Venta de la 97.7 anuncia posible absorción de Grupo Radio Centro; viene recomposición del sector: Francisco Vidal Bonifaz
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Venta de la 97.7 anuncia posible absorción de Grupo Radio Centro; viene recomposición del sector: Francisco Vidal Bonifaz

La venta de la estación 97.7 de Grupo Radio Centro a MVS estremeció al empresariado del sector porque observa su desmembramiento por la crisis económica, agudizada por su obsesión de poseer tv, asegura el economista Francisco Vidal Bonifaz, quien considera que COVID-19 sólo acentúo lo que ya se registraba. “Debe mucho dinero”, advierte.

 Para el catedrático, los empresarios del ramo les “encanta meterse a la grilla” que no resultará porque este gobierno les dio un golpe histórico al reducir la publicidad gubernamental. Del documento con 68 propuestas del sector para reactivar la economía, de plano lo calificó como rancio, viejo y corporativista.

Diego Ríos

-En un comunicado publicado por Juan Aguirre Abdo, se dice que la pandemia del COVID-19 llevó a la insolvencia financiera a Grupo Radio Centro, ¿Qué opina usted de ello?

– No es la única explicación. Ante la ausencia de datos duros, en este momento es muy difícil evaluar a la pandemia. Es posible que tenga un efecto doble, por un lado atrae muchísima audiencia, pero paradójicamente, es probable que se recortaran los presupuestos publicitarios, especialmente de clientes privados. Esta pandemia sólo acentuará los problemas de grupos de medios que ya luchaban por sobrevivir.

-En el caso de Radio Centro vienen de una historia larga de carencias…

-Y de errores, y hasta de obsesiones. Tienen una obsesión histórica por la televisión desde que tuvieron el Canal 13 a finales de los años 60 y lo perdieron a principios de los 70, intentaron regresar. Lo hicieron en una subasta hace años, las primeras que se realizaron donde Grupo Imagen logró ganar una cadena. Radio Centro no pudo hacer el pago de su cadena y se le aplicó una pena por haber participado, ganado y después no pagar. Traen un lastre muy fuerte, especialmente deben mucho dinero en los pasivos de corto plazo

– A partir del 1 de junio la 97.7 pasa a MVS en compañía de las estaciones EXA y Noticias MVS. Por su parte Radio Centro se queda sólo con una estación hablada, La Octava, y las demás musicales, ¿Cómo entender esta visión en los contenidos en la empresa de los Aguirre?

– Es que no tienen muchas opciones, incluso van a pasar Universal a la AM, con todo el problema que eso conlleva porque el sonido de AM no es bueno. La gran apuesta de ahora es La Octava, pero no han logrado consolidar ese proyecto: hay muchos cambios en la programación; suben y bajan. Es una situación muy difícil porque lanzaron el canal de televisión durante una de las peores crisis de los medios en décadas, y eso los lleva a elegir en la radio lo que consideran es más rentable, que son las radios musicales. Les basta con mantener una estación hablada para llenarla sobre todo de noticiarios. A los empresarios de los medios, les encanta juntar un chorro de periodistas para meterse a la grilla, y es lo que están haciendo con La Octava

 Es posible que vendan otras estaciones en provincia, porque tienen varias, y no dudo que si la crisis no amaina, seguirán vendiendo estaciones aquí en la Ciudad de México, que es uno de los mercados más interesantes en el mundo, pero muy venido a menos.

– Grupo Radio Centro ha solventado deudas vendiendo activos, estaciones para seguir operando, pero tiene otras apagadas y el proyecto de TV entró forzado ante la posibilidad de que se le retirara la concesión, ante éste escenario ¿Qué futuro le depara en el corto y mediano plazo a la empresa presidida por Francisco Aguirre Gómez?

– Sí, tienen estaciones apagadas en AM, aunque no son los únicos concesionarios así. Radio Trece está apagada desde hace dos años, y ellos han notificado a la autoridad, ¿que ya se pasaron del plazo? Es culpa de la autoridad que no ha actuado porque al menos ya debieron advertirles públicamente que les podrían quitar la concesión. Pero esto es un problema que se va a generalizar, es una muy mala época para la radio.

