Transcurrieron dos debates presidenciales y las preferencias electorales de los tres aspirantes realizadas por encuestas profesionales, prácticamente no se movieron, a un mes de los comicios del 2 de junio.
Semanas antes del segundo debate, la empresa Mitofsky captó, entre sus encuestados en vivienda, 51 por ciento de respaldo para Claudia Sheinbaum; 26.7 puntos Xóchitl Gálvez y 9.3 por ciento Jorge Álvarez.
Seis días antes de ese debate, la empresa De las Heras-Demotecnia concluyó en su muestreo que en “el escenario más probable, Sheinbaum recibiría 32 millones 971 mil votos, 67 por ciento; Gálvez 30 por ciento, 14 millones 763 mil sufragios, y Álvarez un millón 476 mil, 3%.
Después del debate del 28 de abril, la encuestadora Parametría informó que su investigación demoscópica, arrojó 52 por ciento de preferencias para Claudia Sheinbaum, dos puntos más que antes del debate. Xóchitl Gálvez 30 por ciento, un punto más también antes del debate; mientras que Álvarez, obtuvo 9 por ciento, tres puntos más. Las distancias entre esos porcentajes, son irremontables, a un mes de los comicios, aunque confirman tendencias registradas meses atrás, que se mantendrán seguramente, después del tercer debate el 19 de mayo.
Ahora lo que busca la oposición es evitar que la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por los partidos Morena, PT y Verde Ecologista, obtenga la mayoría calificada. Es decir, las tres cuartas partes del congreso, el “Plan C” propuesto por el mandatario López Obrador, para que legisladores de ese bloque realicen cambios a la Constitución. Esta coalición tendría que ganar 334 diputados federales y 84 senadores para lograr la mayoría calificada.
De acuerdo con la encuesta de De las Heras Demotecnia de mediados de abril, Sheinbaum ya tendría en la bolsa casi 33 millones de votos. El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado considera que, con 35 millones de votos, la coalición que encabeza la morenista, obtendría la mayoría calificada.
En el último mes de campañas los candidatos y sus estructuras partidistas intensificarán el proselitismo y cruce de acusaciones para ganar o arrebatar al adversario, el mayor número de electores. El tercer debate será intenso en acusaciones, aunque poco cambiarán las tendencias. A pesar de que la confrontación y el cruce de acusaciones desgasta el interés por los debates, siempre la expectativa por esos encuentros despierta la atención.
Los adversarios de la Cuarta Transformación agazapados en los poderes fácticos tampoco desaprovecharán las últimas semanas para producir desinformación y campañas sucias. Sin embargo, todo indica que Claudia Sheinbaum está en el umbral de Palacio Nacional.
Redacción
