Gerardo Israel Montes*
Al igual que ocurrió durante las semanas previas al proceso electoral del 6 de junio de 2021, en este año 2022, días antes de los comicios en seis estados del pasado 5 de junio, la oposición, periodistas y medios conservadores desplegaron otra campaña de manipulación afirmando que existe un pacto entre el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Morena, con los grupos del narcotráfico; alianza que, afirman sin prueba alguna, le ha permitido al partido en el gobierno obtener diversos triunfos electorales.
La permanente estrategia de desinformación y mentiras impulsadas por los grupos políticos, empresariales y mediáticos, opuestos desde tiempo atrás, a las propuestas políticas, económicas y sociales de López Obrador, ahora a la maniobra mediática-electoral buscó influir en los votantes de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, se sumó al “nado sincronizado” de esa supuesta alianza (AMLO-Morena-narco), la periodista Carmen Aristegui.
Más allá de su libertad editorial, pero sin una justificación periodística clara, abrió un espacio dentro de su noticiero, previo a la jornada electoral del 5 de junio, a Francisco Labastida Ochoa, personaje del viejo régimen hegemónico priista, quien se montó gustoso a la narrativa del supuesto pacto con el narco, al igual que lo haría el todavía miembro de Morena, Porfirio Muñoz Ledo.
Para contextualizar esa intención mediática, cuyo propósito real no es el periodístico sino la afectación electoral del partido político en el poder, es oportuno recordar columnas periodísticas publicadas días previos a las elecciones de 2021, para demostrar la sincronía que hay desde el año pasado entre periodistas y medios alineados al discurso opositor de la alianza “Va por México”.
Uno de los principales instigadores que comenzaron con la narrativa falaz del pacto Morena-narco, fue Raymundo Rivapalacio, quien el 20 de mayo del año pasado publicó en el El Financiero “Morena y el narco en Valle de Bravo”, texto donde, sin pruebas, afirmó de manera directa que integrantes de Morena mantenían vínculos con el narco en aquella región del Estado de México. En dicho artículo, se refirió a un secuestro exprés que sufrió la candidata a la presidencia de Valle de Bravo por la coalición integrada por el PRI-PAN-PRD, la velocista olímpica Sudkey Rodríguez, supuestamente ordenado por Johnny Hurtado Olascoaga, El Pez, quien, junto con su hermano, José Alfredo, apodado El Fresa, encabezan o encabezaban una fracción sobreviviente de La Familia Michoacana
A la ligera y sin ningún sustento, Riva Palacio aseguró que los hermanos Olascoaga se involucraron en el proceso electoral vallesano para favorecer a la candidata de Morena, Michelle Núñez, acción que estuvo apoyada “por el director de Aduanas, Horacio Duarte, quien en pinzas –deliberada o coincidentemente– con los criminales, actuó en simultáneo”, según el columnista, quien aseguró que “Duarte se presentó sin previa cita en la oficina del actual alcalde Mauricio Osorio, del PRI, para amenazarlo que, o dejaba de respaldar a la candidata de la alianza opositora, que está aventajando a Núñez en algunas encuestas que se han hecho de manera privada, o le iba a echar encima al SAT” para que lo persiguiera”. Según el relato.
En el relato contado por el columnista se afirmó que cuando los criminales regresaban de Tejupilco con Sudkey Rodríguez, Duarte y la estructura de Morena se movilizaron y “comenzaron a circular de voz en voz que la candidata se retiraba de la contienda”. En tanto, la candidata aliancista, tras su retención y amenaza de muerte, permanecía prácticamente en su casa, “vigilada permanentemente por personas que han sido identificadas como militantes de Morena”.
Escribió entonces: “están verificando no sólo a quién ve, sino también si, en efecto, sigue en campaña o se retiró”. Riva Palacio dio por hecho que Horacio Duarte y la militancia de Morena tuvieron que ver con la retención de Sudkey Rodríguez, al sostener que: “En todo caso, parece improbable que lo que sucedió con Duarte y con la militancia vallesana de Morena forme parte de una conducta general del partido y, menos aún, de una instrucción desde Palacio Nacional”.
El 24 de mayo Riva Palacio dio ejemplo de lo que es manipular, además de la información, el derecho de réplica de quienes, sin prueba, señaló de tener responsabilidad con el presunto secuestro de Zudikey Rodríguez. Con el título de su columna: “Valle de Bravo Contrarréplica”, dio por sentado que respondería a la réplica de Michelle Núñez, candidata de Morena a la presidencia de Valle de Bravo, de quien los lectores del periodista no conocieron su réplica íntegra, porque Riva Palacio intercaló las aclaraciones enviadas por la política morenista, con sus propios comentarios, opiniones, interpretaciones y manipulaciones.
