Hartazgo entre la población por ineficiencia, corrupción e impunidad priista; la imposibilidad de Alejandra del Moral para desprenderse de su procedencia, y la capacidad organizativa de Morena, posibilitaron el triunfo histórico de Delfina Gómez en el Estado de México, a pesar de la omnipresencia del poderoso Grupo Atlacomulco y las trapacerías de otros actores, de eso habla Bernardo Gómez, en esta entrevista.
Carlos Padilla Ríos
El 4 de junio el PRI sufrió una derrota histórica infringida por Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena y sus aliados. ¿Qué le ocurrió al omnipresente PRI y al Grupo Atlacomulco, su tutor? ¿Qué le pasó a ese “infierno electoral” que usted presagiaba en su libro El Regreso al “Infierno Electoral”? preguntamos al analista político y sociólogo, Bernardo Barranco Villafán.
-Creo que el “infierno electoral” continúa, incluso en la actualidad después del proceso comicial. ““El infierno electoral”” lo que refiere es la ausencia de principios y de ética en la política de una entidad que durante 94 años mantuvo el poder a costa de todo, no importa cómo, con quién, y cuánto. “El infierno electoral” es esa concepción absolutamente pragmática carente de sentido ético que permitió a una clase política voraz, desarrollar durante decenios una relación incestuosa entre política y dinero, poder y negocios, que llamamos eufemísticamente “Grupo Atlacomulco”. El “Grupo Atlacomulco” no es más que ese derroche de poder económico que se hace a través del erario público del Estado de México. Eso es, lo que se refiere el infierno: un lugar sin límites.
-¿Ese “infierno” se mantiene a pesar de la derrota?
-El 4 de junio ha sido un proceso absolutamente traumático, incluso con las mismas trampas de compra, coacción, manipulación de instituciones electorales tratando de poder contrarrestar al grupo político más poderoso que jamás enfrentó el PRI en el Estado de México y que fue Morena.
Todas las encuestas, “patito” y las profesionales con rigor metodológico encontraron entre la población, el de[1]seo de cambio: siete de cada diez mexiquenses querían un cambio. Es decir, había un hartazgo ¿por qué? Los grandes problemas del Estado de México no se han resuelto, se agudizaron: pobreza, inseguridad, feminicidios, falta de agua. Morena se presenta como alternativa y Delfina dijo que cambiará el Estado de México. Ganó a pesar de las trapacerías cometidas, insuficientes para rebasar los 8 puntos de ventaja, inalcanzables para judicializar el caso.
-¿Qué le pasó a esa enorme maquinaria de cooptación de votos del PRI en los 125 municipios de la entidad, sumadas a las estructuras del PAN y del PRD? Esos partidos tuvieron recursos ¿por qué ahora no funcionó y antes sí?
-Las condiciones cambiaron, hay un hartazgo. La candidata Alejandra del Moral tuvo una enorme dificultad para entusiasmar al electorado. Del Moral nunca pudo desafanarse de la marca PRI y le costó mucho trabajo tener una narrativa de cambio. Cómo hablaría de resolver la pobreza cuando su partido y el gobierno, la profundizó. Cómo hablar de seguridad cuando los niveles de alta corrupción estaban inundando a los aparatos policíacos. Cómo hablar de feminicidios si durante sexenios el Estado de México, se caracteriza por esa cuestión. El PRI pensaba que con el 50 por ciento de participación, alcanzaría tres millones y medio, hizo cuentas alegres, pensó que podía tener 2 millones de votos, el PAN le ofreció un millón de votos y el PRD le ofrece más de 500 mil votos. Pero esa cifra mágica nunca llegó.
Cuando “Alito” le cuestiona a Alfredo del Mazo que no tuvo los arrestos para hacer fraude, meterse y detener vía fraudulenta los procesos electorales del Estado de México, Alfredo del Mazo le responde: “el PRI se mantuvo en una constante, no alcanzó efectivamente los dos millones, pero llegó a un millón 700 mil, los que no ayudaron fueron precisamente sus aliados.” El PAN que había ofrecido un millón, apenas rebasó 600 mil y el PRD, ni siquiera alcanzó una cifra para poder mantener su registro, fue verdaderamente vergonzoso el caso del PRD.
Todo esto explica la derrota histórica, no podemos llamarla de otra manera. Una derrota histórica que el PRI tiene en el Estado de México, un PRI que se presumía imbatible, que era soberbio y que daba a entender que su poder podría ser eterno, y no. Morena, un contrincante muy poderoso, apoyado por el gobierno federal, y los gobiernos estatales cercanos al Estado de México, logró minar esa hegemonía que ejercía a la buena y a la mala
-Durante la campaña, se dijo que Alejandra Del Moral había sido abandonada, lo que cuesta trabajo creer si era la candidata del Grupo Atlacomulco.
