Telecomunicaciones gobierno, democracia y nuevos usuarios
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Telecomunicaciones gobierno, democracia y nuevos usuarios

Ivonne Acuña Murillo

La palabra “telecomunicación”, hace alusión a la combinación de dos términos: el término griego telos, el cual hace referencia a la distancia y el término “comunicación” que remite al hecho de “poner en común”, de “compartir información”. De esta manera, “telecomunicación” supone poner en común y compartir información a distancia.

Desde tiempos remotos los seres humanos, se vieron en la necesidad de enviar información a otros, superando el obstáculo de la distancia. Las señales de humo, los sonidos del tambor, los mensajes transmitidos a través de la luz de decenas de antorchas colocadas en línea, la maratón que consistía en que una persona o varias llevaran mensajes de un sitio a otro corriendo por kilómetros, así como la utilización de animales para reducir el tiempo, son prueba de ello.

La invención de la tinta (utilizada por los chinos desde el 400 AC), el papel (año 105 DC) y la imprenta moderna, la de Johannes Gutenberg (hacia 1440 DC), permitieron la aparición de la prensa moderna a mediados del siglo XVII, lo que posibilitó llevar información a lugares remotos.

Trascurrieron dos siglos y TELECOMUNICACIONES medio para que el desarrollo AGOSTO 2019 50 Telecomunicaciones, gobierno, democracia y nuevos usuarios Ivonne Acuña Murillo tecnológico permitiera comunicaciones eficaces y rápidas, originando lo que hoy se conoce como “Sistema de comunicación a distancia” o “telecomunicaciones”. Ese sistema utiliza medios eléctricos y electromagnéticos, que permitieron superar la barrera de la distancia y la del tiempo por lo que hoy es posible comunicarse y enviar información en segundos, a cualquier parte del mundo y en cualquier momento.

La historia de las “telecomunicaciones” es la historia del avance tecnológico, incluyendo los primeros intentos por superar las barreras espaciotemporales, a través de métodos primitivos, y de formas mucho más avanzadas como se verá enseguida.

No se puede hablar de “telecomunicaciones” sino hasta la implementación de la primera línea de telegrafía óptica puesta en marcha en 1794, la posterior construcción del primer telégrafo, en 1829, por parte de Joseph Henry (1797-1878), del surgimiento de la clave morse inventada por el estadunidense Samuel Morse (1791-1872) y de la invención del teléfono en 1854 por Antonio Meucci. En 1821 comenzaron los descubrimientos, como el de la inducción eléctrica, que darían paso, 100 años después, a la invención de la radio.

En junio de 1920 se produce la primera transmisión pública mediante el radio teléfono de Marconi de 15 KW, y en 1921 se transmiten los primeros programas de entretenimiento.

En 1925 el inventor escocés John Logie Baird inventó el primer sistema de televisión pública. Las primeras emisiones públicas de televisión fueron efectuadas por la BBC One, en 1927, y la TFI en 1935, ambas en Inglaterra y la CBS y NBC, en Estados Unidos, en 1930.

Como es de suponer cada nuevo avance en términos de comunicación significó una revolución. Sin embargo, la aventura no había concluido, en 1958 la compañía Bell creó el primer módem que permitió transmitir datos binarios sobre una línea telefónica simple, dando inicio a la posibilidad de conectar, en una red, a millones de computadoras, pero también a la comunicación inmediata alrededor del planeta. Había nacido Internet. Internet es un acrónimo del inglés INTERnational NET, que traducido al español significa Red Mundial.

Nuevas tecnologías

Actualmente, las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) cuya base se centra en los campos de la informática y la microelectrónica permiten, mediante códigos, compartir textos, imágenes, sonidos y videos.

Las telecomunicaciones son el conjunto de soportes tecnológicos que permiten a los humanos disponer de información a través de diversos medios de transmisión: telégrafo, teléfono, correo electrónico, computadoras de escritorio, laptops, teléfonos inteligentes y tabletas.

La historia del avance tecnológico en materia de telecomunicaciones, es el uso y acceso que a través del tiempo se ha hecho de él, y del privilegio que en determinados contextos supone contar con información inmediata y fidedigna.