Núñez afirmó que la columna del 20 de mayo estaba plagada: “de versiones dolosas y calumniosas contra mi persona, mi reputación y honorabilidad de mi familia, contra mi trayectoria y trabajo honesto en Valle de Bravo”, sin que se expusiera una sola prueba y que “con una ligereza alarmante” se afirmara que la delincuencia organizada se involucró para favorecer su candidatura por Morena. Ante esta aseveración, Riva Palacio empezó su autodefensa fragmentando y desvirtuando la réplica con sus opiniones personales, afirmando que la candidata no había señalado “específicamente” a qué se refería con “versiones dolosas y calumniosas”, cuando quien lea la columna mencionada se dará cuenta que Riva Palacio dio por hecho que había una vinculación de un grupo del narcotráfico con Morena.
Al continuar con su réplica, Michelle Núñez, espetó al columnista: “No sorprende que en plena contienda electoral se difundan rumores disfrazados de información que violentan derechos y contribuyen a generar un clima de violencia contra las candidatas y candidatos de Morena. Y por supuesto que me alarma un ataque tan dirigido a mi persona, en un país con tanta violencia hacia las mujeres”. De las 72 líneas contenidas en los 10 párrafos de aquella columna titulada “Valle de Bravo: contrarréplica”, Riva Palacio sólo dedico 9 líneas a la réplica de Michelle Núñez, el resto las utilizó para expresar sus comentarios personales y para la desacreditación de lo expuesto por la candidata.
En cuanto a la respuesta de Horacio Duarte, Riva Palacio publicó en esa misma columna el mensaje que a través de redes sociales difundió el Administrador General de Aduanas, en el cual externó: “Se ha vuelto costumbre de @rivapa escudarse en género de #Opinión para escribir relatos de ciencia ficción: miente y acusa sin pruebas. Difama por afición y pone en riesgo la seguridad y dignidad de otros. Su obsesión contra la #4T raya en la demencia pero no me intimida”.
En el marco del proceso electoral de 2021, los artículos con la narrativa del pacto con el narco, continuaron. El 15 de junio, también en El Financiero, Riva Palacio escribió “El narco votó por Morena”. El 27 de julio en El Universal,Salvador García Soto, publicó “Morena ¿organización criminal para EU?, columna donde se narra un suceso ocurrido supuestamente “en un Puente Internacional de Tamaulipas”, en la frontera con Estados Unidos, que involucró a un recién electo alcalde mexicano, quien a pesar de contar con una visa “Global Entry, otorgada a mexicanos de alto perfil socioeconómico, fue interrogado por agentes migratorios del país vecino y por un agente del FBI. La explicación que le dieron por el motivo de su retención fue que su nombre aparecía como integrante “de una organización criminal llamada Morena, que está conspirando contra Estados Unidos y que financia sus campañas con recursos ilícitos”.
En esa columna de García Soto –que bien le pudo ser dictada por Francisco García Cabeza de Vaca, el todavía gobernador panista de Tamaulipas–, el periodista evidenció la intencionalidad político-electoral de su texto, al montarse en la estrategia opositora de “Va por México” y dar valía a la denuncia que por aquellas fechas hizo quien fuera gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien fue a denunciar a Estados Unidos el supuesto “involucramiento y financiamiento del narcotráfico en las elecciones de su estado, a favor del partido Morena y de sus candidatos”.
De hecho, ese mismo 27 de julio, cuando se publicó la columna de García Soto, Aureoles Conejo se reunió con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien, de acuerdo a una nota consignada por El Universal en su portal de Internet, le pidió no abandonar a México ante el riesgo de convertirse en un “narcoestado”. Dos días después, el 29 de julio, durante la reunión plenaria de los recién electos diputados de su partido, el presidente del PAN, Marko Cortés, anunció que para el mes de agosto los integrantes de la alianza “Va por México” acudirían a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para presentar una denuncia con la “narrativa” de todos los hechos violentos y de la narco elección que supuestamente se presentó el 6 de junio de 2021 en nuestro país.
Una vez pasada la jornada electoral, durante el mes de agosto continuaron las publicaciones sesgadas para manipular a la opinión pública en torno a la vinculación narco-Morena. El 14 de agosto, en el periódico El Universal, Marcela Gómez Zalce tituló su colaboración: “CJNG ¿quién manda aquí?, afirmando, sin ningún sustento, que es “por demás evidente que la negociación” entre el gobierno federal con el Cartel Jalisco Nueva Generación, “ha empoderado a su líder”, Nemesio Oseguera Cervantes. Por su parte, Héctor de Mauléón, columnista de El Universal, fue uno de los principales periodistas que asumió el rol de vocero de la denuncia promovida por “ Va por México”, la cual se enfocó específicamente en señalar que el narco favoreció solamente a las candidaturas morenistas, omitiendo deliberadamente mencionar aquellos casos en donde respaldó a políticos de otros partidos políticos.
