Drones sobre Gaza: Brevísima revisión de la robotización del combate
Internacionales, Principales

Drones sobre Gaza: Brevísima revisión de la robotización del combate

Naief Yehya

El año pasado se cumplió el sórdido vigésimo aniversario de la primera ejecución realizada a control remoto con un dron armado con misiles. A partir de entonces buena parte de los ejércitos del mundo así como organizaciones armadas, guerrillas y grupos criminales desarrollaron gran interés y apetito por esos recursos que permiten ver y actuar a distancia sin exponer a su personal a riesgos.

     Algunos de ellos se interesan en el dron como un recurso fabuloso de vigilancia y como un medio de transporte pero pocos son aquellos que no desean contar con esa arma fulminante que puede sobrevolar a sus enemigos por horas y horas con enorme autonomía y asestar golpes mortales en cualquier momento con la posibilidad de negar cualquier responsabilidad. La robotización del espionaje y de la ejecución de rivales o antagonistas desde las alturas es una tentación inevitable y se ha convertido en una estrategia muy recurrida en el siglo XXI.

      Los dos principales conflictos de gran magnitud actuales: la guerra entre Rusia y Ucrania, y la devastadora masacre que está llevando a cabo el ejército israelí en Gaza, han contado con una variedad de plataformas no tripuladas principalmente voladoras pero también acuáticas y terrestres. La versatilidad, facilidad de uso y bajo costo hacen del dron el equivalente de la ametralladora AK 47, la Kalashnikov, la popular arma soviética que durante décadas se volvió el símbolo de insurrecciones en todos los continentes. El dron ha sido hasta cierto punto un arma igualitaria, que ofrece ventajas tanto a los poderosos como a los desposeídos.

La fuerza aérea de la pobreza

En su ataque del 7 de octubre de 2023, la Inundación Al Aqsa, el brazo militar de Hamás, las Brigadas Ezzedine Al-Qassam, emplearon, entre otros recursos, drones Zouaris, llamados así por su creador, el ingeniero tunecino Mohamed Zouari, que desarrolló el programa de drones Ababi-1 y quien fue asesinado en 2016 muy probablemente por la Mossad. Estos y otros vehículos a control remoto fueron usados para cegar los sistemas de vigilancia israelíes de la cerca divisoria de Gaza. Contaron con una flotilla de drones (de alrededor de 6,500 dólares cada uno) que sobrevolaron la reja y destruyeron cámaras, sensores y armas de los sistemas de seguridad israelíes para abrir paso a la incursión de ese día.

     Los drones pueden cumplir con objetivos que los misiles son incapaces de hacer. Aún si se usan como kamikazes o “municiones merodeadoras” tienen la ventaja de que pueden buscar debilidades en las defensas y aprovecharlas, de manera más eficiente que si se tratara de simples explosivos. Además al usarse en conjunto con una variedad de municiones y recursos se logra una mayor capacidad de destrucción, lo cual permitió a Hamás encontrar y desactivar las defensas en puntos específicos.

Los drones de Hamás a pesar de ser rudimentarios han progresado en sus capacidades en poco tiempo al punto de poner en entredicho por momentos la inmensa superioridad tecnológica y aérea del ejército israelí sobre Gaza. La tecnología de los drones comenzó a llegar a Gaza desde principios de la década de 2010, algunos entraron a la franja como si fueran juguetes, o por partes, como contrabando dentro de sacos de harina o disimulados entre una variedad de productos.

A los drones comerciales chinos y de otras procedencias, siguieron los drones Shehab, de fabricación local, que comienzan a aparecer alrededor de mayo de 2021. Aún después de semanas de intensos bombardeos indiscriminados de saturación en Gaza, Hamás ha seguido empleando drones en ataques y con fines estratégicos y propagandísticos al filmar sus ataques a las fuerzas invasoras.

Los drones, la herramienta de la ocupación

Israel tiene una larga historia en el uso de drones. Desde inicios de la década de los setenta este ejército comenzó a emplearlos para diversas tareas. Una de las primeras funciones que les dieron fue contrarrestar y confundir a las defensas aéreas egipcias en la guerra de 1973. Desde su popularización en la primera década del siglo se han usado principal e intensamente para vigilancia en Gaza y Cisjordania, así como para lanzar gas lacrimógeno sobre manifestantes y periodistas, así como para derribar globos incendiarios lanzados desde Gaza hacia Israel.

