Familiares de víctimas de desaparición forzada y activistas a favor del respeto a los derechos humanos, integrados en el Comité Eureka, conmemoraron los 46 años de la primera huelga de hambre realizada por madres de desaparecidos políticos, encabezada por Rosario Ibarra de Piedra el 28 de agosto de 1978 afuera de la Catedral Metropolitana.
Los integrantes del Comité Eureka lamentaron el estado de impunidad que prevalece entre los cientos de desaparecidos a quienes no se les ha hecho justicia, casos en los que estuvieron involucrados, en aquella época y años después, efectivos de las fuerzas armadas. También cuestionaron el desempeño al igual que los informes que acerca de los desaparecidos, los cuales emitió la Comisión de la Verdad como los de su Mecanismo para la Verdad.
En conferencia prensa, Concepción Ávila González expresó el descontento del Comité Eureka con respecto al informe Fue el Estado, presentado el 16 de agosto por tres miembros de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves de los Derechos Humanos cometidas de 1965 a 1990. Advirtió que no se reconocía el informe de la consejera Eugenia Allier, titulado Verdades Innegables.
De la misma manera, criticó a la Comisión de la Verdad porque “estuvo viciada desde su origen y sobre todo no cumplió con el objetivo de nuestra lucha: saber el destino de nuestros familiares”.
Reclamó a las Fuerzas Armadas su indolencia por obstaculizar la investigación: “¿por qué el Ejército no abrió su archivo? Porque el Ejército es el responsable de la detención y desaparición. El Ejército tiene que decir qué hizo con los desaparecidos; el Ejército está siendo cobijado por el gobierno y por los señores investigadores, ¿qué pasó con esos expedientes? Es la verdad lo que queremos y la justicia que algún día tiene que llegar”.
También agregó: “Sabemos que la responsabilidad de entregarnos la verdad que buscamos le será heredada a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, ella ha estado presente siempre en la lucha del Comité Eureka, ella conoce lo que hemos tenido que enfrentar, ella sabe de nuestra convicción y lo que buscamos: la verdad, ante todo”.
También solicitó que Sheinbaum recupere la Medalla Belisario Domínguez, que fue entregada a López Obrador por Rosario Ibarra (2019), con el encargo de devolverla una vez que se lograra la verdad, y que sea ella quien cumpla con el deseo de Rosario, al igual que de todos aquellos que ya han fallecido, para conocer el destino de los desaparecidos, así como de erradicar la desaparición forzada en México.
Lamentó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, nunca recibiera al Comité Eureka, “pero en cambio apoyó al Ejército”, dijo.
En el acto conmemorativo del movimiento social que ha luchado por las personas desaparecidas y los presos políticos, los integrantes del Comité Eureka hicieron un llamado público para solicitar una reunión con Claudia Sheinbaum.
En el evento también estuvo presente Laura Gaytán Saldívar, quien fue prisionera en el Campo Militar Número Uno en 1979 — hermana de Oscar Javier, quien también fue detenido y desaparecido en 1974— expresó la gran decepción entre los familiares de las víctimas, así como con los sobrevivientes debido a la falta de información sobre los desaparecidos a pocos días del final del mandato de la Comisión de la Verdad.
“Es ahí donde nos sentimos burlados y burladas, decepcionadas y decepcionados, no puede haber una investigación seria ni una revelación histórica válida, sino se culmina con la verdad del destino y paradero de nuestros desaparecidos”, aseveró Gaytán.
En la conferencia también participó Diego Alberto Sepúlveda, responsable del Museo-Casa de la Memoria Indómita (MCMI), quien rechazó la validez de una lista de 183 nombres de personas desaparecidas que fueron arrojadas al mar.
Sepúlveda descalificó la forma como se ha manejado la información tanto por los integrantes de la Comisión de la Verdad como por la periodista Marcela Turati, quien publicó esa lista días atrás. Calificó como “irresponsable” la publicación de esa lista, porque algunos nombres incluidos en ella, fueron vistos con vida en el Campo Militar Número Uno por otros presos.
El encargado del MCMI cuestionó el acceso, así como el manejo de la documentación del Museo por parte del Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (CAMENA), por lo que sugirió que “si se hubieran acercado a revisar nuestros archivos y cotejar los nombres, hubieran podido advertir que el documento tenía serias inconsistencias”.
En cuanto a los llamados vuelos de la muerte, Laura Gaytán precisó que el Comité Eureka no aceptará como verdad absoluta el destino de cientos de personas sin una investigación exhaustiva. Expresó el deseo de que se busque a los desaparecidos con el mismo fervor con el que se buscan a los pilotos perdidos en el mar o a los mineros sepultados en la mina Pasta de Conchos.
Rosario Piedra Ibarra, hija de Ibarra de Piedra y presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), intervino en la conferencia, en donde reiteró la petición de que Claudia Sheinbaum rescate la medalla otorgada a Rosario Ibarra, puesta a resguardo del Presidente López Obrador, y que no le sea devuelva hasta que llegue la justicia para todas las víctimas.
Piedra Ibarra advirtió que siguen sin atenderse dos recomendaciones sobre la guerra sucia que se publicaron durante su mandato, la 46/2022 y la 98VG/2023, omitiendo que previamente se emitió la 26/2001 en la que se ordenaba la creación de un órgano especial, a saber: la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos del Pasado (Femospp).
Piedra Ibarra consideró que dichas recomendaciones “trazan el camino para la investigación y judicialización de los casos, reseñan todas las atrocidades que el Estado cometió; no es una novedad que el Estado fue quien hizo esto, no es una novedad tampoco que se utilizaron campos militares, bases navales, así como toda una infraestructura militar que era ordenada por el jefe supremo de las fuerzas armadas en turno”.
Por Abraham Pensamiento
