Susan Sontag decía que la imagen de una fotografía es a la vez una presencia y una ausencia. Este es el caso de una fotografía del rostro cálido de Tina Modotti, quien la noche entre el 5 y 6 de enero de 1942 falleció a los 46 años en ese México que arrastraba un despiadado anticomunismo y no toleraba a una mujer libre de decidir sobre su cuerpo y su vida.