El IPN mantiene su vocación social y prestigio internacional: Reyes Sandoval
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El IPN mantiene su vocación social y prestigio internacional: Reyes Sandoval

El director general del Instituto Politécnico Nacional, doctor Arturo Reyes Sandoval, es un científico de prestigio internacional que abrazó como pocos el lema de su alma mater: “La técnica al
servicio de la patria”. En esta conversación habla de la institución que dirige, su contribución al
desarrollo de la ciencia y la enseñanza en el país, con vocación social.

El Instituto Politécnico Nacional, se distingue por su histórica contribución en el desarrollo científico y la preparación de estudiantes en disciplinas biológicas, administrativas y de ingeniería. ¿Qué podría decir doctor Reyes Sandoval de esa contribución? -La enseñanza que se otorga de manera gratuita a los jóvenes que más lo necesitan, en las vocacionales, las escuelas superiores y en los centros de investigación del IPN, es de la mayor calidad. Además, el desarrollo de la ciencia, a través de los 20 Centros de investigación, innovación y de vinculación, contribuyen a producir ciencia básica y a atender los requerimientos de proyectos solicitados por la industria o gobiernos estatales o federal.

En Iztapalapa tenemos una escuela de ingeniería aeronáutica donde se enseña el manejo y reparación de aviones y helicópteros y soldadura industrial, ésta última en América Latina. En Tecámac se ubica la vocacional No.19 donde enseñamos distintas técnicas de aviación, muy cerca al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

En Guanajuato funciona la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, donde también se imparte aeronáutica. En el Sureste iniciamos hace más de un año, en Palenque, la carrera de ingeniería ferroviaria ante el funcionamiento pronto del Tren Maya, donde se impartirá la carrera de turismo sustentable. En Zacatecas, opera otra Unidad Interdisciplinaria, donde se imparten carreras de minería y geología.

En los Centros de Investigación distribuidos en distintas regiones del país, se hace ciencia básica. Tenemos 20 unidades. Además, tenemos 12 Centros de Innovación y Centros de Vinculación donde llegan industrias y gobiernos solicitando desarrollos para obtener mejores productos. En Oaxaca asesoramos para mejorar la producción de mezcal y el aprovechamiento de los residuos de esa industria.

En Durango, se desarrolló una técnica de purificación de agua y se licenció a una empresa que distribuirá el líquido en poblaciones alejadas de las zonas urbanas de aquel estado. En aquel Centro, tenemos un laboratorio de prueba de agua. En Veracruz, tenemos un Centro de Innovación donde ya se aplica un proceso para el mejor aprovechamiento de la vainilla.


-En donde son vanguardia en la investigación.


-Actualmente, uno de los principales desarrollos es la tinta indeleble, inventado en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Cada año se produce y se vende en todos los estados y la federación. Ahora, se exportó a Guatemala.

Otro, es el desarrollo biomédico llamado transferón utilizado por mucha gente para fortalecer el sistema inmune para regular procesos inflamatorios. También en el IPN, se estudia el virus del papiloma humano, donde se descubrió una técnica que puede eliminar células neoplásicas.

Antes de aceptar ser el director general del IPN, Reyes Sandoval, se dedicó durante 20 años, al desarrollo de vacunas. Uno de los cuales sirvió para la vacuna contra la COVID, producido por los laboratorios AstraZeneca. Así lo explica.

-Durante mi doctorado en biomedicina molecular, trabajé en métodos novedosos para desarrollar vacunas. Desde 2002, primero en IPN y luego en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos,  publiqué un texto sobre los adenovirus modificados,  que podían utilizarse para vacunas. Eso interesó a la Universidad de Oxford, por lo que me fui a trabajar allá, y ese vehículo se utilizó como vacuna COVID, de Astra-Séneca.

También comencé a desarrollar vacunas para enfermedades presentes en México: dengue, zika y chikungunya. Uno de mis sueños como investigador era poder hacer un desarrollo que se utilizara en humanos.  En Filadelfia comenzamos a hacer ese desarrollo, pero solamente llegaba a modelos de animales. En Oxford ya fue diferente porque ahí sí tuve la oportunidad durante 16 años de entender el proceso, cómo se desarrolla, prueba y produce una vacuna y se llega a probarla en humanos.

Para mí, el primer día en que se administró una de mis vacunas que desarrollé contra chikungunya, que se utilizó en humanos, fue un  día para mí como persona y  científico, maravilloso, inolvidable, porque pude llegar a ver que se utilizara en humanos.

Posteriormente hice dos ensayos clínicos, pero mi interés era que no se quedarán en ensayos clínicos en la Universidad de Oxford sino que llegaran a México. Así que conseguí fondos del Reino Unido para hacer un ensayo clínico para vacuna de zika y chikungunya para administrar al mismo tiempo, y lo hice aquí en México con fondos del Reino Unido.

Siempre he dicho que para un científico desarrollar una vacuna es como un maratón con obstáculos hay que tener mucha paciencia y hay que aprender un poco a manejarla parte de propiedad intelectual del aspecto regulatorio que se tiene que trabajar con organizaciones como Cofepris. Así que en total hice tres ensayos clínicos: uno para zika, uno para chinconguya en el Reino Unido y uno para ambas aquí en México. Después de dos años y medio que llevo aquí en México al recibí la invitación a dirigir mi Alma Mater por el señor Presidente de la República, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, estamos a punto de finalizar el análisis de las respuestas en este ensayo clínico que inicié hace dos años y medio. La última vacuna que yo mencionaría es una para paludismo y malaria.

-Entonces usted sí, aplicó la técnica al servicio de la patria.

-Así es, yo creo que sí porque siempre me importó enfermedades que son de interés en México, por supuesto es importante estudiar el cáncer, pero sí creo que tenemos un gran problema en México todavía en enfermedades infecciosas.

Doctor, ha surgido recientemente una polémica acerca de la nueva ley de ciencia ¿Qué opinión tiene usted acerca de esto?

Yo creo que la ciencia en México el quehacer de las ciencias si necesitaba una renovación importantísima se requería que muchas de las áreas no estaban siendo utilizadas de la mejor manera, nos ha descrito la doctora María Elena Álvarez-Buylla, requería que cambiara. En ese aspecto estoy de acuerdo en que se haya renovado la ley de ciencia. El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) citó a los investigadores del IPN donde ellos pudieron opinar. La última reunión que tuvimos fue directamente en CONACyT así, la comunidad participó dio su opinión a lo cual yo respaldo y aplaudo

-Algunos científicos dicen que con esta ley no hay libertad de investigación, científicos reconocidos ¿Qué diría a usted, que agregaría?

-Yo consideraría que es prematuro decir eso, creo que la inversión que se ha dado por ejemplo para el apoyo para el Sistema Nacional de Investigadores ha hecho que crezca mucho el número, pero al mismo tiempo creo que es prematuro, habría que esperar y ver cómo se darán las convocatorias en cuanto al universo de lo que podemos investigar en México, así que me parece todavía prematuro el decir eso.

Redacción

24 de julio de 2023