-El Grupo Atlacomulco no abandonó a Alejandra Del Moral, ni el gobernador tampoco la dejó. Alfredo del Mazo fue discreto porque así lo marcan las leyes. El gobernador tiene prohibido, en cualquier estado, participar en eventos o hacer declaraciones porque estaría sujeto a sanciones, como en el caso del presidente de la República que se arriesgó, cuando hizo declaraciones sobre Delfina Gómez. Lo que pasa es que el país ha cambiado ya no es lo mismo. Los vínculos de poder que tenía el Estado eran formas corporativas. Hoy las estructuras electorales son las importantes y el PRI tiene una estructura muy fuerte en el Estado de México, pero también lo tuvo Morena, que ahora tuvo presencia en las más de 20 mil casillas en todo el Estado. En el proceso anterior 2017, ni siquiera llegó a cubrir el 50 por ciento de las casillas.
El Grupo Atlacomulco no es un puñado de personajes político empresariales. Es todo un sistema con presencia en estructuras administrativas y burocráticas del gobierno, una especie de estado bonapartista. Tiene la cooptación de instituciones como el Instituto Electoral del Estado de México, los tribunales, instituto de transparencia. El Grupo Atlacomulco también está presente en los medios de comunicación, los dueños de los grandes medios en la entidad con las empresas de las familias Maccise Uribe y Manzur Quiroga. Cuando hablamos del Grupo Atlacomulco, no sólo hablamos del grupo que surgió en el municipio de Atlacomulco. Hablamos incluso de partidos de oposición que son comprados bajo el estigma de Arturo Montiel quien dijo: “todo en política sale barato”.
Cuando hablamos del Grupo Atlacomulco hablamos de un sistema, no de un grupito, claro que hay élites, encabezadas por ex gobernadores. Yo diferenciaría entre Grupo Atlacomulco político y Grupo Atlacomulco empresarial. Los empresarios y sus negocios son hábiles para sobrevivir. Yo acuñé una expresión nueva, un neologismo: “Atlacomor”. No creo que en un primer momento, Morena vaya afectar de manera directa los intereses empresariales del Grupo Atlacomulco. Sí pondrá freno a los mega negocios a los cuales están acostumbradas estas élites económicas.
-¿Cuál fue el desempeño de las autoridades electorales? Usted ha criticado al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) como al Tribunal Electoral. ¿No pudieron tampoco?
-Fueron rebasados, y peor, están de soberbios, triunfalistas. He cuestionado esa actitud triunfalista, como diciendo “con los altos estándares de calidad del IEEM fue posible una elección democrática”, cuando sabemos muy bien que la distancia tan grande como la que tuvo López Obrador en el 2018 y ahora Delfina Gómez en el 2024, pues es el mejor resultado que puede tener cualquier institución electoral. Hay que decirlo, el consejo electoral compuesto mayoritariamente de mujeres y un solo varón, la mayoría son priistas, que en alianza o contubernios con Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama y sobre todo con Adriana Favela, especie de cacique, porque mucho de las personas que han trabajado con ella, ahora son consejeras en el IEEM, salvo una Karina Vaquera, todos los demás forman parte de este club que domina el Instituto, donde el PRI es el dueño.
Durante el proceso electoral hubo muchas irregularidades por parte del IEEM, una de ellas no aplicar medidas cautelares. Cuando Delfina en octubre del 2022, es nominada a la candidatura, empiezan aparecer cantidad impresionante de espectaculares, de Del Moral, Eric Sevilla, presidente del PRI, Ana Lilia Herrera y del panista Enrique Vargas. El IEEM no hizo absolutamente nada, con el argumento de que: “es octubre y el proceso electoral empieza en enero, como no están llamando al voto en todos estos espectaculares, no hay materia”. Es un poco lo que pasa ahora con las “Corcholatas”, se les pide que no promuevan el voto, sino que hagan planteamientos, algo parecido, pero en este caso hubo mutis absoluto del Instituto Electoral. Además, cuando hay proceso electoral para gobernador se debe renovar al personal de las 45 juntas distritales del instituto. Por presiones de la consejera Vaquera, se dijo que se renovarían porque siempre eran los mismos. La renovación apenas superó 10 por ciento. Volvieron a estar los de siempre, gente vinculada al PRI, con muchos peligrosos operadores políticos.
También, los horribles debates electorales acartonados de las candidatas son responsabilidad del Instituto. Es responsable de llevar a la moderadora Ana Paula Ordorika que en su desempeño profesional es contraria a la Cuarta Transformación, quien fue agresiva en el primer debate en contra de quien resultó ganadora Delfina Gómez. Otro más, mientras a principios de 2023 se discutía el tema de presupuesto y los salarios, el consejo general del IEEM se regaló camionetas último modelo Honda, con un valor cada una de 600 mil pesos. Una gran frivolidad fue que un día antes de las elecciones, cuando el Instituto está encuartelado viendo cualquier detalle, las consejeras electorales trajeron a la Ciudad de México a los observadores Internacionales para admirar la exposición de Rufino Tamayo, que se remató con un cóctel, con vinos de alta calidad y bocadillos. Esos elementos hacen que se tenga que repensar el papel del Instituto.
