Central de Abasto funciona pero requiere atención: Sergio Palacios
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Central de Abasto funciona pero requiere atención: Sergio Palacios

Al oriente de la Ciudad de México, dentro de la delegación Iztapalapa, miles de personas transitan desde las primeras horas de la mañana para vender o comprar toneladas de semillas, alimentos y otros productos perecederos, en el mayor espacio de comercialización del país: la Central de Abastos. Por su actividad económica, trasiego de recursos económicos y flujo de gente, podría decirse que es una ciudad, que en ocasiones no es fácil administrar.

-¿Cómo se administra una central de abastos con las dimensiones de la que está a su cargo, se le pregunta al coordinador de la misma, Sergio Palacios?

-Esta es la Central de Abastos más grande del mundo. Más que administrarse, se tiene que gobernar. Por el flujo de gente que nos visita, por la cantidad de comerciantes que tenemos, a diario hay conflictos. Se requiere de mucho trabajo de conciliación y participación. Aquí tenemos todas las problemáticas con una circunstancia muy interesante, que muchas veces la gente no ve: toda la gente entra y sale con dinero porque vienen a comprar o a vender. Eso, evidentemente, genera un foco de atención para la delincuencia, y manejar eso requiere de mucha experiencia que tenemos como equipo de trabajo.

-¿En qué aspectos, se ha enfocado la administración?

– Una idea muy importante desde un inicio fue dar a la Central de Abasto un rostro social, hacerla parte de la ciudad porque muchas veces se le ve como un ente alejado, externo, pero su función, quizá la más importante, es captar y distribuir los alimentos que se producen y consumen en toda la República. La centralización es un modelo que funciona bastante bien por las características del país. Tenemos centrales de abasto municipales y estatales, pero nosotros recibimos y distribuimos productos a todo el país.

-¿Qué medidas administrativas ha tomado?

-Hemos buscado mejorar los ingresos. Actualmente, los ingresos y los egresos de este Fideicomiso prácticamente están nivelados. Lo que ingresa es casi lo que se gasta. Buscamos nuevos contratos con mejores condiciones, para tener que un mejor presupuesto. Es un tema importante y una llamada de atención a las fuerzas políticas, que valoren la función pública que cumple la Central, independientemente de que es un fideicomiso privado. Si se toma en cuenta que es un motor económico del país, creo que deberían quitarse los actores políticos, esa idea de que es un fideicomiso rico. Deberían, considerar que la Central de Abastos también puede ser que una propuesta cultural con atractivo turístico. En Madrid recibimos un premio por la propuesta cultural que estamos impulsando. Ahora, iniciamos la segunda etapa con los murales y organizamos la galería al aire libre más grande de la capital.

-¿El presupuesto, cómo ha evolucionado?

-Sin negar que se tienen problemas financieros, logramos que el presupuesto mejore, y que nos permite avanzar en todo lo que se está haciendo, con ingresos y egresos auditados. Tenemos mucha tranquilidad en ese sentido. Los problemas presupuestales nos impactan principalmente en el mantenimiento y la seguridad, pero tenemos avances. Un tercer punto es la imagen de la Central. No nos dio el presupuesto para pintarla para hacerla más atractiva en el aspecto turístico. Sin embargo, el costo de los murales es mucho menor y estamos en un proyecto muy interesante que combina el tema cultural y el tema de la Central.

-¿La Central de Abasto es insegura?

-Es un tema que atendemos desde que llegamos a este cargo hace año y medio. A raíz de un suceso donde murió una mujer policía, se habló mediáticamente de la inseguridad. Sin embargo, comparativamente el registro aquí es de menos de un delito al día, lo que pasa es que la Central de Abasto es una caja de resonancia. Tenemos operativos especiales, policía sectorial y dos estaciones de la policía aquí. Tenemos 457 cámaras, y buscamos que haya intercomunicación entre el C5 y la Central de Abasto. La inseguridad también la combatimos con actividades culturales como “La Bodega del Arte”, las ofrendas del “Día de Muertos”, algo que nunca se había hecho aquí: promover la cultura.

-¿Pavimentación e inseguridad, que otro cuello de botella?

-El tema de la basura es muy complicado aquí en la Central, no hemos logrado transmitir que la basura, se genera por el propio ciclo que tiene la Central, que trabaja las 24 horas los 365 días al año. La infraestructura, aspecto donde no hemos logrado todos los objetivos, por lo que hay que insistir en que los nuevos legisladores consideren un presupuesto especial, en particular las autoridades federales, como la Sagarpa para que subsidie a los productores y a los comercializadores. Creo que la Sagarpa y las autoridades federales y locales deberían ver el presupuesto para la Central de Abasto para mejorar las condiciones de la infraestructura.

-¿Existen mediciones de calidad de los productos?

-Sí, claro. Además la Procuraduría de Defensa del Consumidor tiene permanencia en la central, con operativos, revisión de calidades, básculas. Y, también del Sistema Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), que constantemente hace pruebas aleatorias. El año pasado determinó que todos los productos son aptos para el consumo humano.

-¿Cuál es el manejo que se le da a la basura?

-Viene un proyecto muy interesante de la ciudad que es el biodigestor en donde se procesará la basura orgánica de la Central de Abasto y eso va a ser muy importante porque va a generar bioenergía. Se hicieron encuestas, campañas de concientización sobre la separación de la basura. Ha sido una etapa complicada, pero interesante.

-¿Todavía es funcional una central de abasto?

-Totalmente, el dato más interesante es que cuando se inauguró la Central vivíamos en la Ciudad de México y área metropolitana nueve millones de personas. Ahora somos 20 millones. La pregunta que hago a todos: ¿Te llegó comida hoy? Eso quiere decir que la central está funcionando.

2 de diciembre de 2021