Diego Ríos
El presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que él no le pedirá a intelectuales y escritores que simpatizan con la Cuarta Transformación, hacer un desplegado a su favor: “eso no, este es un corporativo, este es un ‘agrupamiento conservador’ y es entendible que actúen de esta manera”, así nombró a los 650 firmantes que advirtieron de un supuesto asedio a la libertad de expresión en México, y en consecuencia una “amenaza a la democracia”.
En dicho desplegado se imputa que “el Presidente profiere juicios y propala falsedades que siembran odio y división en la sociedad mexicana. Sus palabras son órdenes: tras ellas han llegado la censura, las sanciones administrativas y los amagos judiciales a los medios y publicaciones independientes que han criticado a su gobierno”.
Por su parte, el presidente López Obrador respondió que los abajo firmantes “se sienten ofendidos cuando deberían pedir disculpas por quedarse callados cuando se saqueó al país. Es demostrable que ellos eran bien atendidos por el gobierno”, y refrendó que en su gobierno no se va “a censurar a nadie”, todos los mexicanos, incluso los promotores de esta publicación “tienen garantizadas sus libertades” indicó.
El desplegado que lleva por título “En defensa de la libertad de expresión” fue considerado entre las notas secundarias de las primeras planas en los diarios Reforma, El Universal, La Razón y Contra Replica. Su presencia en Twitter fue más evidente desde anoche cuando se propaló desde las cuentas de las revistas Nexos y Letras Libres, y de los columnistas Gabriela Warkentin y Javier Risco, quienes no firman el desplegado, pero fueron referentes para los retuits con los que cientos de cuentas alertaron sobre la existencia de una supuesta acción gubernamental que restringe todas las libertades:
“El presidente ha despreciado la lucha de las mujeres y el feminismo, ha despreciado también el dolor de las víctimas por la violencia, ha ignorado los reclamos ambientalistas, ha lesionado presupuestalmente a los organismos autónomos, ha tratado de humillar al poder judicial, ha golpeado a las instituciones culturales, científicas y académicas, y ahora pretende socavar la libertad de expresión”, inculparon sin más prueba que el peso de sus nombres.
Esta mañana, el presidente López Obrador les señaló a los abajo firmantes que “ellos se dedicaron a aplaudir y quemarle incienso a los gobiernos neoliberales”, y advirtió “no somos como los gobiernos que ellos apoyaban, que censuraron a José Gutiérrez Vivó y a Carmen Aristegui, pero que además mantenían una política de control absoluto de los medios de comunicación, con honrosas excepciones”, son: “Pura prensa vendida o alquilada”.
Entre los 650 nombres que sostienen que el Presidente “utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios”, se encuentran periodistas, columnistas y conductores enlistados a continuación:
Ana Francisca Vega – Foro TV, Televisa
Beatriz Pagés – Siempre
Carlos Bravo Regidor – Foro TV, Televisa
Carlos Elizondo Mayer-Serra – Reforma
Denise Dresser – Reforma
Diego Petersen – El Informador, Jalisco
Enrique Krauze – Letras Libres
Federico Reyes Heroles – Reforma
Fernanda Caso – Foro TV, Televisa
Fernanda Familiar – Imagen Radio
Gabriel Zaid – Letras Libres
Héctor Aguilar Camín – Nexos
Héctor Jiménez Landín – El Financiero TV
Humberto Musacchio – Siempre
Isabel Turrent – Letras Libres
José Antonio Crespo – Reforma
Katia D’Artigues Beauregard – El Universal
Lázaro Ríos – Reforma
León Krauze – Univisión, Televisa EU
Macario Schettino – El Financiero
María Amparo Casar – Excélsior
Mario Campos – Foro TV, Televisa
Maruán Soto Antaki – Foro TV, Televisa
Mauricio Meschoulam – Foro TV, Televisa
Pablo Majluf – Letras Libres
Rafael Pérez Gay – Milenio
Raúl Trejo Delarbre – La Crónica
Rolando Cordera Campos – El Financiero
Rubén Aguilar Valenzuela – Etcétera
Rubén Cortés – La Razón
Sara Lovera – Freelance
En el desplegado se advierte que “no se estigmatiza a personas físicas o morales desde el poder presidencial sin ponerlas en riesgo”, sin embargo no se ha conocido que ninguno de los enlistados haya sido objeto de agresiones físicas o amenazas que los pusieran bajo el Mecanismo de Protección a Periodistas de la Secretaria de Gobernación.
Los medios en los que colaboran los comunicadores mencionados no han sido vetados para recibir publicidad del gobierno federal, incluso Televisa sigue siendo quien percibe los mayores ingresos por este rubro, aún en el gobierno del presidente López Obrador, tal como en los pasados sexenios. Sólo en la revista Nexos existe un impedimento legal derivado de una multa de 999 mil 440 pesos y una inhabilitación por dos años otorgada por la Secretaría de la Función Pública por falsear información para obtener un contrato de publicidad en el año 2018.
A ninguno de los “abajo firmantes” se le ha despedido, mucho menos se les ha dejado de publicar en sus respectivos medios por ejercer su trabajo. No obstante, todos avalaron el documento donde acusan al primer Presidente de México emanado de la izquierda de ser quien “agravia a la sociedad, degrada el lenguaje público y rebaja la tribuna presidencial de la que debería emanar un discurso tolerante”, o al menos así lo enmarcaron con sus nombres y reputaciones desde anoche que empezó a circular el desplegado.