El llamado, que lleva por título El periodismo afgano está en peligro de extinción, ha sido firmado por 103 periodistas afganos (20 de ellos mujeres) de todos los medios, que afirman ser «de diferentes opiniones políticas y etnias». La mayoría aún trabaja en Afganistán, en Kabul y muchas ciudades de provincias. Temiendo por su seguridad, algunos viven en la clandestinidad y unos pocos -una decena-, han logrado salir del país. Todos, incluidos los periodistas en el exilio, han preferido permanecer en el anonimato por miedo a represalias contra ellos mismos o contra sus familiares que se han quedado en el país.