Era octubre de 1993. Acababa de regresar de una gira del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari por Bélgica, Países Bajos y Suecia. Fue entonces que el director general de Notimex, Rubén Álvarez, me llamó para informarme que tendría que cubrir las actividades del secretario de Desarrollo Social, Luis Donaldo Colosio, porque era “muy seguro” que sería el candidato presidencial del PRI y que lo seguiría en su campaña.