Al término de las precampañas, y a cuatro meses del 2 de junio cuando se vote por la renovación en la presidencia de la República, la encuestadora Parametria difundió los resultados de su estudio demoscópico, donde se reflejan las preferencias electorales, para los tres aspirantes al cargo, en la cual figura en primer lugar la morenista Claudia Sheinbaum, seguida de la panista Xóchitl Gálvez, y después el emecedista Jorge Álvarez. Acerca de los resultados de esos diagnósticos, los desafíos que enfrentarán los contendientes y de la participación ciudadana habla Francisco Abundis Luna, Director Asociado y fundador de la empresa Parametría, una de las pocas encuestadoras del mercado, -de las muchas que venden servicios-, que cumple con estándares de medición internacional confiable.
Durante el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador la intensidad del debate político ha sido una constante, ya que como no ocurría en sexenios anteriores, ahora el mandatario ha sido un persistente crítico de los privilegios y ventajas que los gobiernos priistas y panistas otorgaban a grupos empresariales, algunos de ellos dueños o concesionarios de medios de comunicación, quienes a su vez, desacreditan constantemente las políticas públicas que benefician a sectores populares o que fortalecen la participación del Estado en la economía nacional.
Por esa intensidad del debate, se espera que durante los cuatro meses de campaña por la presidencia, los ataques y la desinformación inunden los contenidos de noticiarios, los mensajes promocionales de candidatos y las redes sociodigitales.
-A cuatro meses de los comicios ¿cómo explicar la ventaja que ahora tiene la candidata de Sheinbaum Pardo, se le pregunta a Francisco Abundis. –
Cuando medimos las campañas electorales, vemos que la credibilidad de los spots, el nivel de conocimiento, el gusto y la predisposición al cambiode voto, todos estos indicadores al final se correlacionan con la preferencia electoral. Así que la campaña con más visibilidad es la de Claudia Sheinbaum, que tiene más atributos de contenido y mensaje.
Si ves todas las variables, se alinean hacia los mismos resultados. ¿Cuáles podrían ser las sorpresas a estas alturas? Sobre todo, si lo comparamos con la elección de hace seis años que, para serte franco, creo que varios no creíamos que ella pudiera llegar con un nivel de preferencia mayor al que obtuvo el propio presidente López Obrador, que fue del 53 por ciento.
Hay que decirlo, cualquier sistema democrático que no tiene una segunda vuelta y todo se resuelve en una sola elección ganar con mayoría absoluta es inusual, y eso pasó hace seis años.
Nosotros hacemos mediciones mensuales. Como siempre, tenemos una muestra grande de 800 casos, pero, lo que importa son los cambios y la varianza. No hemos registrado un cambio sustancial en la preferencia. Creo que esto es similar o compartido con lo que otros colegas midieron, es decir, tenemos básicamente los mismos puntos de diferencia que teníamos antes. Hoy en las mediciones tal vez va con 50 y pasó de 52 a 53 puntos, es decir, no hubo gran variación.
Creo que lo que pudo haber movido un poco el tablero fue la salida del candidato del Samuel García, que, al salirse de la contienda, MC pasa a su histórico 5 por ciento. Veremos con el tiempo qué tanto puede cambiar esto con un candidato como Álvarez Máynez, que por ahora no tiene mucho nivel de conocimiento. Entonces, tener estos números sorprende, pero no deja de ser explicable.
-A qué se debe esa ventaja o avance de Sheinbaum?
-Para mí, un primer factor que se debe considerar es la campaña que tuvieron los candidatos de Morena y la actual candidata, que abarcó prácticamente un año de proceso. En agosto del 2022, es la primera vez que el Presidente habla de los posibles candidatos y los llama cómicamente “corcholatas”. Pero es la primera vez que se refiere a ellos, y el proceso interno se realiza un año después, en septiembre del 2023. Durante ese tiempo, la verdad es que todos los candidatos de MORENA, los seis, tuvieron la posibilidad de posicionarse públicamente, en particular los dos punteros, el ex canciller y la ex Jefa de gobierno.
