- Medios por lo general críticos de la 4T le alzaron la mano
El domingo pasado las televisoras comerciales cubrieron durante todo el día la jornada electoral. Sin embargo, apenas había transcurrido una hora del cierre de casillas y cuando ni siquiera el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) arrojara resultados, Televisa en su canal N+ anunció el “virtual” triunfo de Sheinbaum.
En el programa especial “MX24 Elecciones México 2024”, los conductores en ese momento, Denise Maerker y Enrique Acevedo, soltaron sin más que informaron estadística en su poder, proyectaba a Sheinbaum como la ganadora. Sin datos concretos y sin fuente de información, dicha declaración fue acompañada veinte minutos después por una semblanza de más de tres minutos y con música sentimental, de la doctora Sheinbaum. Muy pronto, otros medios replicaron la acción de Televisa, como el canal de El Financiero.
Durante el resto de la transmisión, seis horas, los conductores continuaron insistiendo en que “sus estadísticas” daban como triunfadora a la morenista. El PREP inició funciones a las 20 horas y el Conteo Rápido se dio a conocer hasta la media noche, pero Televisa se adelantó. Ese “madruguete” desató suspicacias porque Televisa ha sido una de las empresas afectadas por la actual administración federal que redujo su gasto público en publicidad.
Aquella “exclusiva” de Televisa, se estaba vendiendo como “miren aquí estoy, yo fui el primero en anunciar tu triunfo”. Es decir que ese “madruguete” no careció también de intenciones mercantilistas a mediano plazo. Habría que recordar las constantes críticas del Presidente López Obrador a la política editorial de Televisa. Y la cobertura negativa que Televisa ha dado a uno de los personas más visibles de la 4T, como el Jefe de Gobierno, Martí Batres, a quien durante las semanas del escándalo por el agua turbia en algunas colonias de la alcaldía Benito Juárez, Enrique Acevedo siempre puso en duda el desempeño del funcionario.
Una actitud similar, se observó al otro día, en los principales diarios de la capital, que otorgaron enormes fotos en portada al virtual triunfo de la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
Los titulares, que comúnmente se caracterizan por su lenguaje crítico y sus posturas escépticas hacia las políticas del gobierno, se llenaron de ocho columnas y fotografías de gran formato que mostraban a la ahora presidenta electa, Claudia Sheinbaum, en un ambiente de júbilo y celebración. Este giro editorial, que contrastaba con el tono previo de estos medios, ha dado lugar a un intenso debate sobre la independencia periodística y los posibles factores que influyeron en este cambio.
Es cierto que resultaba noticia el hecho histórico de que una mujer llegara por primera vez a la Presidencia de México, pero la intención mercantilista de las empresas de la comunicación y el entretenimiento fue evidente con esos “madruguetes informativos” y las sobredimensionadas primeras planas.
Subejercicios en publicidad
Según datos de Fundar, durante los primeros dos años de la administración de Enrique Peña Nieto, el gobierno federal gastó más de 10 mil 800 millones de pesos mexicanos (en valores de 2014) en publicidad oficial. Este uso de recursos públicos se caracterizó por continuos sobre-ejercicios y una falta de normas claras. En 2014, dos proveedores, Televisa, S.A. de C.V. y Estudios Azteca, S.A. de C.V., acapararon el 27% de todo el dinero desembolsado, recibiendo conjuntamente cerca de 930 millones de pesos. Estas empresas se beneficiaron con más de una cuarta parte del total de los recursos invertidos en publicidad oficial.
En contraste, en 2022, la administración de López Obrador redujo el gasto en publicidad oficial en comparación con años anteriores. De los 3,182 millones de pesos asignados, solo se ejerció el 76.44% (2,432 millones). Televisa recibió el 10 por ciento de este gasto, con 245.42 millones de pesos en publicidad. Quizás esta diferencia en los gastos pueda explicar la deferencia mostrada por el medio el pasado 2 de junio.
En este contexto, resulta inevitable cuestionar si el giro editorial de los periódicos hacia una celebración y aclamación de la victoria de Claudia Sheinbaum está relacionado de alguna manera con los subsidios otorgados por el gobierno federal. Si bien es importante reconocer que los medios de comunicación tienen la libertad editorial para decidir sobre qué temas informar y cómo hacerlo, también es necesario reflexionar sobre el papel que juegan los incentivos económicos en la cobertura mediática de eventos políticos trascendentales como unas elecciones presidenciales.
La cobertura de los medios de comunicación ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de una reforma en la relación entre el Estado y los medios de comunicación, para garantizar la independencia periodística y la pluralidad informativa, pilares fundamentales de una democracia sana y vibrante.
