En la única votación que se realizó este martes, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunció por la procedencia del amparo a los tres sentenciados por secuestro cuyo caso fue exhibido en el documental Duda razonable.
No obstante, cinco ministros se pronunciaron en contra de las consideraciones del proyecto del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, lo cual haría que la decisión que determine la Corte sólo se aplique a este caso específico y no siente un precedente para asuntos similares futuros.
Aunque el pleno analizó y aprobó de manera unánime la procedencia del amparo, aún no se define si el pronunciamiento será absolutorio o habrá una modificación en la sentencia.
El ministro presidente, Arturo Zaldívar, propuso dejar hasta el jueves próximo la decisión sobre el amparo, con el objeto de que se defina exactamente cuál será el alcance de sus efectos.
Gonzalo García, Héctor Muñoz y Juan Luis López fueron detenidos en junio de 2015 luego de un incidente de tránsito en el municipio de Macuspana, Tabasco, en el que la otra persona involucrada sostuvo que habían intentado secuestrarla. Condenados a 50 años de cárcel, ya cumplieron siete años y seis meses en el reclusorio municipal.
Documental Duda razonable
Duda razonable, documental de Netflix, relata la historia de Héctor Muñoz, Gonzalo García y Juan Luis López, sentenciados por un secuestro que no cometieron. Asimismo, expone las irregularidades, omisiones y violaciones a los derechos humanos de los tres hombres en este caso.
Dirigido por Roberto Hernández (el mismo director de Presunto culpable) y producido por Layda Negrete (hija de Layda Sansores), el documental comienza con un incidente de tránsito ocurrido en 2015 en Tabasco, por el cual detienen a Juan Luis, Héctor y Gonzalo; y al mismo tiempo a Darwin, a kilómetros de distancia de allí.
Son acusados del secuestro de una mujer que sí ocurrió pero que ellos no cometieron; los absuelven pero inmediatamente vuelven a ser detenidos Gonzalo, Héctor y Juan Luis; sólo Darwin no.
El segundo secuestro por el que los aprehenden es un intento de secuestro contra un hombre de identidad reservada, y por ello son sentenciados a 50 años de prisión, pese a la falta de pruebas en su contra.