La 69 edición del Festival de la Canción de Eurovisión, realizado en Basilea, Suiza, estuvo marcada por la polémica ante la participación de Israel en el certamen, y por la transmisión del mensaje “Frente a los derechos humanos, el silencio no es opción. Paz y justicia para Palestina”, emitido por Radio y Televisión Española (RTVE).
Previamente, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) advirtió a la cadena española de una posible sanción por “vulnerar las normas de neutralidad política” del festival.
Durante la participación de la artista Yuval Raphael, en representación de Israel, el público la abucheó en diferentes momentos del certamen, incluso se alzaron algunas banderas de Palestina. Entre silbidos, gritos y manifestaciones, la artista interpretó su canción New Day Will Rise.
Durante la primera semifinal, los conductores españoles Julia Varela y Tony Aguilar mencionaron “las más de 50 mil muertes” de palestinos en Gaza, lo que significó el primer aviso de sanción para la cadena de televisión.
Ante ello, RTVE envió una carta a la UER solicitando un espacio para “un debate entre las emisoras miembros sobre la continuidad de la televisión pública israelí (KAN) en futuras ediciones del certamen”.
Mientras que al término de la semifinal, antes de comenzar la retransmisión, RTVE difundió un video de 16 segundos, sin sonido y un fondo negro, con la leyenda “Frente a los derechos humanos, el silencio no es opción. Paz y justicia para Palestina”.
Pese a las advertencias previas, finalizada la edición de Eurovisión, UER decidió no sancionar a RTVE, para no dar pie a la polémica por la participación de Israel en el concurso.
“RTVE es responsable de cualquier contenido emitido fuera de la retransmisión del Festival Eurovisión”, y dado que el mensaje se emitió segundos antes de arrancar la retransmisión, la UER no puede sancionar a la cadena de televisión española.
Camila Doroteo