Otro elemento importante es que no cuidaron la participación electoral, falló tremendamente el Instituto. Francisco Abundis, titular de Parametría, en una conferencia que dio en el Instituto 40 días antes de la elección, advirtió que el 55 por ciento de la población no conocía la fecha de la elección. ¿Qué significa eso? Pues mala comunicación, y eso es responsabilidad del Instituto. Ahora, lo importante es sacudirlo de esa tutela priista, y ahí el INE va a jugar un papel muy importante, y segundo, un instituto mucho más austero y más eficiente. En El Regreso al Infierno Electoral, se documenta que el IEEM está entre los diez institutos de la región que reciben mayor presupuesto 50 millones de dólares al año.
-Llama la atención que ahora que el PRI no está en la Presidencia del país, pierde el Estado de México.
-¡Claro!, en la elección anterior de 2017 está documentado que hay más de cien visitas de altos funcionarios del gobierno de Peña Nieto en el Estado de México promocionando programas sociales. Ahora no tuvo recursos adicionales como se dio con Peña Nieto, no tuvo el apoyo logístico ni el cobijo eso permitió mayores equilibrios entre Morena y el PRI.
-El PRI entrega malas cuentas a la “Alianza Va por México” en vistas del proceso electoral de 2024.
-Claro, porque pierde el bastión más importante de todo el país, con una población de 12.7 millones de votantes, cifra importante para las elecciones intermedias y la presidencial, cuando el nivel de votación sube a 60 y 65 por ciento. El PRI que ya venía perdiendo muchos espacios. Si mal no recuerdo en 2018, cuando pierde la presidencia, gobernaba 19 estados ahora sólo tiene dos. A nivel nacional está fracturado. Frente a las denuncias de corrupción y falta de resultados, la vieja guardia del partido pide a “Alito” Moreno, que renuncie, y él por el contrario, se afianza en el poder. Está medio peleado con el Grupo Atlacomulco. En estos días (finales de junio) renunciaron al PRI 15 presidentes municipales en Hidalgo, los ocho diputados del congreso y el exgobernador Omar Fayad. El PRI se está desmoronando. El golpe que sufrió en el Estado de México es un golpe mortal, simbólico, un golpe que toca el bolsillo electoral del PRI, que podría estar entrando a escala de partido pequeño, como el partido Verde o Movimiento Ciudadano. El PRI es una mala marca, vinculado a excesos, particularmente de corrupción.
-Ante la derrota del PRI, algunos políticos y opinólogos dijeron que los comicios en el Estado de México habían sido una elección de Estado.
-La elección de Estado es cuando el gobierno en turno pone los recursos públicos, toda la estructura al servicio del partido que pretende hacer ganar, eso pasó en el Estado de México.
El País hizo un extraordinario reportaje de que cerca de 300 a 400 mil personas fueron coaccionadas por su voto, eso no le alcanzó al PRI para poder revertir la tendencia que arrastraba Del Moral.
-Pero esos opinólogos atribuyen la elección de Estado a Morena, no al PRI.
-Morena presenta también sobre todo en programas sociales una alternativa, digamos de contrapeso importante al Estado de México con todo el apoyo desde la presidencia y con recursos sólidos. Fue una elección de Estado frente a otra elección de Estado. El PRI jamás había enfrentado a un enemigo tan poderoso como el que constituyó Morena.
-¿La mayoría de los mexiquenses votaron por Morena o por Delfina Gómez?
-Votaron por el cambio por una alternativa. Estaban cansados, de la ineficiencia gubernamental arrastrada por más de 20 años, desde el gobierno de Arturo Montiel. Los resultados son tremendamente castigadores en contra de la clase dominante.
-Con el triunfo de Gómez Álvarez se esperan cambios también en el Sistema Mexiquense de Medios Públicos…
-Sí, por supuesto, sobre todo porque Radio y Televisión Mexiquense han sido cuestionados por utilizar no solamente sesgos, sino también por impulsar noticias falsas. Programas como el de Ricardo Alemán, abiertamente “antiamlo” o el de Guadalupe Loaeza, muy pro Alejandra del Moral, y misógina en contra de Delfina. Recuerdo un artículo donde dice: “Bueno pues Delfina no tiene familia, y Alejandra sí, Delfina no tiene hijos y Alejandra sí, tiene dos gemelos preciosos”. El cambio es una exigencia casi obligatoria.
-Escribe usted en Proceso que va a estar complicada la transición en el Estado de México por la burocracia muy cercana al PRI y porque Morena carece de cuadros técnicos para ocupar puestos claves.
-Es una burocracia de más de 450 mil personas que lleva años formándose, reproduciéndose, generando cuadros administrativos que administran más de 350 mil millones de pesos a la Federación. Morena en estos seis años ha ganado militantes y adherentes, pero con eso no puedes administrar un estado tan complejo. Tú requieres cuadros administrativos. No es simplemente decir “ya gané”, será mostrar que Delfina y la Cuarta Transformación, son capaces de administrar una de las entidades más complejas con grandes contrastes sociales. Además, Delfina no tiene mucho tiempo, su gobierno inicia justo en el momento en que el proceso electoral Federal se abre, y en el estado habrá comicios municipales y se renovará el congreso local y federal. El reto es mayúsculo, no solamente son ejecuciones técnicas, cambio de mandos. Será un cambio de concepción de lo que representa el gobierno y el Estado de México, un cambio cultural.