      Al mismo tiempo se emplean más allá de las fronteras para misiones de espionaje, sabotaje y asesinato en el Líbano, Siria e Irak, entre otros. En las últimas dos décadas con las mejoras en la tecnología de comunicación y computación los drones se han convertido en un elemento fundamental de la estrategia militar israelí, aparte de ser una fuente de recursos monetarios considerable ya que son exportados a 56 países y en 2021 representaban el nueve por ciento del total de sus exportaciones militares.

     En un artículo en la publicación Politico, el experto en tecnología, Mohar Chatterjee, cita a Mark Cancian, asesor del Programa de seguridad internacional del Centro para Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS): «El gran valor para Estados Unidos es que estamos probando en el campo todas estas cosas nuevas… un proceso que tarda mucho más en tiempo de paz y esto permite al Pentágono apostar por las nuevas tecnologías con más confianza”. [1]

Israel se había negado a aceptar que usaba drones tanto para vigilancia como para ejecuciones. Eso cambió en noviembre de 2023 en que los censores permitieron la publicación de información al respecto. El general Neri Horowitz dijo en una conferencia sobre Drones (UVID Drone Tech), en Tel Aviv, el 9 de noviembre pasado, que ahora se podía hablar abiertamente de ataques con drones a los palestinos, así como en Irán y Sudán, entre otros lugares.

En esa misma conferencia, el general Omri Dor, dijo que los drones representaban ahora el 80% de las horas de viajes operativos del ejército israelí. No obstante este “secreto”, de un país con uno de los arsenales de drones más grandes del mundo, era una certeza ampliamente conocida en la industria y mercado armamentista, ya que Israel utiliza a Gaza y Cisjordania como “laboratorios” y salas de exhibición del poderío de sus armas para exportación, como escribe Antony Lowenstein, en su brillante libro: The Palestine Laboratory.

El ejército israelí, con su habitual propensión por el empleo de tecnologías de punta para controlar y reprimir a la población palestina bajo la ocupación, se vale de una gama muy amplia de drones, desde Predators de más de 20 millones de dólares y Heron T Eitan hasta una nueva generación de mini drones equipados con IA, fabricados por empresas israelíes como el Lanius de Elbit SystemsNinox 40 de SpearUAV y Wolverine de Xtend, que pueden espiar y recolectar información en espacios estrechos y reducidos en interiores y exteriores, a alturas muy bajas.

Algunos de estos cuentan con sensores térmicos que pueden detectar vida, así como identificar adversarios armados y encontrar depósitos de armas y municiones, así mismo prometen funcionar aun en entornos donde no cuentan con GPS o GNSS (Global Navigation Satellite System o navegación satelital). Estos pequeños drones pueden estar equipados con armas, explosivos o ambos de forma en que pueden disparar a adversarios y usarse como kamikazes al ser detonados, algunos cuentan con una garra con la que pueden, en teoría, recoger dispositivos explosivos para deshacerse de ellos.

En particular el Lanius, que tiene una autonomía de vuelo de apenas 7 minutos, es descrito por Elbit como una munición “merodeadora”, capaz de realizar maniobras cerca de su objetivo donde: «utiliza análisis de vídeo para determinar puntos de entrada a una estructura, mapear el interior de edificios desconocidos, identificar combatientes y no combatientes entre los ocupantes del edificio”.[2] Aparte de eso se puede usar como “munición antipersonal”.

El Wolverine tiene características similares y además puede detectar, clasificar y seguir a sus blancos, aparte se le puede equipar para interrumpir, sabotear y controlar el espectro de comunicaciones electrónicas y cuenta con una lámpara de 50,000 lúmenes que puede iluminar blancos y cegar adversarios. El Ninox es un dron ISTAR (por sus siglas en inglés se refiere a: inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento) que es lanzado de un lanzagranadas o un equivalente (en dos tamaños balísticos 103 mm y 66 mm), tiene visión nocturna, seguimiento de objetivos, algoritmos de localización, puede volar autónomamente hasta por 35 minutos con un rango de 40 kilómetros, además de que tienen capacidades para operar como enjambre, es decir en coordinación con otros drones similares.

