Zhang Zhan, la abogada que transmitió en directo por redes sociales desde Wuhan, China, el confinamiento por la pandemia de COVID-19 y posteriormente fue encarcelada “por provocar disturbios”, hoy se debate entre la vida y la muerte.
La periodista fue privada de su libertad en mayo de 2020 por las autoridades chinas por poner en evidencia la ineficacia del sistema público de salud ante la pandemia de coronavirus, y en la actualidad se encuentra recluida en una prisión para mujeres en Shanghái.
Desde su detención, Zhang se ha negado a ingerir alimentos como forma de protesta en contra de su injusto encarcelamiento, e incluso ha llegado a pesar menos de 40 kilogramos.
Además de la privación de su libertad, la abogada ha sufrido otras represiones del gobierno, como no poder recibir la visita de sus familiares, llevar un juicio penal poco apegado a las leyes chinas y ser alimentada a la fuerza a través de tubos nasales.
Su familia expuso su preocupación, ya que a finales de julio pasado fue hospitalizada por una desnutrición severa; asimismo, desde diciembre del año pasado ha tenido que desplazarse con una silla de ruedas.
Diversos organismos internacionales, que incluyen a Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras, exigen la inmediata liberación de Zhang al considerar que su caso es un crimen en contra de la libertad de expresión y los derechos humanos, ya que podría perder la vida.
Zhang Zhan fue postulada a los premios a la libertad de prensa 2021, otorgados por la organización Reporteros sin Fronteras, en la categoría de Coraje, por su heroica labor al informar al mundo qué es lo que realmente estaba aconteciendo en su país.
(AMFP)