Este proceso de un año, creo que le dio una ventaja sustancial al partido del gobierno. Si eso lo comparas con el proceso por el que pasó la candidata del Frente Amplio por México (Xóchitl Gálvez), que no sé si acaso habrá tenido un mes y medio en su proceso de candidatura y competencia, pues hay una gran diferencia. No obstante, Gálvez, es la que presenta mayor porcentaje de crecimiento en conocimiento de nombre no tanto en preferencia. Prácticamente de febrero del 2023 a la última medición que tenemos en diciembre pasado creció 40 puntos de 30 a 70 puntos, lo cual me parece meritorio y muy valioso.
El problema es que, aunque creció en conocimiento, no cambió la opinión que había de ella. Sigue siendo una opinión negativa, de menos 10. Aquí, la siguiente pregunta sería: ¿esta es una opinión atribuible a ella, o es una opinión que más bien tiene que ver con los partidos políticos a los que representa? Creo que más bien es lo segundo. Creo que es muy difícil cargar con los logos o con las identidades políticas de hoy día de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional.
Creo que la principal razón es la crítica presidencial que hace el mandatario, quien cuenta con muy buenos números de popularidad, recordándonos en su conferencia diaria, cómo los problemas que tenemos hoy se los debemos a administraciones pasadas. No estoy haciendo un balance de política pública, estoy haciendo un balance de percepciones. Claro que afectan los logos de esos partidos, y es lo que representa esta candidata.
Entonces, tienes una campaña muy larga por parte del partido del gobierno y una muy corta por parte de la candidata del Frente. Aunque haya aumentado sus niveles de conocimiento, que es lo que se esperaba que pasaría, deberían cambiar los números de la preferencia electoral. Y aquí, no están cambiando los números en la preferencia.
Lo que reportan los números brutos, y le quitas la no respuesta, para prácticamente cualquiera de las mediciones que veas, la diferencia está entre 20 y 30 puntos. ¿Qué elementos puede cambiar para que el resultado de la elección fuera distinto, pues el fenómeno participación. Creo que la participación es lo que cambia estas mediciones que nosotros hacemos sobre el cien por ciento por ciento de la población, pero cuando solamente salen a votar el 63%, como pasó en la última elección presidencial, pues entonces ese 37% tenemos que averiguar quién es.
Entonces si bien doy las diferencias que parecen sustanciales, esto puede cambiar en algunos lugares o los números. El nivel de participación es lo que más puede impactar a elecciones locales, como las de la Ciudad de México en 2021. En el 2021 era muy difícil prever lo que iba a pasar en las alcaldías Álvaro Obregón o Miguel Hidalgo, en donde las tasas de participación en algunas casillas fue del 80%, eso hizo la diferencia y el resultado.
-La experiencia de monitorear anteriores comicios federales, se modifican durante el período de intercampañas, (parte de enero y febrero), ocurre algo que cambie las tendencias demoscópicas previas, ya que los aspirantes no pueden llamar al voto; presentar propuestas, ni realizar concentraciones masivas?
– En realidad, en el periodo de intercampañas es cuando pasan más cosas. Hace seis años, el cuestionamiento que tuvo el candidato más cercano con el actual presidente, Ricardo Anaya, tuvo sus golpes más duros en términos de cuestionamientos o críticas precisamente en el período de intercampaña. Como funciona la comunicación política, diría que una noticia crítica sobre alguno de los candidatos puede ser infinitamente más poderosa o más dañina que incluso un spot.
Los spots son ejercicios de comunicación donde la población está como muy reactiva o muy prevenida de la información que va a escuchar y muy con la guardia arriba. Una noticia, en principio, es información neutra, pero si es una noticia crítica sobre algunos de los candidatos es como un doble golpe, ¿no? Entonces, sí, en los periodos de intercampaña pasan cosas e incluso pueden ser más dañinas para algunos de los candidatos, porque la intercampaña no se presenta como spots, se presenta como noticia.
– ¿Qué podemos esperar de los candidatos en cuestión de mensaje e imagen durante las campañas?
-Lo que tenemos hoy es que no hubo mucho cambio en las preferencias y no tienen que ser necesariamente ellos los que cambien los números. A veces con o sin su presencia, la población no deja de recibir información después de este periodo de intercampaña. El otro problema que tiene la oposición para cambiar estas tendencias es que queda muy poco tiempo. Queda muy poco tiempo para cambiar estas tendencias, ¿no? Y eso pues va en contra de, en este caso, de los contendientes opositores al partido oficial.
