El dolor de brazo tras aplicarse la vacuna contra la COVID-19 es una reacción normal y pasajera, documentada a nivel mundial y que no pone en riesgo la vida de las personas, afirmó el investigador en el área de epidemiología social de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Miguel Ángel Karam Calderón.