Enjambres y drones artificialmente inteligentes

La tecnología de swarming o enjambre consiste en establecer comunicaciones entre los propios drones que mediante IA colaboran para cumplir una misión, sin intervención humana. Cuando se envía un número de drones en tareas de ataque o reconocimiento se puede pensar en un enjambre, pero cuando los drones realmente se coordinan y colaboran se vuelven en cierta forma una unidad capaz de tomar decisiones colectivas y se tiene un Auténtico Enjambre.

      Esto equivale a crear un arma integrada dirigida por IA, en la que si se derriban algunos de los drones que la integran eso no afecta al objetivo. Israel anunció haber empleado la tecnología de enjambre auténtico en un ataque real en contra de Gaza, en mayo de 2021, con varios drones pequeños de Elbit, que buscaban blancos en conjunto y transmitían la información para que las tropas apuntaran sus morteros y misiles tierra-tierra. Los enjambres ofrecen una flexibilidad y complejidad notable.

     En el futuro inmediato es de imaginarse que los drones individuales ofrezcan una diversidad de capacidades de ataque y espionaje que al coordinarse produzcan una entidad colectiva superior que pueda disparar balas (se puede montar un rifle de asalto o de francotirador que un operador puede activar de forma remota o que la propia IA puede disparar), lanzar explosivos, diseminar agentes químicos, radiactivos o biológicos al tiempo en que destruye redes de comunicación.

En noviembre de ese año, funcionarios de DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa) anunciaron que lograron que drones reales y virtuales operaran juntos, de forma autónoma para completar misiones, incluso cuando sus comunicaciones y GPS eran asediados por defensas electrónicas en una simulación que tuvo lugar en Yuma Proving Ground, en Arizona, reportó Patrick Tucker para NextGov.[3]

“Los [sistemas aéreos no tripulados] compartieron información de manera eficiente, planificaron y asignaron objetivos de misión de manera cooperativa, tomaron decisiones tácticas coordinadas y reaccionaron de manera colaborativa ante un entorno dinámico y de alta amenaza con una comunicación mínima”, dijo DARPA en un comunicado. La inminencia de que pronto este tipo de tecnología será accesible a muchos gobiernos y organizaciones llevó al Pentágono, desde 2018, a enfocarse en desarrollar defensas de energía dirigida, como láseres y microondas para eliminar enjambres de drones.

         De acuerdo con Chatterjee, en el artículo mencionado, a unas horas del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, el gobierno israelí ordenó la compra de cientos de drones de reconocimiento de corto rango a la empresa Skydio, “…usados para navegar obstáculos autónomamente y producir imágenes en tercera dimensión de estructuras complejas como edificios”. Ese mismo artículo enumera otras novedades tecnológicas que el régimen de Tel Aviv ha comprado directamente a los fabricantes como los drones autopiloteados de la empresa Shield AI, los cuales están diseñados para combates cuerpo a cuerpo en interiores.

      Un portavoz de esa empresa aseguró que no sabía de ningún usuario de su tecnología que hubiera violado su código de conducta y confiaban en sus clientes para no emplear sus drones o sistemas para violar las normas internacionales. El ejército israelí se ha enfocado desde hace más de una década en las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) al combate y cacería de humanos en entornos urbanos densamente poblados.

       De acuerdo con algunos expertos, Israel ha empleado tecnologías de IA en más de once mil ataques desde el 7 de octubre. El uso de estas tecnologías, que en muchos casos son manufacturadas por empresas civiles, por lo que no se apegan a las restricciones militares y son fáciles de modificar y reconfigurar para usos específicos (como identificar personas, armas, vehículos y otras cosas). Así mismo, no están obligados a revelar quienes son sus clientes ni cuales son las intenciones de su empleo. Por tanto, se han tratado de imponer acuerdos internacionales y normas elementales de responsabilidad para regular el uso de estas tecnologías. Ni Israel ni Ucrania han firmado esos acuerdos.

