Sergio Lugo
Varios políticos de izquierda han manifestado su desacuerdo de que el policía Omar García Harfuch sea candidato de Morena para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, yo también. Incluso, en Internet, ya existe la petición en change.org para que él no sea el abanderado del partido guinda, hasta el momento lleva más de 10 mil firmas, fue una iniciativa de Témoris Grecko y otros periodistas.
Él junto con Hernán Gómez y Julio Hernández El Astillero, han denunciado a García Harfuch por sus vínculos con la derecha, con varios argumentos, uno de ellos, es el pasado oscuro de su abuelo Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), con Gustavo Díaz Ordaz, y el de su padre Javier García Paniagua, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y presidente nacional del PRI.
García Harfuch, estuvo cerca del caso Ayotzinapa, no se le culpa de organizar o mandar asesinarlos pero sí de ocultar información. Recordemos que García Harfuch trabajó en la Policía Federal durante el gobierno de Felipe Calderón, su jefe directo fue Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por narcotráfico.
A esto me pregunto, sí García Harfuch sabía de los nexos de su jefe con la delincuencia organizada, ¿por qué no lo denunció? De 2009 a 2012 Fernández Noroña fue Diputado federal por el PT y él en su cara señaló a García Luna por narcotráfico. ¿Qué información tenía Omar García al respecto?
Todo mundo sabía que esa policía era de la más corrupta, sobre todo, durante el sexenio de Calderón. ¿Por qué el ahora aspirante decidió pertenecer a ella? Ahora está comprobado que García Luna protegía al Cartel de Sinaloa, ¿qué sabía Omar García al respecto? ¿También los habrá protegido? ¿Qué tanta confianza le tendría García Luna a OGH para ascenderlo en la policía?
En 2011, se fundó Morena como asociación civil, García Harfuch no es fundador, en ese año todavía trabajaba en la policía de Felipe Calderón, del PAN; tampoco cuenta con antecedente de apoyo a Morena, ni mucho menos de lucha social, no es de izquierda. Trabajó para el gobierno del PAN de Calderón, y después para el gobierno del PRI de Peña Nieto.
Durante el sexenio de Calderón se dio la famosa “guerra contra el narco”, la cual fue un fracaso porque murieron muchas personas inocentes, y se protegió al cartel mencionado, fue una guerra sangrienta para el pueblo, y justamente la Policía Federal no era bien vista por la población en esa época. La gente en general, le tenía más confianza a la Marina. ¿Quién decidió que OGH se fuera a Guerrero y por qué?
Peña Nieto llegó al poder en 2012, y ahí siguió OGH. Aunque no se sabe exactamente en qué fecha fue designado Jefe de la Policía en Guerrero, se dice que estuvo 20 meses, de agosto del 2014 para atrás, entonces le tocó cubrir dos tragedias antes de los estudiantes de Ayotziapa. Fueron los asesinatos de Justino Carvajal Salgado, entonces uno de los dos síndicos de Iguala, -sobrino de Félix Salgado Macedonio-, donde señalan precisamente como autor intelectual, a José Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala. Y en otro momento, de ese año, también fue asesinado el dirigente del PRD Arturo Hernández Cardona, junto con otras personas, donde un testigo asegura que Abarca le dio el tiro de gracia.
Esos casos fueron muy sonados, porque ambos políticos eran muy populares en la región, ¿qué hizo la policía al mando de García Harfuch sobre eso? Como decimos coloquialmente, “la plaza ya estaba muy caliente”, ¿de eso no se dio cuenta el aspirante a dirigir la Ciudad de México? ¿No hizo algo para prevenirlo?
Yo nací en Guerrero, viví en esa época en Taxco, yo ya había militado en el PRD y formé los comités “del gobierno legítimo”, antecedente de Morena, mis compañeros y yo, nos dábamos cuenta de lo que pasaba. ¿Sería posible que Omar García, siendo el jefe de la policía no se dio cuenta de todo ese hervidero?
