esas fuerzas armadas subsisten hasta la fecha y en toda su historia nunca han promovido un golpe militar.

24. Pero el lawfare sigue su marcha en México y hay compañeros y compañeras que parecen no ver dicho proceso. Reitero mi convicción de que no podrán lograrlo, pero mucha tarea por delante tenemos que realizar para mantenernos firmes y victoriosos al frente de la conducción del gobierno de nuestra nación.

Gerardo Fernández Noroña -Político y sociólogo mexicano

22 de febrero de 2024