-¿Cómo ven ustedes a los precandidatos en términos de imagen, discurso, presencia e imagen política?
-Veo a Xóchitl Gálvez como una buena candidata. Cuando ella fue aspirante a la gubernatura del estado de Hidalgo, cerró una elección que iba en 15 puntos de diferencia a cinco, un dato importante curricularmente la ubica como una buena candidata. El problema no es necesariamente ella, porque tiene que ver mucho la oposición a la que está representando. Además, la campaña y la información que maneja está basada en percepciones, situaciones que no estoy bien seguro de que las comparta buena parte del electorado. Cuando ella cuestiona temas como la situación económica, no estoy bien seguro de que el electorado comparta las opiniones que ella tiene o que la gente esté a favor del cambio cuando lo que estamos registrando en las decisiones, es que más bien la gente está a favor de la continuidad. Entiendo que no es una campaña fácil para ella. Y del otro lado, de Sheinbaum, la campaña es un poco más sencilla. No tiene que mover muchas variables, o no tiene que cambiar mucho el discurso, Simplemente continuar con la tendencia que se ha observado o que ha funcionado con el Presidente, por ejemplo. No en términos tanto discursivos como de propuesta de política pública.
-¿Y, Máynez?
-Es un candidato sólido. Me parece que podría subir mucho el nivel de discurso y meterse en otros temas. Creo que al ser el tercero en discordia, alguna parte del electorado le podría interesar votar por un candidato que no está en la crítica, ni en la ofensa. Puede ponerse en términos muy positivos sus propuestas, como el candidato menor. Es un reto cuánto puede hacer por su partido por las mediciones que hemos hecho. Medimos qué pasaría si un candidato como Marcelo se hubiera postulado por Movimiento Ciudadano, y alcanzó hasta 15 puntos de preferencia, lo cual para Movimiento Ciudadano, habría sido un gran número. Lo mismo sucedió con Samuel García quien llegó a registrar cerca de nueve puntos.
El reto de Máynez es ubicar a su partido por encima de los cinco puntos históricos que podría tener y ver hasta dónde lo puede llevar. Nuevamente, su problema es que empieza con un nivel de conocimiento de seis puntos. Eso no le permite aportarle mucho a su partido. Su reto es hacer una campaña intensiva en conocimiento de nombre para que lo empiecen a ubicar.
-Esperamos en los próximos meses la intensificación de las campañas y una guerra cruzada de dichos, versiones y desmentidos.
-Les conviene hacerlo. Creo que la que tiene que tomar riesgos es la candidata opositora. La aspirante del oficialismo cuenta con mayor probabilidad de ganar no debería hacerlo, pensaría que cualquier riesgo que tome sería un riesgo innecesario. Simplemente tiene que realizar una campaña relativamente conservadora. Quién tiene que tomar riesgos para crecer es Álvarez Máynez.
-En mayo pasado en entrevista con Zócalo, habló acerca del mercado de la demoscopia, el cual en ese momento pasaba por uno de los peores momentos, donde los actores políticos están pagando por las encuestas telefónicas realizadas con robot. Por cierto, decía que en otros países, eso está penado. ¿Sigue igual el mercado? -Sigue igual porque siempre habrá clientes para ese tipo de mediciones y les convenga contratar los servicios que los favorezcan. Ese es otro negocio, ese no es el negocio de la investigación, sino de la publicidad política.
– Los dirigentes partidistas enseñan encuestas de todo tipo de empresas, no hacen diferencias y muestran las que les favorecen.
-El gremio siempre está a favor de una regulación más relajada, pero en algunos países eso no ocurre. En Perú tú no puedes publicar una encuesta de estas, porque allá todas son cara a cara en vivienda. Aquí, lamentablemente los vacíos regulatorios han hecho que alguien tome ventajas. – Se avecina una intensa campaña. -Sí, tendremos que estar pendientes, el factor más importante de estas campañas electorales es el factor de la participación
Carlos Padilla Ríos