Caso abierto, manotazo de MVS
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Caso abierto, manotazo de MVS

Un año después del manotazo autoritario que al interior de su empresa aplicó Joaquín Vargas, para eliminar el 15 de marzo de 2015 al informativo matutino más escuchado de la radio mexicana, conducido entonces por Carmen Aristegui, se consolida la versión de que esa decisión fue política y no económica, por lo menos a corto plazo.

Transcurrieron 12 meses y, al menos la Primera Emisión, no ha recuperado el rating alcanzado por Aristegui antes de su abrupto despido, y mucho menos consiguió obtener, los ingresos que la empresa recibía en la víspera de aquel golpe contra la libertad de prensa. Así lo documenta un texto de Luis Hurtado que en esta edición se publica.

Para despedir a la titular de la Primera Emisión, Carmen Aristegui, la empresa argumentó: “abuso de confianza”. Primero despidió a dos reporteros y luego a la periodista, y con ella se fueron 14 reporteros y colaboradores más, corridos o en solidaridad, como Manuel de Santiago, corresponsal.

Días atrás Aristegui y otros periodistas habían anunciado durante el noticiario, una alianza de la Primera Emisión con el portal MexicoLeaks que no empresa-, para difundir información, y con ese pretexto, la empresa puso en marcha la maniobra.

En realidad, Vargas sólo esperaba un pretexto para eliminar al grupo de periodistas. El reportaje de La Casa Blanca de Peña Nieto, difundido el 9 de noviembre de 2014, elaborado por el equipo de investigaciones especiales de Aristegui, pero no difundido en el noticiario matutino de MVS, constituía una presión contra su empresa, que venía arrastrando varias multas que rebasaban los 50 millones de pesos.

Sin embargo, meses después del golpe de Vargas, al empresario le fue entregado el fragmento de espectro de la banda 2.5, que venía exigiendo desde el sexenio de Felipe Calderón, y que se le había negado.

No es una presunción afirmar que las audiencias de Aristegui siguen a la espera de su regreso. Agraviadas por negarles su derecho a ser informadas por la periodista, salieron a las calles a reclamarlo. El vacío que dejó la eliminación de ese programa no ha sido llenado. Quienes ocuparon su lugar en MVS carecen del sentido periodístico que otorga la independencia y la misión social del periodista.

Los contenidos que ahora se transmiten, en ese horario, sólo reflejan lo pueril de la decisión de Joaquín Vargas. Aristegui presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una queja ante “negación de justicia” por el turbio proceso legal que le impidió hacer valer sus derechos ante el incumplimiento de contrato por parte de MVS.

Está a la espera de la resolución, en un caso oprobioso para la libertad de prensa en este país, y que no obstante, el trascurrir del tiempo y sus diversos capítulos, esta historia, aún no está concluida.

29 de diciembre de 2021