En México, la historia de las telecomunicaciones inicia con la primera concesión otorgada a Juan de la Granja, en 1849, para instalar telégrafos eléctricos a lo largo de la República por diez años y con la primera Red de telégrafos tendida entre la Ciudad de México y la población de Nopalucan, Estado de Puebla, en 1851. Para 1870 la red cubría 8 000 kilómetros y por ella circulaban alrededor de 222 000 mensajes y para 1873, estas llegaron a la frontera con los Estados Unidos. En 1902 se introdujo la radiotelegrafía, la cual permitía la transmisión de datos por medio de ondas electromagnéticas sustituyendo a los cables.

La telefonía fue introducida en 1878 y el primer enlace se realizó entre la Ciudad de México y Tlalpan. El 16 de septiembre del mismo año, se instaló la primera línea telefónica entre el Castillo de Chapultepec y Palacio Nacional. Para 1881, la red telefónica se había ampliado a varias zonas de la capital de la República y en 1883 se realizó la primera conferencia telefónica internacional entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas. ese año se contaba ya con 1 110 suscriptores.

La radio y la televisión

Las primeras emisiones de radio en México tuvieron lugar en 1921 y hacia 1935 había en el país 71 estaciones de radio y para 1946 eran ya 240. Entre las principales estaciones estaban: XEW, XEQ, XEOY y XEX.

Los experimentos con la televisión en México iniciaron en 1930. Para 1939 el ingeniero mexicano Guillermo González Camarena inventó su propio sistema híbrido de televisión en color. El 15 de septiembre de 1942, en Estados Unidos, obtuvo la patente del sistema tricromático secuencial de campos (conocido como STSC), solicitada dos años antes.

No hay que olvidar que un medio más estuvo presente en México desde inicios del siglo XX, este fue el cine. En 1895, los hermanos Louis y Auguste Lumière rodaron sus primeros fragmentos en movimiento: Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir, Llegada de un tren a la estación de la Ciotat y El regador regado. Un año después, en 1896, México se convertía en el primer país del continente en disfrutar del cinematógrafo. Las primeras vistas fueron proyectadas en el Castillo de Chapultepec ante Porfirio Díaz, su familia y miembros de su gabinete. Unos días después, Díaz fue filmado paseando en el bosque de Chapultepec sobre un caballo blanco por Gabriel Leyve y Claude Ferdinand Bon Bernard, los proyectistas enviados por los hermanos Lumiére.

A finales del siglo XX, los primeros accesos desde México a la red ARPAnet, el antecesor del Internet, fueron realizados en 1982 por Max Díaz, investigador del Instituto de Investigación en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS), de la UNAM. Los ejercicios fueron efectuados a través de la red conmutada Telepac, utilizando programas escritos por Díaz para efectuar accesos remotos y transferencias de archivos.

La importancia de las redes sociales llevó al actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a calificarlas como “benditas”, al considerar que gracias a ellas y al papel activo de sus seguidores se logró romper el cerco mediático que le impidió difundir más ampliamente su mensaje durante las campañas electorales de 2006 y 2012.

La creación de la World Wide Web (WWW), dio paso a: el consumo de contenidos e información (Web 1.0); la creación y uso de blogs, comentarios y redes sociales (Web 2.0); la búsqueda de contenidos usando palabras clave (Web 3.0); y la puesta en marcha de un conjunto de acciones para conseguir lo deseado, pedido o dicho (Web 4.0).

Es un hecho que todas estas nuevas tecnologías en materia de telecomunicaciones fueron utilizadas primero por los gobiernos de México y el mundo, antes que por la ciudadanía. A lo largo de la historia mexicana se pueden encontrar ejemplos de esto, comenzando por Porfirio Díaz, a cuya administración, el telégrafo y el nuevo sistema ferroviario contratado por el presidente Benito Juárez, concretado por su sucesor Sebastián Lerdo de Tejada y continuado por el mismo Díaz, 20,000 kilómetros de vías fueron construidas durante su gobierno, le permitieron sofocar cualquier rebelión que se antepusiera a la llamada “paz porfiriana”.

En 1879, el dictador ordenó reprimir a los responsables de una insurrección que tuvo lugar en el Puerto de Veracruz. La represión pasó a la historia en la figura de un telegrama en el que, supuestamente, se leía “mátalos en caliente”. En este y otros casos, el telégrafo desempeñó un papel crucial, para que el general contara con la información necesaria para tomar decisiones en un lapso muy breve de tiempo.

Durante la Revolución de 1910, el telégrafo y el teléfono tuvieron también un papel relevante en la comunicación y organización de los grupos revolucionarios.

