Crisis en Proceso se agudiza
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Crisis en Proceso se agudiza

La revista Proceso continúa registrando serios problemas de liquidez que le impiden cubrir la nómina y prestaciones de trabajadores, según versiones que circulan en cuentas de redes sociodigitales.

Para paliar aquella escasez, los accionistas y el consejo de administración han recurrido a la venta de activos, como del emblemático edificio de Fresas 7 colonia Del Valle y el cierre de la imprenta-rotativa, no sin diferencias de opinión, indican las mismas versiones.

“Los problemas se intensifican con los adeudos al SAT, IMSS e Infonavit…”, agrega la cuenta @PulsoDLosMedios.

A lo largo de sus 47 años Proceso ha enfrentado vetos publicitarios en cada sexenio, intermitentes, breves o permanentes. Desde aquella frase lapidaria de López Portillo “no pago para que me peguen”, pasando por el resto de los gobiernos priistas: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo; los panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, hasta Enrique Peña. Este último, uno de los más intolerantes ante la crítica periodística.

Cualquier comunicador que elogiara a Peña tenía la publicidad garantiza, a los críticos se les retiraba las pautas publicitarias, así ocurrió con la revista Zócalo en 2015, publicación donde textos y cartones políticos de sus caricaturistas cuestionaban a  Enrique Peña, cliente consentido de Televisa.

La intolerancia y el despotismo caracterizaron a esos gobiernos priistas y panistas quienes simulaban tolerar a la prensa critica e independiente que representaba Proceso, al que se le negaba información y acceso a fuentes. Comunicación Social de Presidencia tenía en las empresas de la información a su pool de reporteros, donde no tenían acceso los reporteros del entonces semanario.

A principios del año 2023, cuando la misma crisis económica obligó a sus editores a ampliar la periodicidad de Proceso de semanal a mensual, se aceptó la pérdida de lectores por la irrupción del internet y las redes sociales, que golpearon la adquisición de revistas y periódicos, y por la misma razón, los gastos publicitarios de empresas privadas y de los sectores gubernamentales.

A través de su larga vida, la revista no ha cambiado su perfil editorial, ni el tremendismo de sus portadas, pero sí las generaciones de lectores y las circunstancias políticas prevalecientes a mediados de los setentas, casi medio siglo después.

El priismo como grupo hegemónico en la presidencia perdió el poder hace 23 años. Aunque prevaleció la desigualdad, la corrupción y la pobreza, en los gobiernos neoliberales de la  alternancia.

El país del golpe a Excélsior (hace 47 años) y el fraude electoral de 1988 (hace 35 años) ha cambiado. La España del dictador Francisco Franco (1975), ya no es la misma que la presidencia ahora de Pedro Sánchez.  

Al iniciar el gobierno de la Cuarta Transformación, el semanario Proceso recibió ingentes pautas publicitarias del gobierno federal, tal vez reconociendo la trayectoria critica e independiente del entonces semanario, sin descartar la posibilidad de que la nueva autoridad esperara recibir un trato editorial mensurado, conociendo el historial editorial de la revista.

Sin embargo, en los primeros meses de gobierno del Presidente López Obrador, la revista ya auguraba en su portada el fracaso de la Cuarta Transformación!, como si ésta fuera lo mismo que el priismo o el panismo, sin entender que lo que teníamos en frente era a un gobierno de izquierda, muchísimo más dispuesto a respetar la libertad de prensa y el derecho a la información de los ciudadanos.

Esa presencia publicitaria se fue diluyendo y hasta desaparecer por lo pronto. En su edición de enero de 2024 el mensuario no tiene publicidad gubernamental, aunque en los primeros meses del año, la asignación presupuestaria federal no se concreta todavía en campañas.

La Jornada es un periódico cercano al lopezobradorismo, sin embargo también crítica las políticas públicas cuando son necesarias, como la inseguridad en algunas regiones del país; la escasez de agua o la corrupción de autoridades federales.

Aunque la situación para Proceso de obtener publicidad federal se dificulta, si la empresa, como aseguran las versiones en las redes sociodigitales, adeuda obligaciones fiscales, que en este gobierno no son toleradas.  

De aquella vieja guardia de reporteros que renunciaron junto con Julio Scherer a la cooperativa de Excélsior en 1976, por el golpe del expresidente priista Luis Echevarría y su cómplice Regino Díaz Redondo, sólo queda Armando Ponce, editor de cultura, según el directorio de la revista.

  De acuerdo con el directorio del mismo mensuario, cada quincena, la empresa tiene que pagar la nómina de por lo menos 40 trabajadores de planta.

Mesa de Redacción

3 de febrero de 2024