Periodistas afganos piden solidaridad internacional
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Periodistas afganos piden solidaridad internacional

Más de 103 periodistas afganos difundieron un comunicado, por medio de la organización Reporteros sin Fronteras (RSF), en el que piden solidaridad internacional para evitar la extinción del periodismo en Afganistán como ocurrió entre 1996 y 2001. Los firmantes se ampararon en el anonimato por razones de seguridad y temor a represalias del gobierno talibán.

El comunicado denuncia que: “A pesar de los compromisos públicos de los talibanes, percibimos ya las primeras señales de una represión generalizada: a las amenazas a los periodistas sobre el terreno, a la intimidación de las redacciones, a la censura disfrazada, han sucedido detenciones arbitrarias seguidas de torturas”.

Por ello el llamado es a “las instituciones internacionales para conseguir compromisos concretos de los nuevos dirigentes de Afganistán, en el marco de las negociaciones en curso”.

Entre los afectados se encuentran periodistas que no pueden ejercer su oficio, por lo cual “es esencial permitir que nuestras compañeras, así como todas las colaboradoras de los medios, recuperen sus puestos de trabajo y ejerzan su profesión con total seguridad”, Finalmente, los comunicadores destacan que “la necesidad de seguridad de los profesionales de la información es crucial para mantener el derecho fundamental de los ciudadanos afganos a estar correctamente informados, una condición previa para que podamos un día ver a Afganistán en el camino de una paz duradera”.

Por otro lado, RSF difundió el pasado 19 de septiembre el documento Once reglas del periodismo, que dio a conocer el centro gubernamental de los medios y la información de Afganistán. Destacan las tres primeras reglas, que exigen “no difundir temas contrarios al Islam o considerados insultantes para personalidades públicas, o que no respeten la vida privada”.

Como lo ha explicado Adès-Mével, portavoz de RSF: “El problema es la ausencia de precisiones porque nada explica sobre qué bases se podrá decidir que un escrito, o unas declaraciones, son contrarios al Islam o faltan al respeto a alguna personalidad. Sabemos que habrá represión. El reglamento establece también que deberán tratarse con cuidado las cuestiones que no hayan sido confirmadas por una fuente oficial. Los puntos siete y ocho favorecen una vuelta al control de la información, incluso una forma de censura previa”.

(CSP)

6 de octubre de 2021