En el Museo Nacional de las Culturas del Mundo podrás encontrar una gran cantidad de exposiciones permanentes y temporales de expresiones culturales de todos los continentes. Las colecciones permanentes que se pueden visitar son:
China: “El reino del centro”. La exposición consta de una vasta colección de objetos cotidianos y réplicas de piezas arqueológicas características de la cultura china. Los biombos tradicionales se exhiben en cada sala y van narrando la evolución que tuvieron en la historia cultural nacional. En un principio eran utilizados en las residencias de la nobleza como paneles para dividir los espacios, obtener privacidad y proteger de corrientes de aire. Con el paso del tiempo, los biombos se convirtieron en obras de arte y constituyeron un obsequio muy apreciado. Durante el periodo virreinal, este elemento llegó a México, donde fue bien recibido, pues se sigue utilizando hasta la actualidad.
La exposición también muestra tinteros, plumas y papel, ya que una de las artes más valoradas por los chinos es la caligrafía. Durante siglos, el carácter y ascendencia de una persona se juzgó por su manejo del pincel. Así, la habilidad para escribir con signos chinos y componer poemas fue el toque distintivo de la élite educada.
Japón: “La tierra del sol naciente”. En la segunda sala se muestra una colección cultural proveniente de Japón, que consta en su mayoría de objetos de madera, instrumentos musicales y religiosos, y prendas tradicionales.
El término kimono es el más conocido para referirse al atuendo tradicional masculino y femenino. Para las mujeres, existe una inmensa variación en los tipos de tela, colores y diseños específicos que se asignan de acuerdo con la edad, posición social y estación del año.
Las culturas japonesa y china tienen una gran influencia una con la otra, y esto se ejemplifica perfectamente en el museo, pues el final de la sala china y el inicio de la japonesa se conectan con un texto en el que se menciona que entre los siglos VI y VIII, correspondientes a los periodos Asuka y Nara, los japoneses incorporaron elementos de la cultura china en todos los ámbitos, desde la organización política, económica y social, hasta las costumbres y expresiones artísticas. Además de que los japoneses adoptaron la escritura china.
Corea: “La tierra de la calma matutina”. La exposición de Corea muestra principalmente réplicas de arte budista y otros objetos religiosos. Esta religión proveniente de China fue introducida a Corea durante el periodo de consolidación de los tres reinos.
En los templos budistas se realizan las ceremonias y rituales, acompañados de cuatro instrumentos de gran tamaño: el tambor, la campana, el pescado de madera y el gong de bronce, los cuales también se encuentran en el museo.
Sala del pueblo Sami. Al final de las exposiciones de las culturas asiáticas, está la muestra del pueblo Sami. Los samis son un pueblo indígena que habita el área Sápmi, perteneciente al norte de Suecia, Noruega, Finlandia y la península de Kola. La comunidad es de casi 100 mil habitantes.
Con una larga historia en la región del Ártico, han generado vínculos armoniosos con su entorno natural. Se les asocia con el pastoreo de renos, aunque también se dedican a otras actividades económicas como la pesca y la caza.
La sala consta de una colección de objetos y textos que relatan la vida cotidiana de este pueblo, así como sus principales conflictos políticos y ambientales.
El Museo Nacional de las Culturas del Mundo se ubica en Moneda 13, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Estefany Casales