En 2012, Abarca era el candidato del PRD, a presidente de Iguala, y varios de sus compañeros denunciaron sus vínculos con la delincuencia, entre ellos Justino Carvajal, así que todo apunta a que fue una venganza. Casualmente, hace algunos meses, su hermana Zulma sufrió un atentado en Iguala, ella se salvó, pero su esposo falleció, ella es activista de la campaña de Sheinbaum desde hace tiempo.
Todos los del PRD mantenían cierta distancia del alcalde, debido a sus antecedentes, teníamos que estar con cautela frente a Abarca y a su esposa, sólo hubo dos políticos que siempre estuvieron con él públicamente: Lázaro Mazón Alonso, quien después de la tragedia de Iguala, defendió públicamente su amistad con Abarca, y en 2021 fue candidato a diputado por el PRD junto con el PRI.
Y el otro fue Sebastián de la Rosa, alias “el Zorrillo”, ex dirigente del PRD quien eran de la corriente de “Los Chuchos”, y se dice, que, al poco tiempo, de la tragedia de Iguala, acompañó a Abarca hasta la Ciudad de México, para reunirse con Jesús Zambrano y pedirle su apoyo.
Mazón fue senador por el PRD en 2006, iba ser candidato a gobernador de Guerrero (para el periodo 2015 a 2021), por Morena, pero como él defendió a su amigo Abarca -vinculado con el narco-, AMLO le quitó su candidatura, entonces, Mazón se fue con Luis Walton a Movimiento Ciudadano, éste último también rechazó el ofrecimiento de AMLO, y fue el abanderado naranja a la gubernatura, ambos le hicieron guerra sucia a la izquierda. Ahí anduvo en la “guerra sucia” Ricardo Mejía Berdeja, quien atacó a Morena, y luego traicionó a López Obrador.
Antes de la tragedia de Ayotzinapa, la prensa reportó que Mazón convenció a Abarca para que le donara uno de sus predios al Ejército, en Iguala, y al parecer se llevó a cabo, quizá por ahí debe estar la nota en la revista Proceso.
Ellos junto con el ex gobernador Ángel Aguirre -defenestrado luego de la tragedia de Iguala-, desde el año pasado, apoyaron la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard, pero Walton murió hace unos meses.
De la Rosa fue presidente estatal, y diputado local del PRD, pero siempre mostró una animadversión a López Obrador, y su sumisión a Jesús Ortega y su corriente pro derecha. Durante el gobierno de Abarca, se le veía a la gente de la Rosa, en Iguala, a veces con la esposa del alcalde, se dice que ellos recibían apoyos para dar regalos o dádivas a la gente, a nombre de esa corriente política.
“El Zorrillo” apoyó a Miguel Ángel Mancera para que fuera presidente de México en 2018, y él fuera senador por el PRD y PAN pero perdió. Luego se le vio coqueteando con el PT.
Quién sabe sí estos dos políticos ya dieron su declaración ante las autoridades del gobierno federal, con Encinas, que investigan sobre el caso de Ayotzinapa, pero es interesante ver cómo era el financiamiento de Abarca a varios políticos sobre todo del PRD de “Los Chuchos”, eso ayudaría a comprender el contexto y ambiente político social de Iguala y sus alrededores.
Sí Omar García Harfuch heredó la astucia de su padre, para investigar e infiltrar a la Izquierda, entonces el policía debe tener bastante información sobre la red financiera de Abarca, su familia y sus amigos, ahí es donde debería entrar la Unidad de Inteligencia Financiera, pero sí García Harfuch no hizo nada al respecto, o es un incompetente, o un cómplice en esa red económica.
Y lo mismo se debería investigar política y económicamente a quienes fueron presidentes municipales de los municipios aledaños a Iguala (por ejemplo: Taxco, Tetipac, Cocula, Huiztuco, etc.), en esa época, de 2012 a 2015, lo mismo que a los diputados locales que tenían nexos con Abarca, desde antes ya había crímenes políticos.
La Dirección Federal de Seguridad (DFS), fue la policía política del gobierno del PRI al que sirvió García Paniagua, su hijo García Harfuch debería tener una mínima noción al respecto, sobre el caso de Iguala, cuando él estuvo al frente de la policía en Guerrero. Y ver que tanto esos policías y políticos no tengan enriquecimiento ilícito durante ese periodo.
