El año pasado se cumplió el sórdido vigésimo aniversario de la primera ejecución realizada a control remoto con un dron armado con misiles. A partir de entonces buena parte de los ejércitos del mundo así como organizaciones armadas, guerrillas y grupos criminales desarrollaron gran interés y apetito por esos recursos que permiten ver y actuar a distancia sin exponer a su personal a riesgos.