¿Y la democracia apá?
Electoral, Política, Principales

¿Y la democracia apá?

Froylán Espinosa Castañeda

El método de Morena para elegir a sus representantes a puestos de elección popular siempre ha sido muy polémico.

En la historia de estos procesos, la encuesta es la que decide por lo que las competencias han resultado muy interesantes. En algunas, los competidores han aceptado los resultados, sin mayor inconformidad, como en la del 2012: Obrador vs Marcelo. En otra, la del 2018, Sheinbaum vs Monreal, el “perdedor” descalificó los resultados, asegurando que las encuestas estaban dirigidas, amañadas, o que simplemente los sondeos no existieron, que fueron dedazo desde arriba.

En 2023, el método para elegir a los candidatos a la presidencia o a las gubernaturas sigue siendo el mismo. Sin embargo, y gracias a la presión de los aspirantes, este proceso se ha hecho más abierto y transparente. Incluso, para la elección del coordinador a la presidencia, los candidatos fueron quienes propusieron a las empresas encuestadoras, lo que dio mayor confiabilidad al proceso.

Las inconformidades o “anomalías” denunciadas por Marcelo Ebrard las enfocó a cuestiones anteriores a la encuesta sin cuestionar el método, lo que habla de un proceso bien blindado.

Para la elección del coordinador de la Cuarta Transformación de la Ciudad DMX, el método es el mismo: encuesta abierta, metodología preestablecida, empresas encuestadoras aceptadas por los participantes.

Aunque, algunos hechos podrían alterar directa e indirectamente, esta elección democrática. Por ejemplo, la presión del grupo inconforme, llamémosle los duros, o ala izquierda de la izquierda, sería un factor para alterar la esencia de este proceso.

Que Morena haya pospuesto diez días más para dar a conocer los resultados de la encuesta, y por lo tanto al coordinador de la CDMX, muestra que la presión del grupo duro surtió efecto. Al menos para dar la apariencia que se les está tomado en cuenta. Aunque, también exhibe la estrategia marcada para salir de esta “crisis” ante la militancia inconforme.

Ese sería el preámbulo para bajar de la contienda a Omar García Harfuch, con el argumento de dar cumplimiento a la paridad de género, pues este “empate técnico” tan cacareado por el grupo de Brugada (una ventaja de sólo 3 puntos para Harfuch), se adoptaría para ungir como coordinadora a Clara Brugada, según las reglas del partido.

No hay otra explicación para este retraso, el objetivo sería  “enmendar la plana” a la portadora del bastón de mando, por la supuesta “mala decisión “ de elegir a un candidato que según el ala más izquierda de la izquierda ( los puros y castos) pone en riesgo la continuidad de la Cuarta Transformación en la CDMX.

Sin embargo, y de llegar a consumarse este hecho sería muy lamentable, habría un retroceso para esa democracia de la qué tanto se jacta Morena, sería como decir, hágase la democracia nomás cuando son “mis candidatos”.

El proceso para elección de candidato a coordinador del partido es perfectible. Sin embargo, el modificarlo para que sea a contentillo de grupos inconformes lo aleja más de lo perfecto, pues nadie en un razonamiento lógico creerá que se puede dar una remontada o un supuesto “empate técnico” en solo diez días, ¡ y más ! cuando está ventaja de más de dos dígitos ha marcado la misma tendencia. Incluso desde antes  que Omar García Harfuch fuera aspirante.

Vamos a ver cómo se define este proceso. Vamos a ver si la cargada mediática surte efectos. ¡Ojo!, que no dudo y que tengan razón, pues Sabina Berman, Julio Hernández “Astillero”, Hernán Gómez y muchos más, argumentaron y trataron de influir en contra de Harfuch, a través de la narrativa de lo peligroso que puede ser éste, si ganara. Lo que nunca dijeron, sobre este proceso tan bondadoso y perfectible, es que para que el pueblo elija democráticamente a quien más le guste… “no le aunque que se equivoque”.

Twitter: @e_froylan

8 de noviembre de 2023