Elecciones generales en España: ruge la bestia
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Elecciones generales en España: ruge la bestia

Núria Oriol Palarea

Barcelona.- Esta España con tanto potencial y tan debilitada. En un momento en que decide un futuro al cual están apuntando muchos países europeos en los cuales gana una derecha ultra y sin complejos, muchos ojos están puestos en ella, mientras su presidente del gobierno actual, Pedro Sánchez, del Partido Socialista (PSOE) preside el Consejo de la Unión Europea durante 6 meses.

Podría decirse que una teórica izquierda de PSOE con los votos de Sumar (antiguo Podemos y confluencia de otras corrientes políticas para ganar fuerza) lograría alzarse con la victoria. Tiene toda la maquinaria mediática a su favor, la oficial, por supuesto. Sin embargo, parece ser que la derecha pura y dura del Partido Núria Oriol Palarea Elecciones generales en España:ruge la bestia Popular (PP,) se hará con más votos que en la anterior legislatura y si se une con VOX, el partido de la ultraderecha creado por las cloacas del Estado, tendrá la mayoría necesaria para gobernar.

Encuestas dudosas

 Tras la publicación de nuevas encuestas, incluida la preelectoral del CIS, el promedio apunta a una victoria del PP de Alberto Núñez Feijóo, que ya no obtendría por sí solo más diputados que la suma de la izquierda, pero deja en el aire una posible mayoría absoluta con Vox, ya que la suma de sus escaños quedaría en 176 diputados. 

El PP sería la formación más votada, con un 33% de los votos y 137 escaños. Son 48 diputados y 12 puntos más que en las elecciones generales de 2019, y con los 39 escaños que el promedio atribuye a Vox (actualmente tiene 52), ambos partidos sumarían 176 escaños, cifra en la que se encuentra la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.

El segundo partido más votado sería el PSOE (un 28% de los votos y 105 escaños, 15 diputados menos que ahora y casi el mismo porcentaje de voto). Aupado por las últimas encuestas,
Sumar  (14%, 34 diputados) supera a Vox (13%, 39 escaños) en porcentaje de voto, pero no en escaños. 

 La plataforma de Yolanda Díaz sigue poco a poco al alza, pero no igualaría a día de hoy los 38 escaños que tuvieron en los últimos comicios Unidas Podemos y Más País, y también empeoraría el resultado que entonces tuvo por sí sola la coalición morada, con 35 diputados.

En la presente situación, el bloque de izquierdas del PSOE y Sumar no pasaría de los 139 diputados, alejada de los 155 que aglutinaron PSOE y Unidas Podemos tras las elecciones generales de noviembre de 2019 y con la que formaron el actual Gobierno de coalición, el primero de la democracia española.

El populismo, única propaganda generalizada

¿Porque los españoles se inclinarían por la derecha? Hay muchos factores en juego. El país no va bien. Las cifras de paro y de crecimiento están enmascaradas. La precariedad de vida se afianza. Su deuda es impagable. La polarización ideológica en la sociedad se radicaliza, mientras la judicatura cada vez muestra más su rostro despiadadamente fascista.

El populismo sabe alertar sobre los problemas que más preocupan a las personas y agitar el fantasma de la amenaza que significa la inmigración, el islamismo siempre asociado a terrorismo, el progreso que arrebata puestos de trabajo… No matiza, convierte la propaganda en un eslogan. No reflexiona con humanismo para encontrar respuestas humanas, sólo dispara. Las medias verdades se entremezclan con las mentiras y es más difícil detectar la perversión de sus palabras e ideas.

 Atiza el miedo, lo acrecienta, para temer todo lo que sucede, para que los ciudadanos finalmente deseen ceder la libertad a la seguridad y el pensamiento crítico a la obediencia, así no habrá error posible y se vivirá mejor.  

Lo terrible es que este discurso vende y cuando llega al poder lo primero que hace es derogar derechos y arrasar con la cultura y la educación para evitar que las personas se formen con criterios adecuados y necesarios para vivir en un mundo tan cambiante e intentar que sea mejor a pesar de que sea una tarea titánica.

Es terrible que este estilo sea adoptado por los otros partidos, no sólo los mayoritarios, y todos atizan la bandera del miedo para mover a los electores. “Hay que frenar a la derecha”. “Hay que frenar a la izquierda”. “Hay que frenar los nacionalismos (los partidos que representan las diversas nacionalidades que forman parte de España). “Hay que frenar la recentralización”. La cuestión es movilizar al precio que sea… aunque la sombra de la abstención planea incierta.

Cuando se publique este artículo se sabrá el acierto “más o menos acertado” de las encuestas. Pero lo que sí es una triste verdad es que Europa cada vez olvida más sus orígenes, sus valores y creencias, los Derechos Humanos ceden a la presión de los lobbies y la ultraderecha se extiende prometiendo un horizonte libre de emboscadas, cuando ella es la peor de todas, pues aplana el camino del autoritarismo.

Recuerda un pasado que hundió los países en la desesperación de la guerra en nombre del sometimiento a la sinrazón que se alzó con el poder despiadado del dominio absoluto bajo un único símbolo que todavía hoy hace estremecer sólo con verlo.

La ultraderecha que debilita la verdadera esencia de un viejo continente que no renacerá siendo una sociedad mercantil de capitalismo salvaje y derechos ahogados. Todos los gobernantes lo saben. Pero prefieren mirar hacia otro lado o acuerdan aprovechar al máximo lo que les permita el poder.

Sin verdaderos líderes y una ciudadanía compro – metida el futuro se oscurece. Y la inflación que ha encendido la mecha a una nueva crisis es la punta de lanza para desbordar trágicamente la historia de los próximos años. Sólo una resistencia honesta, íntegra, valedora de los derechos humanos, profundamente demócrata y solidaria puede impedirlo. Tal vez todavía estemos a tiempo. Sólo, tal vez.

*Coach

28 de agosto de 2023