En diversas colaboraciones publicadas en el periódico propiedad de Juan Francisco Ealy Ortiz, De Mauleón abordó el tema de la supuesta injerencia que tuvo el Cártel de Sinaloa en la elección a gobernador en ese estado. Inició el 17 de agosto con su columna titulada: “El día que el Cartel de Sinaloa se robó la elección”, en la cual narró una serie de levantones que sufrieron diversos personajes de la estructura operativa electoral del PRI, información publicada previamente el 13 de junio por Ismael Bojórquez en el semanario Riodoce. Pero de Mauleón omitió deliberadamente mencionar aquellas partes del reportaje escrito por Bojórquez “El juego de los narcos por el poder total en Sinaloa”, que daban cuenta de los hechos de violencia que sufrieron personajes de otros partidos políticos, como en Guasave, donde fueron “los morenistas los levantados, hostigados, acosados”.
Para el 23 y el 24 de agosto, en su textos, “¿El narco ayudó a Morena?” y el “México de los narcos”, De Mauleón promovió ampliamente el documento que el 23 de agosto entregaron los presidentes del PRI, PAN y PRD al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para denunciar la supuesta narco elección que se había dado en el país y cuyo beneficiario habría sido Morena.
Sin embargo, la visión de los periodistas a fines a “Va Por México”, no se ajustó con lo sucedido realmente durante el proceso electoral de 2021, en donde, de acuerdo con el informe Violencia Política en México, de la consultora Etellekt, 1 de 4 agresiones o delitos fueron en contra de militantes de Morena (el 26.08 por ciento de las 1,066 agresiones que en total se presentaron) “siendo el partido con el mayor número de militantes agredidos a nivel nacional”. Mientras que el estudio Crimen Organizado y el Proceso Electoral 2020-2021, de Integralia Consultores, reveló que fueron asesinados 10 aspirantes o candidatos de Morena; 5 del PRI;5 de MC; 4 del PAN, 3 del PRD y 1 del PVEM.
Versiones periodísticas en elecciones 2022
A pesar de que estos estudios evidenciaron que el narco amedrenta y violenta a candidatos de todos los partidos políticos, durante el proceso electoral de 2022 continuó la falaz narrativa mediática opositora para destacar la supuesta alianza Morena-narcotráfico. Durante la semana previa a las elecciones del domingo 6 de junio, varios medios destacaron las declaraciones descabelladas y sin soporte de Porfirio Muñoz Ledo (quien se destacó en los cambios políticos desde 1987, pero que suele actuar con intereses particulares).
Además, el expriista y experredista dio por hecho, la existencia de una asociación López Obrador con el narcotráfico, a la par de lanzar una reflexión disparatada en torno a que AMLO estaría pensando en “heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes” ya que eso le otorgaría mayor poder, “porque además de tener la autoridad y los recursos del gobierno federal, estos se suman a los del narcotráfico, entonces que no hay nada que se le pueda oponer”.
Posteriormente, vino la sorpresiva y extraña entrevista de Carmen Aristegui al excandidato presidencial del PRI. Basándose en lo que dicen los “opositores, y dando una extremada relevancia a los dichos de una persona iracunda como Lili Téllez, respecto a que los integrantes de Morena “son el brazo político del crimen organizado”. Aristegui fue muy insistente en meter la narrativa falaz de la oposición para sembrar la duda del supuesto pacto Morena-narco, al preguntar: Cuatro visitas a Badiraguato del presidente de la República, Francisco Labastida (…) ¿Qué puede estar detrás?
–Francisco Labastida: Ah, detrás pueden estar cosas muy sospechosas, pero no tengo la evidencia suficiente.
–Aristegui: Querría decir, y lo pongo en esos términos, porque si tú no tienes pruebas, yo menos, que sería el mismísimo Presidente de la República que estaría haciendo alguna gestión en ese corazón de la tierra del narco, en Badiraguato, o por qué cuatro viajes tan seguidos ese lugar?
Labastida: ¿Por qué va cuatro veces, este, a un pueblo de 5,000 habitantes? Porque obtienen…
Esas preguntas y sin evidencias, con indicios sin sustento, y basada en lo que dice la oposición más recalcitrante, Aristegui se convirtió, –o desde hace tiempo ya lo es– en la nueva adquisición de “Va por México” para formar parte del nado sincronizado de noticias falsas, en este caso la referente a la falaz narrativa del pacto morena-narco, que sostendrá hasta 2024 con el propósito de influir a través de mentiras en el electorado y así recuperar espacios del poder político que han perdido por sus pésimas gestiones administrativas y sus políticas a favor de minorías empresariales, y por su hábito de hacer negocios particulares a través de la función pública.
*Periodista y analista
@GerardoIMontes