Habría que preguntarse ¿cuál es la fortuna de García Harfuch antes y ahora? ¿Cuál es su sueldo antes y ahora? ¿Dónde vive? ¿Cuántas propiedades tiene y cómo las adquirió?
Hace poco menos de un año, el periodista de espectáculos Beto Tavira, informó que García Harfuch fue novio de Ninfa Salinas, desde finales de 2021 y que su relación fue de casi un año y medio, pero lo mantuvieron en secreto.
Ninfa Salinas Sada es hija de Ricardo Salinas, ella fue impuesta como diputada y senadora por el Partido Verde, plurinominal de 2009 a 2012, y de 2012 a 2018, su noviazgo es su vida personal, pero aquí vale preguntarse ¿qué le vio García Harfuch a Ninfa?
Ella es neoliberal e hija del segundo hombre más rico de México, además, Ricardo Salinas ha atacado al gobierno de López Obrador, y se ha burlado del físico de la senadora Citlalli Hernández, y está en contra de los libros de texto gratuito. No he visto ninguna crítica de Salinas contra García Harfuch, quizá porque todos ellos son de derecha y están a favor del “libre comercio”, y en contra de los comunistas.
Es casi imposible que García Harfuch se enamore de una mujer de Izquierda, que esté a favor del aborto, y en contra del neoliberalismo. Hace unas semanas le preguntaron a García Harfuch sobre su novia, él no quiso responder. Y casualmente, casi todas sus entrevistas son a modo, por mujeres del espectáculo y chismes, que sólo le preguntan por su aspecto físico, pero no por su ideología. También hay publicidad pagada, en las redes sociales, sobre él o su madre María Sorté, como en el periódico El Heraldo.
Parece que los asesores de García Harfuch sólo quieren explotar el cuerpo y el rostro del pre candidato, al estilo Peña Nieto, teniendo un club de fans de mujeres, para tomarse fotos, pero no para hablar de su ideología política, ni para discutir sobre la izquierda y derecha. Quieren aprovechar la euforia de varias mujeres que están desbordas por García Harfuch y se mueren por un beso, pero evitan debatir sobre política y la lucha social. Así quieren ganar en las encuestas, mucho rostro y poco cerebro.
Regresando al aspecto político en Guerrero, todo eso, era de dominio público, y lo mismo que estaba registrado en la prensa local. Incluso la población se enteraba de varias cosas, porque aparecían narco mantas, por Taxco, y los municipios aledaños a Iguala, como Tetipac, Huitzuco, Cocula, Teloloapan (por cierto, su alcalde de allá estaba custodiado por policías de la PGR, debido al narco, fue muy famoso), a esos policías les decían “Rambos” por su armamento.
¿Qué hizo García Harfuch para advertir al gobierno sobre las actividades de estos políticos y de Abarca? Se supone que tenían cámaras de seguridad, informantes, infiltrados. Se presume que deberían tener servicios de inteligencia ¿no? ¿Habrá hecho reportes al respecto OGH? ¿Dónde están?
Guerrero en esa época era muy peligroso para los luchadores sociales, primero porque era perseguidos por el PAN y después por el PRI, así como por varios que se infiltraron en el PRD y luego en Morena. Por eso no estamos culpando a OGH sobre el asesinato o desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, en Iguala, sino de toda información que sabía sobre el movimiento de los normalistas, así como de Abarca, y de otros líderes, durante su periodo como jefe de la policía en Guerrero.
Los estudiantes de Ayotzinapa siempre han sido vigilados por el gobierno, lo mismo que a los luchadores sociales, y sobre todo en Guerrero, ¿Dónde están esos informes de aquella época? Recomiendo el documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga, de Enrique García Meza.
También el PRI siempre se ha infiltrado en movimientos y grupos sociales. Creo que fue en el 2010 cuando acompañé a mis amigos Cuauhtémoc Sandoval -ex diputado- y a su padre Pablo Sandoval Cruz -quien fue del Partido Comunista-, a la Normal de Ayotzinapa, para que Micaela Cabañas, quitara un busto dedicado a su padre Lucio Cabañas, pero que, irónicamente fue patrocinado por el PRI y que había sido aceptado por unos estudiantes. Por ahí debe estar registrado en la prensa local. ¿García tendrá una lista de infiltrados en Ayotzinapa?
