Como nunca antes en el país, se debate el impacto social, económico y político del sistema neoliberal en México. Ese debate ha sido estimulado intensamente desde el Ejecutivo Federal, desde diciembre de 2018, más que la academia, paradójicamente. Con un gobierno de izquierda en la Presidencia y otra forma de gobernar, el neoliberalismo está siendo exhibido por sus insuficiencias y contradicciones, y ahora también, su impacto en los medios de comunicación públicos del país, gracias a la investigación realizada por el doctor en comunicación Lenin Martell Gámez, publicada como libro titulado El imaginario de lo público en la radio.
El autor ilustra el contexto del neoliberalismo en el mundo y encuentra que en Europa ese modelo económico y las crisis financieras impactaron en el desarrollo de los medios de comunicación públicos, cuando los gobiernos vieron en ellos un gasto más que una inversión. Eso ocurrió también en América Latina, y desde luego en México, donde advierte el autor, el Estado mexicano careció de una política pública para desarrollar un sistema de medios, dejando que las empresas privadas consolidaran su expansión e influencia, que desde luego influyó en la construcción comercial de gustos y preferencias entre las audiencias.
Para profundizar en su vasta investigación (más de 400 páginas), Martell tomó como objeto de estudio a la emisora Radio Educación, en el periodo del año 2005, para ubicar cómo se construyó el concepto de servicio público en Radio Educación, y con ello la relación entre esa emisora, el Estado y la sociedad.
Para los sucesivos gobiernos neoliberales los medios públicos sólo eran el complemento del sistema de radiodifusión del país, a los cuales los mantenía pero no los desarrollaba. Siempre carecieron de presupuesto suficiente.
El autor encontró que Radio Educación se trazó “un desarrollo distinto en comparación con la mayoría de las radios estatales en el país”, por su mayor autonomía con el gobierno que otras emisoras estatales. Esa autonomía se construyó con el tiempo y tuvo mucho que ver la creatividad y experimentación de sus productores, quienes fueron imprimiendo a sus programas la vocación de servicio social con independencia, que abrió la posibilidad de crear informativos críticos que se alejaban de la égida editorial gubernamental.
La propuesta cultural, temática e independencia editorial, llamaron la atención de las audiencias ilustradas de la Ciudad de México, que en los años ochenta y noventa del siglo XX siguieron la programación de la “Tercera posibilidad en la Radio”, como rezaba un viejo eslogan. Pero vendrían los años más restrictivos del neoliberalismo que también impactaron en la producción radiofónica, en los contenidos y la huida de las audiencias.
Martell Gámez recuerda que fue hasta 2014 con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, cuando se reconoció a los medios públicos y “definió la noción de servicio público”. Además reivindica la necesidad de que los ciudadanos participen en el diseño y orientación de los medios de comunicación públicos.
El libro El imaginario de lo público en la radio (Editorial de la Universidad Veracruzana), es una oportunidad única para conocer el desarrollo de la radio pública durante el periodo neoliberal, y rescatar el sentido público a la radiodifusión en México.