Precisión sin responsabilidad

En las confrontaciones entre Israel y los palestinos de Gaza, entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009, Israel empleó, paralelamente a su bombardeo de saturación, artillería y fósforo blanco, drones armados con misiles para asesinar en 42 ataques a alrededor de 87 palestinos.[4] La idea supuestamente era aprovechar la precisión de esa tecnología en esos ataques para eliminar blancos específicos con un mínimo de daño colateral. Sin embargo, el uso desenfadado de este recurso pone en evidencia que no basta que la tecnología sea precisa, sino que también es necesario que los operadores y los oficiales a cargo de la toma de decisiones tengan la intención de limitar la muerte y destrucción innecesarias para sus objetivos.

     En su reporte titulado “Precisamente mal. Civiles de Gaza asesinados por misiles israelíes lanzados por drones”, la organización Human Rights Watch (HRW) realizó un reporte sobre seis ataques mortales con drones en los que murieron 29 palestinos civiles, incluyendo ocho niños. HRW no encontró prueba alguna de que hubiera combatientes palestinos presentes en las áreas inmediatas de los ataques.

      Pero además: “Ninguno de los blancos estaba moviéndose rápidamente o dejando esa área, por lo que los operadores de drones pudieron tener tiempo para determinar si estaban observando civiles o combatientes y para detener el fuego si no eran capaces de ver la diferencia”.[5] HRW concluyó que Israel no tomó las precauciones necesarias para verificar si sus blancos eran correctos con lo que: “Aparentemente establecieron un umbral inaceptablemente bajo para realizar ataques”. Y por lo tanto: “esos ataques violaron la ley humanitaria internacional”.

      Así mismo, en el reporte señalan que debido a las capacidades tecnológicas de los drones y de los misiles que estos disparan, las violaciones son más graves ya que las cámaras de alta resolución permiten ver los blancos en tierra con detalle tanto de día como de noche, aparte de que los drones pueden merodear sobre sus objetivos durante horas con lo que pueden confirmar las identidades de sus blancos. Por si eso no fuera suficiente los propios misiles tienen cámaras que pueden dar más información al piloto y al operador acerca de sus blancos, y en caso de errar pueden desviar el misil una vez que ha sido disparado.

El ejército israelí suele justificarse diciendo que antes de los bombardeos advierten a la población lanzando panfletos desde las alturas, haciendo llamadas telefónicas, interrumpiendo en las estaciones de radio y televisión locales, como sugiere la ley internacional. Sin embargo, los avisos israelíes usualmente no son útiles ni efectivos ya que son vagos e imprecisos en relación con las zonas y tiempos de los bombardeos, además de que estos avisos no dan instrucciones sobre dónde refugiarse, qué hacer y qué esperar.

Aunque la ley internacional recomienda tomar precauciones de prevención a la población civil, eso no significa que se pueda bombardear indiscriminadamente a quienes por ignorar o no entender el mensaje sean considerarlos blancos legítimos. Así la digitalización de la muerte, los asesinatos mediados por IAs y las masacres validadas por la supuesta precisión tan sólo son la continuación de las prácticas genocidas con miras a exterminar o expulsar a la población nativa de su tierra.

 ENTRESACADOS:

1.- En su ataque del 7 de octubre de 2023, la Inundación Al Aqsa, el brazo militar de Hamás, las Brigadas Ezzedine Al-Qassam, emplearon, entre otros recursos, drones Zouaris…

2.-  … Israel utiliza a Gaza y Cisjordania como “laboratorios” y salas de exhibición del poderío de sus armas para exportación, como escribe Antony Lowenstein, en su brillante libro: The Palestine Laboratory.

3.- … el Lanius, (es) capaz de realizar maniobras cerca de su objetivo donde: «utiliza análisis de vídeo para determinar puntos de entrada a una estructura, mapear el interior de edificios desconocidos, identificar combatientes y no combatientes entre los ocupantes del edificio”…

4.- … Israel ha empleado tecnologías de IA en más de once mil ataques desde el 7 de octubre. El uso de estas tecnologías, que en muchos casos son manufacturadas por empresas civiles, por lo que no se apegan a las restricciones militares y son fáciles de modificar…

5.- … El ejército israelí suele justificarse diciendo que antes de los bombardeos advierten a la población lanzando panfletos desde las alturas, haciendo llamadas telefónicas… , Sin embargo, los avisos israelíes usualmente no son útiles ni efectivos ya que son vagos e imprecisos… además de que estos avisos no dan instrucciones sobre dónde refugiarse…

26 de febrero de 2024