Guerra sucia en campañas;¿Y la autoridad electoral?
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Guerra sucia en campañas;¿Y la autoridad electoral?

En vísperas del inicio de las campañas electorales rumbo a la presidencia, nos convencimos de que en los tres meses por venir, conoceremos de los candidatos: promesas, propuestas, demasiados spots, beligerancia electoral, y muchas campañas negras donde se utilizan millones de bots para desprestigiar a los adversarios formales e informales, es decir opositores y los poderes fácticos.

Las campañas negras desatadas en contra de la aspirante Claudia Sheinbaum Pardo, luego de la publicación de reportajes, donde se inducían, -sin pruebas-, relaciones entre miembros de la Cuarta Transformación y el crimen organizado, no tienen precedente en América Latina por la cantidad de cuentas movilizadas dentro y fuera del país para desacreditar a la aspirante morenista, aseguran los expertos.

De acuerdo con los resultados de las encuestadoras más serias, la enorme ventaja de Sheinbaum sobre el segundo lugar (Xóchitl Gálvez), es de 20 a 30 puntos, situación que obliga a su contrincante Xóchitl Gálvez a intensificar críticas en contra de la morenista para ganar preferencias.

Esa misma situación está llevando a los candidatos y a los poderes fácticos a incrementar campañas sucias y de desinformación con la intención de subir en las encuestas, y disminuirlas, en detrimento de la aspirante de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.

El llamado de la autoridad electoral para que los candidatos desarrollen sus actividades políticas dentro de los márgenes legales, es insuficiente si no se acompaña de una exigencia del árbitro electoral para que emplace a las plataformas digitales a limitar la difusión de campañas de odio y desinformación. Con la difusión de campañas sucias, los usuarios de las plataformas violan el derecho a la información de los ciudadanos en una coyuntura electoral histórica.

Las campañas negras no desaparecerán por decreto ni por llamados tímidos a la moderación. Los candidatos podrían ser omisos ante las peticiones de las autoridades electorales porque ellos están para ganar el poder y derrotar al adversario, olvidando conductas éticas o democráticas. Eso lo vimos con la candidata opositora Xóchitl Gálvez durante las precampañas. Países europeos han aplicado límites a los excesos que se difunden en aquellas plataformas.

El INE está obligado a desarrollar acciones proactivas para contrarrestar intenciones por confundir, desorientar o sembrar odio entre los ciudadanos durante los tres meses de campañas, en el terreno político electoral, pero también en el ámbito digital

11 de marzo de 2024