El padre de Omar García Harfuch, fue Javier García Paniagua, quien fue presidente nacional del PRI en 1981, y estuvo a punto de recibir el “dedazo” de su amigo José López Portillo, para sucederlo en la presidencia de la República, al final se decidió por Miguel de la Madrid.
García Paniagua tuvo un cargo muy sobresaliente: la Dirección Federal de Seguridad (DFS) que era la policía secreta de la Secretaría de Gobernación, la cual estaba dedicaba a espiar, torturar, desaparecer y asesinar a estudiantes, líderes de Izquierda y a guerrilleros. Estuvo de 1976 a 1978. Hace un año conocí el edificio de la DFS donde en su sótano torturaban a la gente.
Doña Rosario Ibarra de Piedra, perdió a su hijo Jesús -de la Liga Comunista 23 de septiembre-, en 1975, por órdenes del gobierno, seguramente García Paniagua sabía dónde estaba. Doña Rosario siempre le pedía a Echeverría que le dijera dónde localizar a su hijo.
El 28 de agosto de 1978, Rosario Ibarra, junto a 83 mujeres y cuatro hombres, hicieron una huelga de hambre, afuera de la Catedral Metropolitana, en el Zócalo de la Ciudad de México, le pedían al Presidente López Portillo, amnistía para mil 500 presos y miles de desaparecidos, ahí había madres de Guerrero.
¿Qué información sabía al respecto García Paniagua? ¿Ayudó a esas madres a encontrar a sus hijos? ¿O se quedó callado? La DFS tenía información de activistas, con fotografías, y datos personales. Luego doña Rosario sería candidata presidencial por el PRT en 1982 y 1988, después se hizo amiga de AMLO y le puso la banda presidencial simbólicamente “del presidente legítimo”, en 2006. Murió sin conocer el paradero de su hijo.
García Paniagua fue compañero en el Senado (de 1970 a 1976 duró la legislatura) de Rubén Figueroa, cacique del PRI de Guerrero, quien fue secuestrado por Lucio Cabañas. Seguramente García Paniagua tenía bastante información sobre los guerrilleros que participaron con Lucio, dicha guerrilla se llamaba “El Partido de los Pobres” (PDLP).
Durante los gobiernos de Luis Echeverría y parte del de López Portillo desaparecieron a varios familiares de Lucio Cabañas. ¿Qué información habrá recabado y guardado García Paniagua?
Quiero finalizar con el abuelo de Omar García Harfuch, el general Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional, con el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Varias personas que apoyan a García Harfuch quieren argumentar que su abuelo no participó en la matanza del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, sino sólo el Estado Mayor Presidencial (EMP). En términos prácticos García Barragán le daba las órdenes a los militares sobre qué hacer en México.
Pero se les olvida que García Barragán fue titular de la SEDENA desde 1964 hasta 1970, y durante ese periodo de gobierno, Díaz Ordaz mandó a los soldados a reprimir al pueblo. Hasta el neoliberal Enrique Krauze en su documental de Clío, sobre el mandatario de quijada y dientes prominentes, narra que el Presidente mandó a los militares a reprimir a las manifestaciones de los médicos, y luego a los estudiantes en Morelia, y en Sonora, todo esto previo a 1968.
En el libro Parte de guerra, escrito por Julio Scherer y Carlos Monsiváis, hay información relevante, porque se supone que son las memorias de Marcelino García Barragán, que le fueron entregadas al director de Proceso, de parte de uno de los hijos del general.
Pero lo que no me gusta es que Scherer escribe ahí, que tanto García Barragán como su hijo García Paniagua eran sus amigos. Entonces qué tan bueno puede ser así un libro. Se supone que nunca hablarás mal de tus amigos. Y ¿cómo saber que esas memorias son auténticas? Para mí, García Barragán quiere echarle toda la culpa a Díaz Ordaz y al general Gutiérrez Oropeza (jefe del Estado Mayor Presidencial) sobre el asesinato de estudiantes en Tlatelolco. Según Hernán Gómez Bruera, el primer empleo que tuvo Julio Scherer hijo, fue gracias a García Paniagua.
