¿Alguna vez te has preguntado por qué los meses del año, se llaman como los nombramos? ¿Por qué abril o mayo, se les llama así?
Los historiadores nos recuerdan que los nombres de los meses fueron creados en la antigua Roma por los emperadores, aunque en aquella época, la gente se regía por un año con sólo ¡diez meses! Marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Ya, con la influencia de los griegos, los meses aumentaron. En el año 46 antes de Cristo (a.C.) el emperador Julio César, junto al astrónomo Sosígenes, añadieron Enero y Febrero.
El mes de Enero recibe este nombre en honor al dios Jano, del latín iānuārius, dios de las puertas y portones, símbolos para denotar los principios y finales. Razón por la que se le representa con dos caras, de las que, se dice de manera popular, una mira hacia el año viejo y la otra al año por venir.
Por otro lado, Febrero, del latín februārĭus mensis, que se traduce literalmente como “el mes de la expiación/purificación”. Alude a las festividades religiosas dedicadas al dios Plutón, en las que se realizaban ofrendas o exvotos con el fin de obtener la pureza. Recordemos, frebruo, februare, significa “purgar”, “purificar”, “expiar”.
La palabra Marzo proviene del latín martius, que es relativo significado de “relativo a Marte”, refiriéndose al dios de la guerra.
Abril, del latin aprilis y a su vez del griego aphro, proviene de un acortamiento de Aphrodite, es decir, Afrodita, diosa de la belleza.
Mayo, del latín maius, tiene su origen en la diosa Maia de la primavera, a quien se ofrecían sacrificios al iniciar el mes.
Finalmente, Junio, del latín iunius, refiere a la diosa Juno, esposa de Júpiter y relacionada al matrimonio.
El resto de los meses reciben su nombre por su número de aparición: Septiembre, por ejemplo, refiere a ser el séptimo mes y de allí su nombre septem, 7 en latín.
Octubre, del latín octo, refiere a ser el octavo mes. Noviembre, del latín novem, por ser el noveno; y Diciembre, del latín decem, por ser el décimo. Esto, recordemos, referente a la antigua ordenación de los meses cuando aún no se añadían enero ni febrero.
Esto mismo ocurría con Julio y Agosto, pues antes de tener estos nombres se llamaban Quintilis (quinto) y Sextilis (sexto), pero fueron modificados en honor a los emperadores romanos Julio César y Augustus respectivamente.