La perspectiva en el corto plazo para Radio Centro no es buena y en el largo plazo tampoco, si además consideras la caída en la publicidad del Estado, pues imagínate. Radio Centro podría llegar a una fusión y ser absorbido por otro grupo porque tiene una licencia de televisión que tiene su valor y varias concesiones en la Ciudad de México, y al mismo tiempo, tiene grandes problemas y no se ve de dónde podría conseguir los ingresos que necesita. Generar efectivo para pagar deudas a la larga no deja. Pinta muy mal.

– ¿Existen las condiciones de competencia, aspectos técnicos y financieros para que esta compra-venta sea realidad?

– Sí. Yo creo que no hay ningún problema en cuestión de competencia, incluso perdería fuerza en el mercado de la Ciudad de México la empresa más importante que es Radio Centro. MVS sólo cuenta con dos estaciones, en cambio Radio Mil, Radio ACIR, e inclusive Televisa Radio tienen más estaciones. En todos los medios, especialmente en los electrónicos hay mucha confusión e incertidumbre. Son malos tiempos definitivamente. Es la hora que no reportan sus estados financieros del primer trimestre, por supuesto, Radio Centro, pero tampoco Televisión Azteca.

– ¿Qué opinión le merece la concentración del espectro radioeléctrico en pocas familias, y cómo estos empresarios intentarían influir en las elecciones federales intermedias?

– Hay que tener en cuenta que viene toda una recomposición. La crisis económica que enfrentan los medios de comunicación es de proporciones muy severas, probablemente la más importante en décadas, entonces hay una reorganización muy importante.

Un ejemplo de esto es Grupo Imagen que no ha puesto sus estaciones de televisión, ya debería tener acabada su cadena. No es así y ya le vendió una estación de radio al Heraldo, ¿qué va a hacer la autoridad, se las va a quitar?, ¿Va a cerrar el Excélsior, lo va a vender? Todos andan con severos problemas, es muy grave la crisis. El que quieran participar en política es una constante. A los empresarios de los medios no les encanta la política, les encanta la grilla, porque la política requiere nivel, preparación, no ser mezquino y pensar sólo en el interés personal inmediato, o en el interés corporativo inmediato.

La política es mucho más noble de lo que creemos en México, o de lo que se practica generalmente en nuestro país. Les encanta estar metidos en la grilla para ver que sacan, lo van a intentar, pero van a tener muy poco éxito con este gobierno que les dio un golpe histórico con la caída en la publicidad gubernamental, y los llevó a los niveles de hace diez años. Ahorita los ratings aumentaron por la pandemia, pero una vez que acabe la emergencia la gente regresará a lo que antes oía. Así que no dudo que seguirá cayendo la audiencia de los medios tradicionales. Si los empresarios de los medios le apuestan a gastar dinero tratando de hacer grilla, es un dinero mal empleado y van a perderlo.

– ¿Hay cabida para empresarios de pensamiento progresista en los medios de comunicación privados?

– No, el progresismo en la clase empresarial mexicana es una rara ave, incluso en los periodistas mexicanos. Si uno revisa la historia de la prensa en México verá que los medios de comunicación han sido tradicionalmente conservadores, por no decir reaccionarios, y lo fueron en momentos clave de la historia. Lo fueron contra Cárdenas, lo fueron contra Madero, lo fueron contra Juárez, de Echeverría ni hablo, pero también fueron contra él, y muy conservadores, su sexenio estuvo plagado de lo que hoy conocemos como fake news.

 El progresismo en la prensa no nace en el sector comercial. Éste viene de las comunidades, organizaciones populares y de los ciudadanos que se organizan para difundir sus ideas en todos los medios modernos que sean necesarios para llegarle a la gente. El empresario es profundamente conservador, él no quiere que las cosas cambien, él quiere seguridad y ganar plata.

– La cesión de los tiempos fiscales del poder Ejecutivo a los radiodifusores despertó halagos de los empresarios al Presidente, según ellos, les quitó un impuesto abusivo, ¿Cuál es su opinión al respecto?

