En los últimos años, la Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una herramienta transformadora en la administración pública, ofreciendo soluciones innovadoras para desafíos urbanos y ambientales. En la alcaldía Álvaro Obregón, proyectos estratégicos como el rescate de barrancas, el banco de agua, el sincrotrón y los nanosatélites representan una oportunidad única para integrar la IA y potenciar su impacto.
Para profundizar en este tema, entrevistamos a un experto en IA y políticas públicas, el Dr. Javier López Casarín, quien nos comparte su visión sobre cómo la colaboración con el Cluster Universitario de Alto Nivel puede impulsar estos proyectos.
-¿Cómo puede la IA transformar la administración pública en la alcaldía Álvaro Obregón, especialmente en proyectos como el rescate de barrancas y el banco de agua?
-La IA puede ser un catalizador para la eficiencia y la innovación en la alcaldía. Por ejemplo, en el rescate de barrancas, podemos usar algoritmos de IA para analizar datos ambientales, predecir riesgos como deslizamientos de tierra y diseñar estrategias de conservación. En Medellín, Colombia, se han utilizado tecnologías similares para monitorear cuencas hidrográficas y prevenir inundaciones. En el caso del banco de agua, la IA puede optimizar el uso del recurso hídrico, detectar fugas en la red y predecir demandas futuras. Un ejemplo inspirador es el proyecto “Smart Water”, en Barcelona, donde la IA ha reducido el desperdicio de agua en un 25%. La clave está en integrar estas tecnologías con un enfoque sostenible y participativo.
-¿Qué papel puede jugar el Cluster Universitario de Alto Nivel en la implementación de IA en estos proyectos?
-El Cluster Universitario, con instituciones de nivel superior y de alta especialización, es un aliado estratégico. Estas universidades no sólo cuentan con el expertise técnico, sino también con una visión multidisciplinaria que es esencial para proyectos complejos. Por ejemplo, en el proyecto del sincrotrón, la IA puede acelerar el análisis de datos científicos, y aquí la colaboración con físicos e ingenieros del cluster sería invaluable. En el caso de los nanosatélites, algunas universidades ya cuentan con experiencia en el desarrollo de tecnología espacial, como el nanosatélite “AztechSat-1” y otros. La vinculación con estas instituciones permitirá desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades locales, capacitar a funcionarios y fomentar la innovación.

-¿Cuál sería la hoja de ruta para implementar la IA en estos proyectos estratégicos en la alcaldía?
-Propondría un enfoque en cuatro fases:
1. Diagnóstico y planificación: Identificar las necesidades específicas de cada proyecto y establecer alianzas con universidades. Por ejemplo, para el rescate de barrancas, podríamos colaborar con biólogos y geólogos además de otras áreas del conocimiento afines.
2. Desarrollo de soluciones: Utilizar IA para monitorear barrancas, optimizar el uso del agua en el banco de agua, procesar datos del sincrotrón y analizar imágenes de nanosatélites. En Singapur, por ejemplo, la IA se ha usado para gestionar recursos hídricos con gran éxito.
3. Implementación piloto: Lanzar proyectos piloto en colaboración con universidades y comunidades locales. Esto nos permitirá ajustar las soluciones antes de escalarlas.
4. Escalamiento y evaluación: Expandir las soluciones exitosas y establecer mecanismos de mejora continua, con el apoyo de expertos universitarios.
-¿Qué desafíos y consideraciones éticas deben tenerse en cuenta al implementar IA en estos proyectos?
-Uno de los principales desafíos es garantizar la privacidad y seguridad de los datos, especialmente en proyectos como el banco de agua y los nanosatélites, donde se maneja información sensible. Además, es crucial asegurar que las soluciones de IA sean inclusivas y accesibles para todos los ciudadanos. Por ejemplo, en el rescate de barrancas, debemos involucrar a las comunidades locales en el diseño de las soluciones para que sean culturalmente apropiadas. También es importante evitar sesgos en los algoritmos, como ha ocurrido en algunos proyectos de IA en Estados Unidos, donde se han identificado discriminaciones en sistemas de asignación de recursos. La transparencia y la participación ciudadana son clave para construir confianza.
-¿Qué ejemplos internacionales podrían inspirar a la alcaldía Álvaro Obregón en este camino?
-Hay varios ejemplos inspiradores. En Estocolmo, Suecia, la IA se ha utilizado para predecir y prevenir enfermedades, lo que podría aplicarse en el análisis de datos ambientales para proteger la salud pública en las barrancas. En Barcelona, el proyecto “supermanzanas” utiliza datos urbanos para mejorar la movilidad y reducir la contaminación, algo que podríamos replicar con los datos de los nanosatélites. En Singapur, el sistema de gestión inteligente del agua ha sido un éxito gracias a la integración de IA y sensores IoT (internet de las cosas). Estos casos demuestran que, con una planificación adecuada y colaboración multidisciplinaria, la IA puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo urbano sostenible.
-¿Algún comentario final?
-La implementación de IA en la alcaldía Álvaro Obregón, en colaboración con el Cluster Universitario de Alto Nivel, representa una oportunidad histórica para transformar la administración pública y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Proyectos como el rescate de barrancas, el banco de agua, el sincrotrón y los nanosatélites pueden beneficiarse enormemente de estas tecnologías, siempre que se aborden los desafíos éticos y se fomente la participación ciudadana. Con un enfoque estratégico y colaborativo, la alcaldía puede posicionarse como un referente nacional e internacional en la aplicación de IA para el bienestar social y ambiental.
