Después de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales diera un beso en la boca a la jugadora de la selección femenina Jennifer Hermoso sin su consentimiento, el organismo convocó a una asamblea general extraordinaria, con carácter de urgente para este viernes.
Rubiales difundió un video en el cual ofrece disculpas y se refiere a la supuesta “amistad de años” con la jugadora. Algunas versiones indican que la RFEF como el cuerpo técnico del equipo intentaron convencer a la jugadora para que apareciera en el vídeo de las disculpas.
Hermoso, a su vez, difundió otro video, donde la jugadora de Pachuca, se dijo molesta y no haberle gustado, la actitud de Rubiales.
El tema ya escaló al área política. Ayer, el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, calificó de “insuficientes” las disculpas del Presidente Rubiales, pero en ningún momento ordenó su cese por medio del Consejo Superior de Deportes (CSD), que tiene la facultad para remover del cargo al polémico directivo.
“Las disculpas del Señor Rubiales no son suficientes; incluso, no son adecuadas. No conecta con el sentimiento de la mayoría de la ciudadanía. Es una muestra de que hay que trabajar para la unidad entre hombres y mujeres en España”, dijo Sánchez.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) expresó los hechos como un “lamentable episodio” y por tanto denuncian “que los gestos físicos dirigidos hacia una futbolista nunca serán apropiados ni aceptables en ningún contexto sin el consentimiento de la persona afectada”.
El beso forzado “es una clara vulnerabilidad ante una persona que tiene una posición de poder sobre ella al iniciar un acercamiento o realizar un gesto físico. En caso de Rubiales no renuncie, la AFE exige que se aplique la Ley del Deporte, ya que los hechos descritos están contemplados en ella”.
También en la oposición del derechista Partido Popular (PP), su secretaria general Cuca Gamarra, exigió más contundencia al gobierno: “Todos los responsables institucionales tenemos un deber de ejemplaridad. Un eje fundamental debe ser el respeto a las mujeres, y lo que vimos fue bochornoso”. (Con información de La Jornada).
Redacción.