– El Presidente renuncia al 40 por ciento del tiempo fiscal que es el correspondiente al Ejecutivo, pero aparentemente no es un tiempo comercializable. En primera, las televisoras tienen límites de tiempo de comercialización de acuerdo con la Ley, y en segunda, las empresas ni siquiera consiguen meter publicidad en los espacios que ya tienen para ese fin.

Lo que está en la discusión es si el Presidente puede hacer uso discrecional de recursos derivados de impuestos, y tengo la impresión, nos guste o no, que la ley dice que sí. Así que no va a prosperar el alegato que hace el INE contra aquel decreto, a menos que la Suprema Corte diga que el Presidente sólo puede mover los impuestos en tal proporción, o que debe ser aprobado por el congreso. Históricamente, los presidentes y sus secretarios de Hacienda ajustan ciertas cargas impositivas a lo largo del año. La discusión de fondo sería ¿Es correcto que el Presidente en cualquier sentido pueda mover de esa manera los impuestos? Más allá de ese tiempo, que no va a aliviar ni a las radiodifusoras, ni a las televisoras. Porque el otro gran problema es que los ratings, a no ser por la pandemia, están para llorar.

En la época que se maquinó este impuesto, por el año de 1968, sólo había una sola estación propiedad del Estado, el Canal Once del Instituto Politécnico Nacional. Ahorita el Estado tiene toda la red y sólo por citar algunos, están el Sistema Público de Radiodifusión, Canal 22, TV UNAM y los sistemas estatales de televisión. Ecn la parte de radio tiene el IMER y Radio Educación que ya está poniendo repetidoras en algunas ciudades. Están todos los sistemas estatales de radio, incluso existen sistemas municipales de radio, súmale a todo esto el Internet.

La discusión más pertinente a propósito de lo que acaba de hacer el Presidente es ¿Cuál debe ser la estrategia mediática del sector público federal, o del Estado mexicano en todos sus eslabones? Ésta debe involucrar a los gobiernos estatales, municipales y además a todas las universidades, porque todos ellos tienen medios electrónicos. El último año de Peña Nieto fueron 8 mil 268 millones de pesos en gasto de publicidad, el primer año de López Obrador fueron 2 mil 900 millones, y para éste año estaban presupuestados 2 mil 400 millones, pero con las restricciones que se lanzaron por el COVID-19, capaz es menos. Esto del tiempo fiscal fue una especie de compensación.

– La primera semana de mayo, el Consejo Coordinador Empresarial presentó 68 propuestas para reactivar la economía, de las cuales, 55 dependen directamente o principalmente de una decisión de gobierno, ¿No es una receta vieja?

– No diría vieja, más bien rancia. Me recuerda el “Pacto de Solidaridad Económica” que en el año de 1986 nos recetaron y a las semanas estábamos en la quiebra, fue una locura. Toda esta concepción corporativista de “nos reunimos las tres cúpulas”, que antes eran la del sector obrero, la patronal y el Estado “para salvar al país”. Ahora ni siquiera tuvieron la decencia de invitar a la representación obrera. Es una fórmula que en México nunca funcionó. Si el sector privado tiene cosas que hacer, que las haga; si el sector público tiene cosas que hacer, que las haga. Hay que entender que no siempre van a estar de acuerdo, y no tienen por qué estar de acuerdo. La fórmula esa vieja corporativista de “vamos a juntar a los tres amiguitos para resolver esto” está absolutamente en desuso, y además, fue muy perjudicial a lo largo de la historia de México.

También deben de tomar en cuenta que está pasando algo inusitado en la historia de nuestro país. Pandemias como ésta afortunadamente no abundan, los historiadores refieren que el antecedente más inmediato es la fiebre española de hace cien años, pero donde se cruza una pandemia de este tipo con una crisis financiera, que ya se auguraba iba a ser fuerte. Es histórico, no tiene punto de comparación. Hay que buscar otro tipo de soluciones y respuestas a estas situaciones inéditas..

5 de abril de 2021