El PRI y Televisa

Una vez establecido el nuevo Sistema Político Mexicano, los medios que conformaban el soporte tecnológico de las telecomunicaciones pasaron por diversas etapas en su relación con el gobernante en turno.

Si bien es cierto que, durante las primeras décadas posteriores a la Revolución, el nuevo partido político nacional (PNR1929; PRM-1938; PRI-1946) fungió como red de transmisión de información y recursos entre el pueblo y el Presidente de la República, el inicio y consolidación de la televisión mexicana abrió una nueva etapa. Esta puede ser identificada por la subordinación de los medios al poder político. Esta quedó plasmada en la frase de Emilio Azcárraga Milmo, apodado “El tigre”: “Televisa es soldado del PRI”.

La comunicación a distancia establecida entre esta televisora y el pueblo permitió al gobernante en turno informar a sus gobernados sólo aquello que les estaba permitido saber. Así, los hechos del 2 de octubre de 1968, que no se olvidan, fueron tergiversados y minimizados por líderes de opinión como Jacobo Zabludowsky, para quien la mañana siguiente “amaneció soleada”.

Pero, gradualmente el desarrollo tecnológico generó condiciones para que la información fluyera incesantemente en todas direcciones, de tal manera que tanto la prensa, como la radio y la televisión mexicanas se convirtieron en factores que permitirían la alternancia en el poder de la presidencia en el año 2000, al ser Vicente Fox Quesada el primer candidato opositor en recibir una cobertura mediática sin precedentes, lo que posibilitó que su imagen y su discurso llegaran a todos los rincones del país, como afirma Leonardo Curzio, en su texto “Los medios y la democracia”, publicado en el año 2004 en el libro Democracia y medios de comunicación, Instituto Electoral del Distrito Federal, Colección Sinergia.

Pero, no fue sólo el avance tecnológico y la apertura, hasta entonces, moderada de los medios de comunicación lo que posibilitó el arribo a Los Pinos de un partido diferente al PRI, sino la aparición de fuentes y medios alternativos que permitieron la circulación de información a distancia no sólo entre grupos opositores, sino entre la población en general. A lo anterior, se suma la información proveniente de medios internacionales que entraba al país, sin que los gobiernos priistas pudieran hacer algo al respecto. El resultado fue que, desde entonces, se volvió imposible para los gobiernos de la transición, incluyendo el de Fox, ocultar totalmente la información relacionada con temas de interés general.

Más aún, tanto los gobiernos priistas, como los panistas tuvieron que enfrentar la aparición no sólo de medios alternativos de comunicación, sino de nuevos tipos de usuarios. Las telecomunicaciones dejaron de ser uno de los instrumentos centrales del control político para convertirse en medio de la participación política ciudadana.

Movimientos como “#Más de 131”, de la Universidad Iberoamericana, y #YoSoy132”, el movimiento resultante, pusieron de manifiesto la importancia de las nuevas redes sociales: Twitter, Facebook, YouTube y otras, al momento de la protesta y la organización juvenil, a distancia.

Las y los usuarios, hicieron suyas, por primera vez en la historia de México, las telecomunicaciones. Los medios alternativos les permitieron superar la unidireccionalidad de los medios tradicionales como la radio y la televisión.

Si en 2012, existían 40 millones de usuarios, para 2016 esta cifra se elevó a 70 millones, de acuerdo con datos de El Economista y a 74.3 millones de usuarios en 2018, según los datos reportados en el Comunicado de Prensa No. 179/19, fechado el 2 de abril de 2019, emitido de manera conjunta por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Según estimaciones de marketing4ecommerce.mx, en abril de 2019, dicha cifra ascendía a 83 millones.

En el mismo comunicado, se afirmó que las tres principales actividades de los usuarios de Internet en 2018 fueron: entretenimiento (90.5%), comunicación (90.3%) y obtención de información (86.9%).

La importancia de las redes sociales llevó al actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a calificarlas como “benditas”, al considerar que gracias a ellas y al papel activo de sus seguidores se logró romper el cerco mediático que le impidió difundir más ampliamente su mensaje durante las campañas electorales de 2006 y 2012.

Si en 2012 la protesta social en redes no pudo evitar el arribo a la presidencia de la República de Enrique Peña Nieto, considerado el candidato de una de las televisoras más poderosas del país, hasta ese año; en 2018, la participación en redes de los nuevos usuarios convirtió a las telecomunicaciones en un instrumento democrático.

*Catedrática de la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México

1 de octubre de 2021