Aún así en ese parte de guerra o memorias, García Barragán describe cómo y cuándo envío a los soldados para reprimir a los estudiantes, antes del 2 de octubre, sobre todo persiguiéndolos y tomando las instalaciones de la UNAM y el Politécnico. Llama la atención su lenguaje pues llama a los jóvenes “subversivos”, cuando está comprobado que esos estudiantes nunca pretendieron tomar el poder, ni querían tomar las armas en ese momento.
Tampoco creo que un funcionario del gobierno de Estados Unidos, le haya propuesto a Marcelino García Barragán, hacer un “golpe militar” contra su Presidente, pues justamente Gustavo Díaz Ordaz era agente de la CIA y, sobre todo, un anti comunista, conservador, y represor, como Augusto Pinochet, ¿por qué los gringos querrían quitarlo? Creo que, con esas memorias, García Barragán solo se quiere justificar.
Mi amigo Armando Lenin Salgado era fotógrafo, para la revista ¿Por qué?, él tomó varias fotos durante el movimiento estudiantil, en todas está documentado la participación del ejército contra los estudiantes. Él escribió su libro Una vida de guerra, que habla sobre eso, y fue censurado durante el gobierno de Carlos Salinas, del PRI.
Finalmente, regresando a las guerrillas, García Barragán, no menciona que fue él quien siendo titular de la SEDENA y a nombre del Presidente Díaz Ordaz, mandó a cientos de soldados a Guerrero, para exterminar las guerrillas de Lucio Cabañas y a la de Genaro Vázquez, fue una “guerra sucia”, o “de baja intensidad”, de extermino, para arrasar pueblos enteros porque apoyaban a los guerrilleros, sobre todo en la Costa Grande y Sierra de Guerrero -esa guerra la intensificó Echeverría-.
Recomiendo el documental Lucio Cabañas, la guerrilla y la esperanza, de Gerardo Tort, para constatarlo, o pregunten a Consuelo Solís, viuda de Genaro Vázquez, sobre el papel del ejército, aún vive, para contrastar a García Barragán.
Consuelo también fue torturada en Tlaxcoaque, recomiendo un video que lleva ese nombre, producido por Canal 21, y por Fritz Glockner, en ese lugar torturaban a la gente de izquierda. El escritor le llama “el museo del horror, que huele a tortura, a represión”. Durante el gobierno de Sheinbaum se volvió museo de la memoria. García Barragán y García Paniagua, los conocían perfectamente.
Lo que me encanta del libro Parte de guerra, es la especie de ensayo de Monsiváis, porque describe al Presidente Díaz Ordaz y su odio frente al movimiento estudiantil, él también habla del papel del ejército contra los chavos. El Presidente pensaba o inventaba que había una conjura comunista internacional en contra de su gobierno, y él como buen padre de familia, debía reprimir a los jóvenes que les llamaba “alborotadores”. Con su estilo peculiar, “el Monsi”, desnuda la locura y esquizofrenia de Díaz Ordaz, y lo muestra tal como es: un represor.
García Barragán quiso justificar su represión contra los estudiantes y guerrilleros. Su hijo García Paniagua encarceló a varios luchadores o al menos ocultó información sobre los desaparecidos, y el nieto Omar García Harfuch carga esa sombra porque no ha explicado detalladamente qué hizo para ayudar a prevenir la tragedia de los estudiantes de Ayotzinapa, ni para ocultar la “verdad histórica”.
Quizá en unos veinte años, Omar García Harfuch, siguiendo la sombra de su abuelo, se atreva a escribir sus memorias, sobre el caso de Ayotzinapa, para tratar de justificarse.
No entiendo por qué algunos de Morena, lo quieren hacer su candidato. Sí García Harfuch ganara las elecciones y fuera el Jefe de Gobierno, ¿qué haría un 2 de octubre en Tlatelolco? ¿Recordaría a los estudiantes que se manifestaron para tener libertad y democracia? ¿O le rendiría un homenaje al asesino de Gustavo Díaz Ordaz y su subalterno, su abuelo García Barragán?
